Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de la República de Chile/1841/Sesión del Congreso Nacional, en 18 de setiembre de 1841

Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de la República de Chile (1841)
Sesión del Congreso Nacional, en 18 de setiembre de 1841
CONGRESO NACIONAL
SESION EN 18 DE SETIEMBRE DE 1841
PRESIDENCIA DE DON JOSÉ MIGUEL IRARRÁZAVAL


SUMARIO. —Nómina de los asistentes. —Asistencia del Presidente cesante i del Presidente electo de la Repúblies. —Juramento del señor don Manuel Búlnes. —Las insignias del mando. —Acta. —Anexos

ACTA editar

SESION EN 18 DE SETIEMBRE DE 1841

En la ciudad de Santiago de Chile a diez i ocho dias del mes de Setiembre de mil ochocientos cuarenta i un años, reunidas en la Sala del Senado las dos Cámaras que forman el Congreso Nacional, ámbas con el número competente de miembros: a saber, de la de Senadores los señores Irarrázaval, Alcalde, Barros, Bello, Benavente, Egaña, Formas, Menéses, Ortúzar, Ossa, Ovalle Landa, Portales, Solar i Súbercaseaux; i de la de Diputados los señores Arriagada, Aristegui, Barra, Cerda, Cobo, Concha Correa don Luis, Correa don Juan de Dios, Covarrúbias, Eyzaguirre don Ignacio, Fierro, Gana, González, Garrido, Huidobro, Iñiguez don Vicente, Iñiguez don Pedro Felipe, Larrain, López, Ovalle, Ortúzar, Palacios don Juan Manuel, Palacios don Juan José,Matte Pérez, Prado, Rodríguez, Reyes don Ignacio, Reyes don José, Rozas, Urrutia, Tocornal, Grez, Várgas, Velásquez, Vial don Ramón, Vial don Antonio, i Vergara.

Se presentó S. E. el Presidente de la República acompañado de las corporaciones civiles i eclesiásticai i de los jefes militares, trayendo consigo al Presidente electo de la República jeneral de division don Manuel Búlnes, quien en esta sesion debe al tomar posesion del cargo, prestar el juramento prevenido por el artículo 80 de la Constitucion. Habiendo tomado sus respectivos asientos conforme al ceremonial acordado en 17 de Setiembre de 1831 i al Reglamento Interior del Senado, el Pro-secretario de esta Cámara leyó el acta de 30 de Agosto del presente año, en que consta el escrutinio i resultado de las elecciones de Presidente de la República verificada por los Colejios Electorales; i en seguida anunció que el Presidente electo se hallaba presente para prestar el juramento e instalarse en su cargo. Luego una comision compuesta de dos senadores i dos diputados se acercó al asiento que ocupaba el Presidente electo i le condujo al sitial i poniéndose en pié todos los individuos presentes, teniendo el Presidente del Senado el libro de los Evanjelios i el Presidente de la Cámara de Diputados la fórmula del juramento, juró el electo poniendo la mano derecha sobre los Evanjelios, en la forma siguiente:

"Yo Manuel Búlnes juro por Dios Nuestro Señor i estos Santos Evanjelios que desempeñaré fielmente el cargo de Presidente de la República; que observaré i protejeré a la Relijion Católica, Apostólica Romana; que conservaré la integridad e independencia de la República, i que guardaré i haré guardar la Constitucion i las leyes. Así Dios me ayude, i sea en mi defensa, i si no me lo demande,"

Acto continuo el Presidente electo suscribió la fórmula del juramento que habia prestado; i en seguida de la suscricion, se estendió i suscribió por el Presidente de la República los de ámbas Cámaras i sus respectivos secretarios la nota siguiente:

"A presencia del Congreso Nacional, i en manos del Presidente de la República, del Presidente del Senado i del Presidente de la Cámara de Diputados, prestó don Manuel Búlnes en altas e intelijibles voces el juramento contenido en la fórmula que antecede, i se archivará este documento en la Secretaría del Senado para su perpetua constancia. Santiago, Setiembre 18 de 1841.

Prestado el juramento los Presidentes del Senado i de la Cámara de Diputados ciñeron la banda al Presidente electo, el Presidente cesante le entregó el baston, pasó el plumaje tricolor de su sombrero al del Presidente electo e instaló a su sucesor haciéndole tomar el asiento que él mismo habia ocupado i ocupando el asiento inmediato a la derecha del recien instalado. En seguida se retiró de la Sala el Presidente de la República llevando a su derecha al Presidente cesante, guardando las corporaciones el mismo órden en que vinieron i saliendo a acompañar a S. E. los Presidentes i las Comisiones del Congreso en la misma forma en que lo recibieron a su entrada; con lo cual se levantó la sesion. —IRARRÁZAVAL.


ANEXOS editar

Núm. 533 editar

Yo Manuel Búlnes juro por Dios Nuestro Señor i estos Santos Evanjelios que desempeñaré fielmente el cargo de Presidente de la República; que observaré i protejeré la Relijion Católica, Apostólica i Romana; que conservaré la integridad e independencia de la República, i que guardaré i haré guardar la Constitucion i las leyes. Así Dios me ayude, i sea en mi defensa, i si no, me lo demande. —Manuel Búlnes.

A presencia del Congreso Nacional i en manos del Presidente de la República del Presidente del Senado i del Presidente de la Cámara de Diputados, prestó don Manuel Búlnes en altas e intelijibles voces el juramento contenido en la fórmula que antecede, i se archivará este documento en la Secretaría del Senado para su perpetua constancia.

Santiago, Setiembre 18 de 1841. —Joaquin Prieto. —José Miguel Irarrázaval . —José Ignacio Eyzaguirre . —Francisco Bello. —José Miguel de Aristegui.


Núm 534[1] editar

ESPOSICION QUE EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, DON Joaquin Prieto, D1RIJE A LA NACION CHILENA EL DIA 18 DE SETIEMBRE DE 1841, ÚLTIMO DE SU ADMINISTRACION.

Conciudadanos:

Hoi espira el período señalado por la Constitucion a la Majístratura Suprema que por segunda vez me hicisteis la honra de confiarme; i al dejar este elevado puesto, al dirijiros esta solemne despedida ¡cuán grato me es contemplar el espectáculo que presenta la gran familia que he presidido diez años, i compararlos con las épocas de vicisitudes i azares que precedieron a mi administracion! ¿Recordáis aquellos dias de sozobras en que nada parecía vaticinar a nuestra patria un destino mas próspero que el de otros pueblos hermanos, acaso mas ventajosamente colocados para gozar dignamente de la independencia en que todos habian trabajado con un patriotismo comun? A las batallas de la independencia sucedieron las contiendas de la libertad nueva especie de guerra aun mas que fecunda de alternativas i peligros i en que considerados los antecedentes i los elementos, no podia ménos de parecer mas difícil el triunfo de la buena causa. Que caminando a tientas hácia un objeto que divisamos en una perspectiva lejana i confusa, nos estraviásemos a menudo; que nacidos i educados bajo influencias despóticas, tardará en echar raices entre nosotros el principio vivificador de las instituciones republicanas, el relijioso respeto a la lei; que se invocase la libertad para quebrantar la justicia, o que a pretesto de cimentar el órden se desenfrenase el poder; toda esta serie de aciertos i errores, de sucesos i desmanes, de acciones i reacciones , de luces i de sombras: era inevitable i fatal: era la condicion necesaria de una rejeneracion política. Pero no me engaño: al que considere con ojos desapasionados la historia de una i otra lucha, la revolucion chilena se presentará, sin duda, con caracteres peculiares i honrosos.

¿Cuál otras, con iguales dificultades, con iguales medios, con igual espacio que correr para el cumplimiento de sus votos, cuál otra ha sido ménos mancillada de crímenes? En cuál otra se han hecho mas heroicos sacrificios por la independencia o se ha ensangrentado ménos el ara de la libertad? No me corresponde calificar los partidos ni acusar las acciones: no soi ya el órgano de la lei, ni tengo la presunción de anticipar el fallo de la historia imparcial. Pero cualquiera mano queja escriba, dos rasgos característicos aparecerán en la revolucion chilena: la pureza de la gran mayoría de la casi totalidad de nuestros hombres de Estado, i la lealtad no sólo de los caudillos, sino hasta de los intimos partidarios a las banderas que una vez tremolaron.

Yo no justifico la persistencia en una mala causa; pero en las épocas de transicion el bien i el mal se tocan, i con las intenciones mas puras pueden adoptarse medidas funestas. Elevándonos sobre las estrechas nociones de las sectas políticas i aun sobre los fallos, de las leyes humanas, que sólo juzgan la esterioridad de los hechos, reconocemos que en el drama revolucionario la obstinacion i la constancia, el hombre de la faccion i el hombre de la patria, el criminal i el mátir, están separados a veces por linderos oscuros e indefinibles; i que donde quiera que aparezca devocion desinteresada, i adhesion a estandartes que la fortuna ha humillado, no puede haber en total ausencia de sentimientos jenerosos que ennoblecen el error i reducen hasta cierto punto el delito. Bajo este aspecto ¿qué honroso contraste nos presentan aun las cosas mas tristes de la revolucion chilena, con las vicisitudes efímeras de otros paises, en que todo se postra ante intereses momentáneos i sórdidos; en que una misma causa i un mismo caudillo son alternativamente entronizados i proscritos por unos mismos hombres; en que la perfidia es doblemente horrible por su petulancia i su descaro.

Al lado de aquellos caracteres jenerales de la revolucion chilena, era natural que cada una de sus administraciones sucesivas presentase un jenio i tendencia particulares, segun las exijencias que debian su oríjen i las circunstancias de que estaba rodeada. Cada cual tuvo su misión que desempeñar, i objetos peculiares a que proveer; progresivas a veces; i a veces, reaccionarias, jeneralmente impulsadas por deseos vagos de mejoras de que sólo se tenia nociones confusas, i sin otro rumbo en su marcha, que la imitacion de formas establecidas en otros paises parala tutela de las garantias sociales. Pero me atrevo a decir i creo que puedo hacerlo sin deprimir las cualidades existentes de las que precedieron ántes de 1830 los destinos de nuestra República que en la planta de las instituciones i todavia mas en sus aplicaciones prácticas no se habian tomado suficientes precauciones contra los peligros de un estado naciente, contra la exajeracion de principios, que en todas partes ha traido en pos de sí la inseguridad, la desórden, la dilaceracion, la inmoralidad i todos los vicios i males de una larga i a veces incurable anarquía. Nos hallábamos en una crisis, que iba a decidir de la suerte futura de nuestra Patria; mas, por fortuna se sentia jeneralmente la necesidad de un órden moderado que pusiese trabas a los elementos de disociacion. La juventud de la libertad, como la de la vida, tiene visiones hermosas que las facinan i embriagan; pero de corta duracion en un pueblo naturalmente modesto i sensato. La nacion pedia consejos sobrios i providencias tuterales de la seguridad del asilo doméstico. I en el órden natural de las cosas no podia ser otro el programa de la administracion que yo fui llamado a presidir.

Uno de mis primeros i mas importantes trabajos fué promover la reforma de la Constitucion, obra necesaria cuyo acertado desempeño atestiguan sus saludables efectos. Habíase provisto en la de 1828 a las libertades privadas; pero no se habia prevenido contmjencia que en la infancia de los Estados requieren remedios estraordinarios; i en el deseo jeneroso de enfrenar los abusos de la autoridad, no se cuidó lo bastante de darle la enerjía de accion indispensable para la estabilidad del órden público i para la espedita i regular administracion de los intereses comunes. Los lejisladores de 1835 se propusieron llenar este vacío; i para dar a las leyes fundamentales la conveniente armonía, incorporaron en una sola Carta las previsiones subsistentes del Código de 1828, i las modificaciones i adiciones que les parecieron conformes al voto nacional i a las exijencias del servicio publico. Se notarán talvez imperfecciones, se señalarán lunares en esta grande obra corno en toda las de los lejisladores humanos; pero el estado venturoso en que nos encontramos ¿no es una prueba irrefragable de que sus autores correspondieron dignamente a su alta misión? Hemos visto multiplicados al infinito los ensayos de organizacion constitucional en las nuevas repúblicas ¿i cuál otro puede alegar a su favor el testimonio de la esperiencia? Nuestro edificio social ha descollado sereno i majestuoso en medio de tempestades que han sembrado de escombros todas las otras secciones del territorio hispanoamericano; i a su sombra no sólo se han desarrollado rápidamente los jérrnenes de prosperidad material, sino la cultura del entendimiento, i los goces de una civilizacion refinada. La libertad misma ha hecho progresos sobre el saludable influjo de las instituciones que nos rijen; porque separarla de la licencia a sustituir lo real lo preciso a lo aéreo i lo vago en sus objetos i en sus protecciones legales, es asegurarla, robustecerla i perfeccionarla.

Seria el colmo de la presuncion pretender que ella pudiera adaptarse a todas las circuntrancias, a todas las fases posibles de la sociedad, en una época que camina tan aceleradamente como la nuestra, cuando puede decirse sin exajeracion que el mundo entero esperimenta una rápida metamorfosis. Nuestros lejisladores se consulta ron, como debian, con los votos i las necesidades de su época; pero dejaron consignados en su misma obra los medios de mejorarla i reformarla, siempre que la esperiencia lo aconsejase. Quisieron sólo preservarla de innovaciones temerarias e inconsideradas, que hubieran espuesto los mas esenciales intereses del Estado i fluctuaciones perpetuas. Cada nueva lejislatura introducirá en ella las correcciones que le recomienden sus predecesoras, i el cuerpo social, como el de cada individuo, tomará gradual, i por decirlo así, insensiblemente, las formas que correspondan a las circunstancias i al desenvolvimiento progresivo de su vida interior, sin soluciones violentas de continuidad que desarme la máquina, i hagan cada vez mas difícil i precaria su reconstruccion.

Por desgracia, el Gobierno se vió mas de una vez en el caso de emplear las medidas provistas sabiamente por la Constitucion para ciertos peligros, medidas que por su naturaleza no podrian ménos de exitar agrias quejas, i dar vasto campo a declamaciones virulentas. Reposado en las puras intenciones de que yo me sentia animado, i de que sin duda participaban todos los miembros del Gabinete, he arrostrado sin temor esa impopularidad momentánea que creia compensada con usura por la aprobacion de mis contemporáneos desapasionados. La moderacion con que se usó de las facultades estraordinarías, es una prueba de los sentimientos rectos que impulsaron al Gobierno a investirlas, como una armadura defensiva contra los ataques de ajentes desorganizadores, concretados a veces por enemigos estemos. Despues de aquellos nublados pasajeros la libertad brilló con nuevo esplendor; i últimamente la hemos visto sofocar la discordia, i esgrimir las armas constitucionales, vigorosamente, pero sin ofensa de la lei, en la arena de los comicios i de las discusiones lejislativas.

La Constitucion de 1833 ha señalado los vacíos principales que debian llenarse por los trabajos sucesivos de las Cámaras i del Gobierno, para completar nuestra organizacion; i aunque no se han podido llenar a este respecto los votos de los lejisladores, se han acopiado materiales i se han iniciado operaciones, que facilitarán no poco las tareas de las administraciones futuras. En el ramo de mas estensa importancia i en que era necesario crearlo todo, el Gobierno interior se ha ocupado asiduamente uno de los miembros que componen el actual Gabinete; i la primera parte de sus trabajos ha sido sometida al Consejo de Estado, i ha visto ya la luz pública. Mas, en medio de estos objetos primarios que sólo era posible preparar, he dirijido mis cuidados a varios puntos, subalternos i particulares si se quiere, pero en que las necesidades no dejaban por eso de ser imperiosas. No quiero sombrear este cuadro recordándoos la universal inseguridad i alarma en que se hallaba la República pocos años ántes de mi elevacion al Gobierno: fresca está en la memoria de todos aquella época de horror, en que cada dia era señalado dentro de la capital misma por mas de un crimen atroz, cuyas víctimas acusaban silenciosa pero enérjicamente la creciente desmoralizacion del pueblo i la relajacion de los resortes sociales. Poco a poco vino a desaparecer aquel ominoso estado de cosas. El número de estos crímenes en el curso del año no iguala actualmente al de los que se cometían talvez en una sola semana, casi a vista de las autoridades constituidas para reprimirlos, que deploraban en vano el postrado vigor de las leyes. Bajos mis inmediatos predecesores, se empezaron a proveer remedios para un mal tan grave; i continuados durante mi administracion, han esparcido sobre vuestras ciudades i campos, un sentimiento jeneral de seguridad i bienestar deconocido en otras épocas.

Debióse este feliz suceso, en parte, a la dependencia establecida entre las autoridades ejecutivas provinciales i el Gobierno Supremo, i en parte tambien a la mayor actividad i eficacia de la policía. Establecióse como sabeis, el cuerpo de vijilantes destinado a cuidar del órden durante el dia, i varios de nuestros pueblos secundarios hanllegado a gozar del establecimiento de serenos; el número de los de la capital se ha triplicado i se ha sujetado su servicio a reglas mucho mas exactas i precisas. Mas, para acercarnos en esta materia a un órden, sino perfecto, correspondiente al estado de la República bajo otros puntos de vista, hai grandes obstáculos que allanar i que resistirán muchos años a los esfuerzos del Gobierno. Una poblacion diseminada, vastos espacios de territorios, en que sólo se ven de trecho en trecho habitaciones dispersas, cuyos moradores viven en una solitaria independencia, sin reunirse alrededor de un altar, sin oir una leccion moral o relijiosa, sino mui pocas veces en su vida, ofrece dificultades peculiares para el establecimiento de una policía que reprima los desórdenes, aprehenda los delincuentes i los tenga en segura custodia. Se ha hecho en esta parte cuanto era posible, aumentando los ingresos municipales de los departamentos i escitando continuamente el celo de las autoridades subalternas; pero aun resta mucho que hacer, i es preciso resignarnos a esperar del tiempo i de la creciente prosperidad i civilizacion de todas las clases, lo que en el estado presente admite sólo remedios parciales i un lento progreso.

Uno de los preservativos mas eficaces de los delitos a lo ménos de aquellos que atacan a las personas i son particularmente alarmantes i horribles por su atrocidad i barbarie, es la difusion de la enseñanza primaria; objeto a que el Gobierno se ha dedicado con empeño durante mi administracion. El núrnero de las escuelas destinadas a esta enseñanza ha crecido notablemente. Pasóse desde el principio en observancia el decreto del Congreso de Plenipotenciarios que ordenaba se estableciese una escuela en cada uno de los conventos regulares; i sólo se esceptuaron aquellos que situados en puntos donde las habia, corteadas por las municipalidades, pudieron conmutar este servicio por el de mantener establecimientos literarios de otra especie, reclamados con instancia por algunos pueblos. Se han abierto otras muchas aun en parajes remotos, mediante la aplicacion del ramo de vacantes mayores i menores a tan saludable i piadoso objeto; i el ejemplo del Gobierno ha escitado el de otras corporaciones i el de algunos distinguidos i filántropos individuos que han creado en sus haciendas preciosos planteles de educacion moral i cristiana para la clase trabajadora que las cultiva. Una congregacion de relijiosas dedicada especialmente a la instruccion de las niñas, ha derramado este benficio en el pueblo de Valparaiso, i lo hace estensivo a Santiago, donde es de esperar que producirá sobre una escala mas ámplia, efectos semejantes a favor de la moral, la relijion i los hábitos laboriosos del sexo débil, tan escaso de medios de subsistencia i tan espuesto a peligros en la clase indijente. En suma, la difusion de la enseñanza primaria en Chile, durante los diez años de mi administracion, será para la posteridad imparcial una prueba inequívoca de los adelantamientos del pais bajo sus auspicios; porque no puede haberlos reales i sólidos, sino en cuanto se hagan sentir en la intelijencia i las costumbres del pueblo.

Otras mejoras que tienden al mismo resultado son las relativas a la organizacion de los juzgados i tribunales i a la administracion de justicia; objetos en que concurren con el interes moral los materiales de la industria i comercio, que refluyen indirectamente sobre el primero El Gobierno dedicó sus desvelos a la estirpacion de los vicios de nuestro sistema judicial que necesitaba de mas pronta reforma, pero sin desviarse de la circunspeccion con que ha procedido en toda innovacion importante. Tal era el abuso que se hacia de la escesiva libertad de las recusaciones; el número de casos de implicancia, llevado a un estremo indiscreto; la facilidad con que se burlaban las acciones mas justas en el tortuoso laberinto de los procedimientos judiciales i los entorpecimientos i vejaciones a que daba lugar el recurso de nulidad. Séame lícito hacer una mencion especial de la lei que regla actualmente el juicio ejecutivo i los concursos de acreedores; paso importante en nuestra administracion de justicia, i cuyos buenos efectos se han percibido umversalmente en las transacciones mercantiles. La abolicion del trámite inicial de conciliacion que retardaba sin fruto la persecucion de las demandas civiles; i equivalia en muchos casos a una denegacion de justicia; la obligacion impuesta a los jueces de fundar las sentencias, la determinacion de las competencias entre las varias judicaturas, bajo reglas sencillas i precisas; las disposiciones de la lei de 29 de Marzo de 1837 dirijidas a precaver la colusion criminal induljencia de los jueces i de los encargados del ministerio público; las relativas al cómputo del tiempo en las penas, a las visitas de cárcel, a las atribuciones judiciales de los subdelegados e inspectores, al despacho de los tribunales i juzgados, al método de subrogacion para llenar el número necesario de ministros en aquéllos, a la creación de nuevos juzgados de letras i de comercio i de un Consulado en Valparaiso a la sustanciacion i decision de los pleitos hasta cierta cuantia en los consulados de la República, i a otros varios objetos mas o menos urjentes, forman a mi parecer un cúmulo de providencias benéficas, que han mejorado evidentemente la organizacion judicial i han hecho mas espeditas las funciones de la majistratura. Para completar e incorporar esta serie de disposiciones, para darles unidad i consistencia se preparaba un proyecto que abrazase todo el ramo de justicia i determinase la organizacion definitiva de lo tribunales i juzgados. Uno de los miembros mas distinguidos de la administracion se ocupaba en esta obra grandiosa de cuyo plan 1 distribucion dió el mismo cuenta a la Cámara en 1840 en la Memoria del Ministerio de Justicia que entónces desempeñaba. Aunque dedicado ahora al ejercicio de otro cargo importante, no por eso ha interrumpido sus trabajos, en este vasto campo, que debe ya tanto a su ilustracion i celo; i es probable que ellos verán pronto la luz i realizarán las esperanzas de la nacion, bajo el nuevo Gobierno.

Otra obra no ménos necesaria ni ménos conducente a la recta dispensacion de la justicia, ha tenido principio en el mió, la reunion de las leyes, dispersas ahora en varios cuerpos, masa heterojénea de disposiciones espedidas bajo la influencia de siglos, paises, instituciones i costumbres, no sólo diferentes, sino de contrario jenio i espíritu; la reunion, digo, de todos estos diseminados i confusos elementos, en códigos breves, regulares i coherentes, a imitacion de los que han formado otros pueblos, cuya lejislacion adolecia de iguales defectos. Las principales bases de esta obra en la parte que ha sido ya sometida a las Cámaras, se fijaron en discusiones del Consejo de Estado. Si su progreso i terminacion corresponden a mis esperanzas, me quedará la satisfaccion de haber puesto a lo ménos la piedra de un edificio destinado, segun yo concibo, a producir grandes bienes.

¿Os hablaré de los afanes del Gobierno en otro departamento, ligado aun mas íntimamenlé con la educacion popular, con la propagacion de sanos principios morales i relijiosos, jérmen fecundo i primario de verdadera civilizacion i cultura? Os hablaré de lo que ha hecho el Gobierno en beneficio de la Iglesia chilena, i de su lucha constante con dificultades de varias especies p.ira la debida participacion de todas las poblaciones de esta Repnblica en la instruccion cristiana en los sacramentos, en el culto, en los consuelos de la Relijion de nuestros padres? Puedo decir sin exajeracíon que la solicitud del Gobierno a este respecto se ha estendido a los mas remotos ángulos de Chile; i vosotros, ciudadanos, no me negareis la justicia de reconocer que si aun resta mucho para el cumplimiento de vuestros votos i los mios, a lo ménos se ha hecho cuanto era concedido a un celo ardoroso i activo, en medio de tantos estorbos opuestos por las localidades, por la dispersion o indijencia de las poblaciones, i por el escaso número de competentes ministros del Culto. Se ha restaurado en Santiago un establecimiento de educacion de tan lamentable falta; se levantan otra vez de sus ruinas nuevos edificios sagrados que la mano del tiempo o los estragos de los terremotos habian convertido en escombros; han resonado en pueblos distantes, despues de un largo i profundo silencio los acentos de la predicacion evanjélica; la Iglesia de Santiago, elevada a Metrópoli, goza de la dignidad e independencia que correspondia a la primera silla del Estado; se ha obtenido de la Santa Sede la ereccion de otros dos obispados en Coquimbo i Chiloé; i si se han defendido i sostenido los derechos del Patronato, cuya custodia ha confiado la Constitucion a la Majistratura Suprema; objeto, si bien se mira, en que no interesa ménos la Relijion i una ilustrada piedad, que las atribuciones políticas de la Soberanía Nacional i el órden público.

Pasando ahora a los medios materiales de adelantamiento, os hablaré de lo que ha hecho el Gobierno, ya en la apertura de nuevos caminos; ya en la reparación de los antiguos i sobre todo del que va de esta capital a Valparaiso, espuestos a desmejoras i descalabros continuos por naturaleza del suelo i por la actividad del tráfico, que crece en una progresion asombrosa. ¿Mencionaré la proteccion i fomento dados por el Gobierno a la Sociedad de Agricultura, poniéndola en posesion de una quinta a las inmediaciones de Santiago, i de los fondos necesarios para proceder a sus interesantes ensayos? ¿Os recordaré lo que se ha trabajado ya en alentar la introduccion de nuevas artes i máquinas, nuevas por medio de moderados i equitativos privilejios, ya en el arreglo de pesos i medidas, tan necesario para la comodidad i moralidad del comercio de menudeo?

¿Volveré los ojos a tantos establecimientos de beneficencia, creados los unos, i mejorados con siderablemente los otros en su planta material, en su economía, i en la estension de los bienes que derraman sobre los pueblos; desde el que recibe al niño tierno, fruto de enlaces ilícitos o arrancado del seno maternal por indijencia, hasta los que acojen al adulto en las enfermedades o en la destitucion i hasta los que conservan el depósito de sus despojos mortales en sitios decentes i salubres? ¡Enumeraré las providencias que se han dictado, ya para esterminar el contajio de las viruelas, estendíendo el precioso preservativo de la vacuna; ya para atajar otras epidemias destructoras que accidentalmente han aparecido en varios puntos de la República; aquí hará aliviar los padecimientos del hambre; allá para socorrer a provincias enteras aflijidas por terremotos espantosos! Cuál es el ramo de servicio interior en que que no se hayan presentado al Gobierno necesidades imperiosas, imprevistas a veces i atendidas siempre con mas o ménos prontitud i eficacia segun las circunstancias i la naturaleza de los medios que le sea dado emplear! Contaré las mejoras dadas al cultivo de las artes i ciencias, absolutamante necesario para el digno desempeño de profesiones indispensables en una sociedad que no se resigna a la barbarie; para la acertada direccion de la enseñanza elemental primaria, para el lustre de la relijion i del Gobierno, para la amenidad de las costumbres i del trabajo social? Cotejad ciudadanos lo que eran en otras épocas los establecimientos de educacion nacionales i privados con lo que son en el día el Instituto de Santiago bastaría sólo, para probar que durante mi administracion no se ha descuidado esta parte importante de las necesidades nacionales. Estudios ántes desconocidos en él o mirados con neglijencia i abandono, florecen ahora i adornan a la juventud que se educa en su recinto, primera esperanza de la Patria destinada a perfeccionar i coronar la obra de sus padres. Las ciencias médicas han empezado a cultivarse con suceso i contarian mayor número de alumnos sobresalientes, si la muerte no hubiera arrebatado a este tierno plantel algunos de sus mas distinguidos ornamentos. Se ha visto nacer i enriquecerse rápidamente un Museo de historia natural, notable ya por la copia, la eleccion i la ordenada distribucion de las especies que ofrece a la vista del curioso. Un profesor distinguido acaba de recorrer nuestras provincias, esplorando sus producciones i recojiendo datos jeográficos i estadísticos; i el resultado de sus afanes, estimulados i costeados por el Gobierno, ha sido un acopio cuantiosísimo de materiales para la la publicacion de una historia natural i civil de Chile, que gracias al patriótico entusiasmo con que habeis escojido esta idea, saldrá a luz en nuestra lengua de un modo honroso a vosotros i útil a nuestra industria agrícola i minera i a la difusion de esta clase de conocimientos en el suelo chileno. La Biblioteca Nacional enriquecida tambien en cuanto lo han hecho posible otras necesidades mas urjentes se traslada a un edificio que le proporcionará mas comodidad i ensanche. I bien merecen lugar en esta reseña, aun al lado de los progresos de la capital, los que ha hecho la enseñanza literaria en las provincias, en cuanto lo han permitido los estragos de la aflictiva i destructora calamidad, a que aludí poco hace. La de Co quimbo tiene en el dia un Instituto floreciente en que se cultivan con peculiar esmero las ciencias naturales mas estrechamente ligadas con el beneficio de minas; i no es esta la sola que ha visto crearse en los últimos años establecimientos de educacion superior, que prometen suceso. Finalmente se ha principiado ha trabajar en un plan vasto que uniendo la educacion primaria a la profesional i científica i dando al culivo de las letras i ciencias aplicaciones prácticas adaptatadas a nuestras circunstancias i necesidades, podrá talvez realizar cumplidamente el voto de la Gran Convencion.

Pasando de aquí al Departamento de Hacienda, ¡cuán fácil me seria estenderrne presentándoos una individual enumeracion de lo que se ha hecho, i de los prósperos resultados con que el Gobierno ha visto coronados sus esfuerzos en este ramo, que al principio de mi administracion era un cáos confuso i deforme! Un Erario naturalmente escaso, i cuyos recursos, aun con el ausilio de los estraordinarios, creados por el patriotismo i por la imperiosa lei de la necesidad no bastaban a los injentes consumos de nuestro ejército i escuadra durante la guerra de la independencia; agobiado desde entónces de una enorme deuda interior, que se agravó despues, cuando para cubrir las mas precisas atenciones del servicio público se cercenaron los pagos al Ejército, a los empleados civiles i a los contratistas; i abrumado posteriormente con las onerosas obligaciones de un empréstito estranjero de $ 5.000,000, que por desgracia se invirtieron en objetos de que no sacó ningun provecho el Estado; atravesó penosamente las conmociones interiores que aflijieron i despedazaron la República, haciéndose cada dia mas grave su cargo, mas insuficiente sus ingresos, mas viciosa i desordenada su administracion bajo gobiernos instables, que asaltados de continuas necesidades, sólo podian acallarlas momentáneamente con arbitrios ruinosos. Tal era el estado fiscal de la República hácia la época de mi elevacion a la Presidencia. Así, despues de la paz interior, el arreglo de la Hacienda era el mas urjente, i al mismo tiempo el mas difícil i espinoso de los objetos a que debia consagrar mis desvelos. Clasificadas las deudas del Erario atrasadas i corrientes se ordenó que se cubriesen éstas en dinero i se mandó pagar las atrasadas en libranzas contra documentos de Aduana, haciendo previa entrega de una cuota de la deuda negociada que se incluia en el valor del respectivo libramiento.

Por este medio se facilitó la amortizacion de grandes sumas de la deuda interior flotante, contratada por las administraciones precedentes i se empezaron a cubrir con regularidad los gastos del servicio público. Merced al cumplimiento relijioso de sus convenios, el crédito del Gobierno salió eradtialmente de la vergonzosa depresion en que yacía i si tuvo que contraer nuevas pactos pudo ya hacerlo bajo condiciones equitativas: sus letras obtuvieron la preferencia debida a la exactitud i buena fé de los pagos; i los billetes de la Caja de Amortizacion subieron rápidamente en el mercado. Dedicóse al mismo tiempo el Gobierno a mejorar, o diré mas bien a refundirse la lejislacion de Hacienda porque se trataba, no sólo de correjir sino dé organizar i crear. Una visita de las oficinas fiscales, limitada al principio a los departamentos del norte i estendida despues a toda la República, suministró datos, desterró abusos, i contribuyó a preparar las estensas reformas que mas adelante se llevaron a cabo. Diéronse nuevas reglas a las aduanas; se dictaron leyes importantes sobre almacenes de depósito i comercio de tránsito, sobre derechos de importacion i esportacion, sobre derechos de puertos i cabotaje, sobre tarifas i avalúos; en la lei de comisos se dió un necesario complemento a la ordenanza de aduanas; la lei de navegacion, deslindó los privilejios de nuestra marina mercante i las condiciones necesarias para gozarlos; i se espidieron otras disposiciones parciales que mejoraron la economía de varios ramos de Hacienda. Rasgó así la luz en aqueenmarañado laberinto de leyes inconcusas, contradictorias, envueltas a veces en oscuridades que se prestaban a interpretaciones arbitrarias i prácticas opuestas. La introduccion de la moneda de cobre, facilitó i multiplicó los cambios; la traslacion de algunas aduanas interiores a los puertos quitó al tráfico mercantil superfluas trabas; i al paso que se hicieron en todos los ramos de Hacienda cuantiosas economías, se abolieron odiosas gabelas, i se sustituyó a ellas una contribucion mejor entendida o infinitamente ménos gravosa al pueblo i a la industria. El reconocimiento i la amortización de la deuda interior dieron así mismo materia a medidas lejislatívas de una importancia reconocida. La entrega de un 10% sobre el valor de los ciéditos consolidados, cantidad que se agregaba al capital, i cobraba intereses con él, fué una medida, que, sin imponer un pesado gravámen a los particulares, proporcionó a la Hacienda Nacional un recurso estraordinario, oportunísimo durante la guerra de la Confederacion Perú-Boliviana. Ni es justo olvidar en esta breve reseña las providencias que han sacado a la Casa de Moneda del estado de decadencia en que se hallaba; las que se han dirijido a mejorar la organizacion i hacer mas espeditas las funciones de la Contiduría Mayor; i las que últimamente han tenido por objeto abreviar el despacho de la Aduana de Valparaiso, i se han agregado despues a ella espaciosos i bien situados almacenes, cuya capacidad aun no está en proporcion con la progresiva actividad de las importaciones marítimas: tan superior ha sido su incremento a nuestras esperanzas i cálculos.

Miéntras todo esto se hacia, i en medio de los conflictos de la guerra esterior, la regularidad en el pago dé los sueldos del Ejército i de todos los empleados de la República, i el cumplimiento relijioso de las otras obligaciones que se ha impuesto la Nacion respecto de las acreencias internas, no se han interrumpido un momento. La deuda del 6% la del 3%, reconocida i consolidada en la Caja de Crédito Público, i la del 4% creada para subvenir en parte a la necesidad de la última guerra, han seguido satisfaciéndose con la mayor exactitud, i el valor de los fondos públicos ha subido en una progresion continua i rápida. I entre tanto se han pagado en dinero efectivo los descuentos a empleados, los créditos de capitales consolidados por cédulas de 1804, el montepío de viudas i las pensiones atrasadas que se debian desde 1817 hasta 1830 i que no se comprendieron en la consolidacion de la deuda interior. De manera que esceptuando las acciones relijiosas de que conocen los tribunales, no hai demanda alguna perteneciente a nuestra administracion doméstica, que no haya sido satisfecha por el Gobierno, o no se incluya en el arreglo de la deuda reconocida.

El incremento progresivo de las rentas públicas i el espectáculo de prosperidad que se desenvuelve a nuestra vista, han correspondido a la actividad i celo con que se plantearon tantas medidas orgánicas. Valparaiso ha llegado a ser el primer emporio del Pacífico; se frecuentan cada dia mas las nuevas radas i caletas habilitadas en toda la estension de nuestra costa; se ha hecho con la mas segura perspectiva de un éxito feliz e primer ensayo de la navegacion de vapor por una empresa a que concurren los capitales del pais con los estranjeros i que ha merecido la proteccion de la Gran Bretaña i de todos los Estados del Pacífico, desde Chiloé hasta el istmo de Panamá; ha crecido nuestra Marina mercante; el tráfico interior ha progresado con no ménos acelerada velocidad; las artes groseras conocidas ántes en Chile, han mejorado sus operaciones i pueden algunos de sus productos competir con la opulenta industria europea: vemos aparecer ca la dia otra nueva; i todos los indicios de una vida activa, i de una creciente fecundidad en las mas importante de todas, en las que sacan de la tierra alimentos i primeras materias; la Agricultura i el béneficio de minas. Materiales que antes se arrojaban con inútiles escorias; rinde hoi una liberal recompensa a la intelijencia i al trabajo empleados en ellos; i el carbón mineral ha añadido una mas al catálogo de sustancias preciosas i útiles que se estraen de las entrañas de esta tierra privilejiada.

La organizacion, disciplina i moral de la fuerza armada han ocupado una parte mui principal en los desvelos del Gobierno, i tambien han correspondido plenamente a ellos. Nuestra frontera del sur fué el teatro de sucesos brillantes que enseñaron al indómito araucano a respetar las bánderas chilenas, que pusieron término a las depredaciones de las bandadas de fascinerosos que por muchos años habian sido el terror de los indefensos pueblos i campos i en que la constancia i el sufrimiento de las fatigas i de todo jénero de privaciones no resplandecieron ménos que la pericia militar i el denuedo. Pero donde estas escelentes calidades de la oficialidad i tropa chilenas se han señalado con mas esplendor, fué en la guerra contra la Confederacion Perú-Boliviana. Qué de pronósticos melancólicos fundados en la comparacion de nuestras tropas con las enemigas, cuyo número i disciplina se encarecian tanto por los ilusos admiradores de un jefe que disponia a su antojo de los recursos de dos naciones, que habia sido lisonjeado mas de una vez por la fortuna de las armas i poseia sobre tantas ventajas algunas otras no ménos importantes i conocidas que no creo necesario mencionar. Todas ellas se estrellaron contra el valor i la invencible constancia de los guerreros de Chile. La Confederacion Perú-Boliviana cayó para no volverá resurjir jamas. Dos pueblos hermanos recobraron sus hollados fueros, i se dió una lección que ojalá no carezca de saludables efectos sobre la política de los nuevos estados, en quienes con tantas necesidades i tan escasos medios es doblemente inescusable el frenesí de las adquisiciones territoriales. Nuestra pequeña escuadra, casi enteramente improvisada, dió tambien dias de regocijo a la patria en esta memorable contienda. I para que en todo quedasen desmentidas las predicciones ominosas de los desafectos a nuestra causa, que declamaban contra las miras interesadas del Gobierno de Chile, se vió volver el ejércitc vencedor a sus hogares sin otra recompensa que la satisfaccion de haber vengado los insultos hechos al nombre de Chile i sostenido con gloria el órden público de los estados del sur.

Si entre estos celosos defensores de la patria, modelo de virtudes heroicas i militares, hubo hombres que mancharon el lustre de las armas chilenas con una defeccion criminal i con un acto de sangrienta alevosía, que compraron i tuvieron el descaro de anunciar por la prensa los enemigos de Chile ¡cuántos sacrificios jenerosos, cuántos padecimientos de todo jénero, cuántos hechos heroicos, cuánta noble sangre derramada en las batallas de la patria, lavaron el crimen de unos pocos caudillos, i la ciega lijereza de sus estraviados partidarios. Pero corramos un velo sobre este triste cuadro en el dia solemne de Chile i limitémosnos a ofrecer el homenaje de nuestra veneracion a la ilustre víctima tan indignamente sacrificada, i el de nuestro reconocimiento a los valientes que se sacrificaron en aquel escandaloso atentado.

No fatigaré vuestra atencion, conciudadanos, haciéndoos un árido catálogo de las innumerables providencias dictadas durante mi administracion para el mejor arreglo de las fuerzas de mar i tierra, porque los hombres que han dado a la patria, i los servicios que les han prestado i continuamente les prestan, s in el testimonio mas elocuente de la solicitud del Gobierno, i del acierto de sus disposiciones. Pero no dejaré de fijar un momento vuestra vista sobre la creacion de la Academ ia Militar, cuya existencia, aunque limitada a un corto número de años, producirá efectos durables en la instrucción de la oficialidad; sobre la reciente recopilacion i reforma de las ordenanzas del Ejército; sobre la construccion de cómodos cuarteles i de un hospital provisorio en Chillan; sobre la adquisicion de una hermosa fragata de guerra; i mui especialmente sobre el estado de la guardia cívica, que no sigue de léjos los pasos del Ejército de línea; que parte con él las fatigas, i cuando la ocasion lo exije, los peligros del servicio de las armas; que ha dado pruebas relevantes de su devocion al órden i a las autoridades constituidas; i que en los últimos años ha esperimentado una estraordinaria estension i desarrollo. Una comision de ilustrados jefes ha revisado el proyecto que para la mejor economía i empleo de la milicia nacional estaba preparado en el Ministerio de la Guerra, i que con las oportunas i bien meditadas modificaciones hechas en él, pasará en breve a las Cámaras, previo el exámen i discusion del Consejo de Estado.

Me resta hablaros de nuestras relaciones con las potencias estranjeras i tengo la satisfaccion de deciros que los combates con las tribus bárbaras del sur en la primera época de mi administracion i la guerra contra la Confederacion Perú-Boliviana, han sido las únicas interrupciones de la paz esterior en el espacio de diez años; que se ha dado la debida consideración a reclamos, casi todos antiguos, de la Gran Bretaña i de los Estados Unidos de América; que respecto a la primera no existen en el dia sino los relativos al pago del empréstito chileno, cuyos dividendos periódicos han vuelto a satisfacerse, restando sólo acordar una transaccion para el pago de los atrasados; que respecto de los Estados Unidos, se ha presentado ya al exámen i sancion de las cámaras un proyecto de lei pira el pago de una de sus mas justas demandas; que no preveo dificultades para el pronto i satisfactorio arreglo de las otras; que en las dos que se nos han hecho por la Francia hemos conciliado la liberalidad con la justicia; que sin pactos espresos hemos concedido la mas ámplia proteccion al comercio de las naciones estranjeras; que sus ciudadanos i súbditos gozan de los mismos derechos civiles que los chilenos en la adquisicion i ejercicio de los derechos de propiedad, en sus acciones legales i (con una sola escepcion que deberia borrarse de nuestro Código) en las sucesiones por causa de muerte; que no concedemos ni pedimos a Estado alguno preferencias odiosas a favor de la bandera o productos nacionales; que hemos dado pasos para entablar relaciones de paz i buena armonía ron la Reina de España, i que los damos con celo i constancía, a pesar de los multiplicados inconvenientes para llevar a efecto la reunion de plenipotenciarios de los nuevos estados americanos en un Congreso destinado a fijar las bases de su derecho público, i la policía de sus fronteras i de la navegacion interior.

¿Acusareis de exajerada la esposicion que acabo de haceros? Volved la vista a vuestros puertos visitados por todas las naciones civilizadas de la tierra, a vuestras ciudades hermoseadas, aumentadas, trasformadas; a vuestra bella juventud, adornada de conocimientos útiles, anciosa de saber i de gloria; a esos talleres multiplicados cada dia, i cada dia mejor surtidos; a tantos campos, poco há yermos, ahora cubiertos de sembrados i verjeles, de bellas habitaciones, de obras que testifican la seguridad de las propiedades, la estabilidad del órden interno, la esperanza del progreso. Volved la vista aun a los sitios destinados a decentes recreaciones, a placeres intelectuales. ¿Qué os dice esa numerosa i brillante concurrencia? ¿Qué os dicen las solemnidades de la patria, cada año mas alegres, mas espléndidas, mas concurridas, mas entusiásticas, mas populares?

Dirán algunos que todo se debe a la espontánea evolucion de elementos que no han sido creados por el Gobierno; i yoles responderé que la primera i casi la única gloria de los gobiernos es remover los estorbos a esa evolucion espontánea; i que la remocion de esos estorbos no puede obtenerse sin atinadas providencias, sin combinaciones difíciles, cuyos autores tienen que combatir a menudo con preocupaciones envejecidas, con exajeradas teorías i con ráfagas de impopularidad, en que no pocas veces zozobran. Nadie hace mas justicia que yo al carácter nacional chileno, primera fuente de nuestros enviados adelantamientos. Estoi mui léjos de desconocer la bienhechora influencia de las instituciones liberales; i no lo estoi ménos de atribuirme el mérito de lo que se debe a las luces, a los desvelos patrióticos de los respetables ciudadanos que han consagrado sus servicios a la nacion en las secretarías i en el Consejo de Estado, en el mando de las provincias i de la fuerza armada. Al contrario, aprovecho esta ocasion de tributarles mi reconocimiento, por poco que valga, al lado de la estimacion i gloria que se han labrado con su integridad, habilidad i celo. Si nuestra posteridad, como yo lo espero, reconoce que en esta década ha progresado Chile, i se han asegurado sus mas esenciales intereses, ella contará sin duda entre sus bienhechores a los hombres que me han prestado sus consejos i su cooperacion en el ejercicio de la majistratura suprema. La posteridad, juez imparcial, señalará a cada uno su porcion en esta comun recompensa; i cualquiera quesea la mia, no me negará la justicia de haber abrigado intenciones puras, i una pasion ardiente por el bienestar, el honor i prosperidad de mi amada patria.

Conciudadanos: Una gran mayoría de voso tros se ha reunido alrededor de mí en todas las situaciones difíciles. Os doi las gracias. La providencia ha recompensado vuestra sensatez i cordura. Ella seguirá derramando sus bendiciones sobre vosotros, si mas ilustrados ahora por la esperiencia de lo que vale una libertad sobria i de los bienes inapreciables que derrama sobre los pueblos la paz, bajo el impelió de leyes moderadas i populares, no abandonais el sendero en que habeis caminado diez años con tan acelerado progreso, ¡Quiera el Lejislador Soberano del Universo arraigar cada vez mas en vuestros corazones el respeto a la relijion, a las leyes, a la fé pública empeñada en los contratos nacionales; iluminar los consejos de vuestro Gobierno i de vuestros representantes para que se completen i perfeccionen las instituciones que os rijen; alejar de vosotros la guerra; alejar de la silla de que desciendo las inspiraciones de esa ambicion maléfica que turba el reposo de los pueblos; i no permitir que la discordia civil sacuda jamas su tea funesta sobre vuestros hogares. Tales son los votos fervorosos de vuestro conciudadano.

Santiago, 18 de Setiembre de 1841. —JOAQUIN PRIEIO.


  1. Este discurso es tomado de El Araucano de 24 de Setiembre de 1841