Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de la República de Chile/1832/Sesión de la Gran Convención, en 7 de noviembre de 1832

Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de la República de Chile (1832)
Sesión de la Gran Convención, en 7 de noviembre de 1832
GRAN CONVENCION
SESION 11, EN 7 DE NOVIEMBRE DE 1832
PRESIDENCIA DE DON JUAN DE DIOS VIAL DEL RIO



SUMARIO. —Nómina de los inasistentes. -Discusion de la reforma de la Constitucion. —Acta. —Anexo.

ACUERDO editar

Se acuerda:

Dejar pendiente la discusion de la reforma de la Constitucion.


ACTA editar

SESION DEL 7 DE NOVIEMBRE

Se abrió con los señores Vial del Rio, Astorga, Aldunate, Arce, Arriarán, Barros, Carrasco, Errázuriz, Egaña, Elizalde, Echeverz, Fierro, Irarrázaval, Larrain, Marin, Portales, Puga, Rosales, Renjifo, Rosas, Tocornal den Gabriel, Vial Santelices, Vial Fórmas i Meneses.

Aprobada el acta de la anterior, continuó la discusion en jeneral del proyecto de reforma de la Constitucion, i pendiente se levantó la sesion.— Vial, Presidente. —Juan Francisco Meneses, Secretario.


ANEXO editar

Núm. 51 [1] editar

En nuestro número anterior, ofrecimos publicar en este el discurso pronunciado en la sesion del dia siete por el señor don Mariano Egaña, i para salvar el compromiso que contrajimos con el público, nos vemos obligados a manifestar que, después de tener dicho señor en su poder su discurso para correjir los defectos de ienguaje, lo devolvió sin haber hecho dicha correccion a pretesto de sus ocupaciones. Cuando había principiado a armarse, recibió el impresor un recado de don Mariano amenazándolo con que se presentaría contra él si lo publicaba como lo había entregado el taquígrafo, pero que, si volvía a enviárselo para hacer la espresada correccion, se comprometía a entregarle un pliego diario: éste le contestó que no le amedrentaba la amenaza que le hacía porque en la representacion que dirijió a la Gran Convencion, para que le permitiese poner un taquígrafo dentro de la barra, se decía que los señores que tomasen la palabra podían concurrir a una hora determinada a la secretaría del Senado a correjir únicamente los defectos de lenguaje, i que si no lo hacían se entendería que estaban conformes en que se publicase del mismo modo que los sacase el taquígrafo; que con él había tenido una atencion particular remititiéndoselo a su propia casa i que, lejos de corresponder a ello, lo había demorado diez dias con grave perjuicio de sus intereses, obligándole por último a desistir de la empresa. Que, sin embargo, queriendo todavía darle una prueba de la consideracion i respeto que le merece, le enviaba los orijinales con la espresa condicion de que se obligase a de- volverlos el domingo próximo (cinco dias después) precisamente correjidos o sin correjir; que si creía que si por algun evento no pudiese hacer la correccion a que se obligaba, no le hiciese perder mas tiempo inútilmente, i que así se los devolviese con el mismo dador para publicarlos. Su contestacion fué que estaba bueno; i nosotros no dudamos que un hombre de su carácter i delicadeza cumpliría fielmente su palabra. En esta virtud prometimos, como hemos dicho, darle lugar en este número i así es que si hemos faltado, nos servirá de disculpa para con el público el que nuestra confianza se fijó en la promesa de un hombre que bajo todos respectos la habría inspirado esa misma confianza a cualquiera otro.

No sabemos cuándo se servirá devolverlos i, por lo tanto, no nos atrevemos a señalar el dia en que merecerán ver la luz pública. Se nos dirá que, siendo una propiedad nuestra, bien podíamos arrancárselos: convenimos en ello; pero nos hemos determinado a probarle hasta dónde llega la consideracion que nos debe.


  1. El artículo que sigue ha sido trascrito de La Lucerna número 22, del 28 de Noviembre de 1832. —(Nota del Recopilador.)