Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de la República de Chile/1825/Sesión del Congreso Nacional, en 10 de enero de 1825

Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de la República de Chile (1825)
Sesión del Congreso Nacional, en 10 de enero de 1825
CONGRESO NACIONAL
SESION 35, EN 10 DE ENERO DE 1825
PRESIDENCIA DE DON ISIDRO PINEDA


SUMARIO. —Cuento. —Aprobación del acta de la sesion precedente.—Sucesos de Concepción con motivo de un motin en Chillan i citación del Ministro de la Guerra. —Victoria de los patriotas en el Perú. —Reintegro de la Comision de Poderes. —Licencia del señor Larrain i llamamiento de su suplente. —Segunda lectura del proyecto que regla las elecciones de Cabildos. —Discusión sobre el reintegro de la representación de Cauquénes. —Proyecto de arreglo de las milicias nacionales. —Esposicion del Ministro de la Guerra sobre la desmoralización del ejército i demanda de 100,000 peses. —Autorización para levantar un empréstito. —Recursos para enviar una legación a Norte América. —Declaración de ser constituyente el Congreso. —Fijación de la tabla. —Acta. —Anexos.

CUENTA editar

Se da cuenta:

  1. De un oficio en que el Supremo Director comunica que desea informar al Congreso de unos sucesos ocurridos en Concepción, con ocasion de un motin habido en Chillan i que, para el efecto, ha encargado al Ministro de la Guerra venga en persona con los partes orijinales a hacer dicha comunicación. (Anexo núm. 216.)
  2. De otro oficio con que el mismo Majistrado acompaña unos impresos i comunica la noticia ele una victoria obtenida por el ejército patriota el 9 de Diciembre último en los campos de Guamanguilla. (Anexos núms. 217, 218, 219, 220 i 221.)
  3. Por el señor Ministro de la Guerra, de varios oficios del intendente de Concepción i del delegado de Talca, relativos a la sublevación de las guarniciones de Chillan i San Cárlos.
  4. De un oficio en que don Juan Francisco Larrain pide licencia de un mes para salir al campo en busca de salud i que en su reemplazo se llame a su suplente. (Anexo núm. 222.)

ACUERDOS editar

Se acuerda:

  1. Citar inmediatamente al señor Ministro de la Guerra para que venga a informar en la actual sesión sobre los sucesos de Concepción. (Anexo núm. 223.)
  2. Archivar el oficio en que el Supremo Gobierno comunica la noticia de la victoria obtenida por los patriotas.
  3. Declarar que, mientras sea Presidente, el señor Campino no puede funcionar como miembro de la Comision de Poderes, i nombrar para que le supla a don Pedro Palazuelos i Astaburuaga.
  4. Conceder al señor Larrain licencia por un mes i llamar a su suplente don Silvestre Valdivieso. (Anexo núm 224.)
  5. Dejar para tercera lectura el proyecto de la Comision de Gobierno sobre elecciones de Cabildos. (V. sesiones del 5 i del 14.)
  6. Aguardar a que la Comision de Poderes informe sobre la renuncia de don Manuel Araos para tratar del reintegro de la representación de Cauquénes. (V. sesiones del 5 i del 12.)
  7. Sobre la mocion del señor Infante, para que se mande arreglar las milicias nacionales, que la Comision Militar presente un proyecto. (V. sesiones del 7 i del 14.)
  8. Autorizar al Gobierno para levantar un empréstito de 100,000 pesos con calidad de dar cuenta al Congreso. (Anexo núm. 225. V. sesiones del 22 de Diciembre de 1824, del 5 i del 19 de Enero de 1825.)
  9. Que de los 100,000 pesos del empréstito se tome la suma necesaria para acreditar una legación en Norte-América, i que si dicho empréstito no basta, se aumente él en lo que sea indispensable. (V. sesiones del 7 i del 19.)
  10. Declarar constituyente el actual Congreso. (Anexo núm. 226 V. sesiones del 5, del 12 i del 31 de Enero i del 5 de Setiembre de 1825.)
  11. Dejar en tabla el proyecto relativo a elección de Cabildos i los informes de las comisiones i las mociones de los diputados que se hallan pendientes.

ACTA editar

Se abrió con asistencia de los señores Argomedo, Albano, Baquedano, Bezanilla, Calderón, Cordovez, Eyzaguirre, Elizondo, Elizalde, Echeverría, Fernández, Gandarillas, González, Hurtado, Huici, Infante, Iñiguez, Lazo, Larrain, Luco, Meneses, Merino, Muñoz, Mendiburu, Ovalle don José Antonio, Ovalle don Vicente, Ocampo, Olmedo, Prieto, Palazuelos, Pérez, Pineda, Torres, Vicuña i Vera.

Leida el acta de la anterior, fué aprobada i rubricada por el señor Presidente.

Se leyó un oficio del Ejecutivo, en el que espresa lo ocurrido en la provincia de Concepción por el levantamiento de unos soldados cerca de Chillan, i se mandó citar al señor Ministro de la Guerra para que, en la misma sesión, informase lo ocurrido, a virtud de la incitativa que para ello hizo el Gobierno.

Se leyó otro del mismo, incluyendo impresos que anuncian la derrota del enemigo en el Perú i la Sala quedó enterada.

Se suscitó duda sobre si el señor Campino, nombrado para la Comision de Poderes, puede continuar en ella, espresando el artículo 74 del reglamento interior que ni el Presidente ni el secretario podian ser nombrados para comision alguna durante el tiempo de sus respectivos cargos, i se acordó que ínterin ocupe la presidencia le subrogue en la Comision de Poderes el señor Palazuelos.

Se leyó otro oficio del señor Larrain, pidiendo licencia para ausentarse de la capital por un mes en atención a sus enfermedades, i se le concedió, previniéndose se llamase a su suplente don Silvestre Valdivieso.

A petición del señor Infante se leyó el proyecto individualizado en el informe de la Comision de Gobierno, sobre la elección de Cabildos i se tuvo por segunda lectura.

El señor Meneses pidió se tratase de llenar la representación de Cauquénes i ordenó la Sala se aguarde el informe de la Comision de Poderes, a donde se pasó la renuncia que hace don Manuel Araos, suplente de aquel pueblo, para tratar entonces del asunto.

Hizo ver el señor Infante lo interesante que era su mocion, acerca del arreglo de milicias nacionales i lo que se iba postergando por otras atenciones del Congreso, i se acordó que, para proceder a su arreglo i organización, la Comision Militar, a quien podia unirse dicho señor, presentase a la mayor brevedad el respectivo proyecto.

En este estado, se presentó a la Sala el señor Ministro de Guerra i espresó de parte del Supremo Director lo siguiente:

Que las escaseces del Erario creian fuesen causa de estarse desmoralizando las tropas, pues la falta de pago les hacia cometer excesos i crímenes, que no habría estando satisfechos sus sueldos, i entónces manifestó i se leyeron en la Sala los oficios que remitió al Ejecutivo por estraordinario el gobernador-intendente de Concepción i otro del delegado de Talca, todos dirijidos a anunciar la sublevación de las tropas en Chillan i San Cárlos; que el único arbitrio que encontraba para cortar de raíz i en su oríjen este mal, era que se proporcionase al Gobierno la cantidad de cien mil pesos, i habiéndose retirado, entró en discusión la Sala sobre este negocio i resultó que se oficiase inmediatamente al Ejecu tivo, que si no encontraba otro arbitrio, levantase un empréstito de esa cantidad lo ménos gravoso posible al Estado, dando cuenta al Congreso i se verificó prontamente la remisión del oficio conforme lo acordado.

Se trató sobre los medios que podrían adoptarse para realizar la misión de Plenipotenciario a Norte América, i solo se acordó que, si la cantidad de los cien mil pesos alcanzaba también para la Legación, se verifique al momento; i si nó, estienda el empréstito a la cantidad que fuese precisa para realizarla, lo que se le espuso en el oficio anunciado.

El señor Argomedo pidió se sancionase la mocion del señor Infante, sobre que el Congreso se declare constituyente; i discutido sobre si debia votarse esta proposicion por su facilidad, se declaró que sí, resolviéndose en seguida que era constituyente.

En este estado, se levantó la sesión, anunciándose para la siguiente, dar cuenta de varios informes de las comisiones, i tratar sobre el proyecto de decreto para la elección de Cabildos, emplazar a las comisiones para que despachen en el término que acuerde la Sala, i continuar la lectura de las mociones pendientes. —Joaquín Campino.


El señor Presidente abrió la sesión con treinta i seis diputados.

Leida el acta de la anterior, quedó aprobada i rubricada por el señor Vice-Presidente.

El señor Infante. —Gobierno consultó al Congreso sobre la forma que debia observarse en la elección de Cabildos; el Congreso pasó a la Comision de Gobierno este oficio, la cual informó por medio de un proyecto. Todavía no se ha hecho nada i ya se ha pasado el tiempo de la elección de Cabildos.

Parece que debia volverse a leer i ver si está arreglado al parecer de la Sala, a fin de que luego se conteste al Ejecutivo para que mande hacer la elección de los Cabildos.

Se leyó un oficio del Ministro, dando parte del feliz suceso del Ejército Libertador en el Perú, acompañado de un impreso de Lima.

Se leyó otro del Ministerio de Guerra, anunciando un suceso desgraciado en la provincia de Concepción. El Ministro de este departamento pedia se le permitiese venir al Congreso a dar cuenta por menor de este suceso en una sesión secreta. El Congreso acordó que se llamase inmediatamente por medio de un oficio.

Se leyó otro del señor Larrain, pidiendo se le permitiese salir al campo por un mes a causa de sus muchas enfermedades.

El señor Presidente leyó los artículos del reglamento relativos a este asunto. Se acordó que se le diese la licencia i se llamase al suplente.

Se leyó el proyecto sobre elección de Cabildos.

Se puso en discusión el proyecto del señor Infante sobre milicias. Al acabar su lectura, entró a la Sala el señor Ministro de la Guerra i se mandó despejar la Sala para entrar en sesión secreta.

Despues de una hora continuó la sesión pública, empezando la discusión sobre el empréstito que solicita el Gobierno.

El señor Echeverría. —El último empréstito que se ha pedido por el Gobierno i el que mejor se ha cumplido ha sido el que se ha afianzado con los diezmos i aun muchos o los mas interesados han sido sus réditos. Parece que la masa de diezmos que se ha de dar en Diciembre de este año, todavía está existente; por esto creo que ese empréstito que solicita el Gobierno, seria mui conveniente que se afianzase en ese capital, por ser el mas seguro i con el que han manifestado mas confianza los prestamistas.

El señor Calderón. —Yo creo, señor, que con la autorización que se le dé al Director se confiará todo; pues el caso presente es el mas grande que se nos presenta, aun mas grande que si tuviésemos el enemigo a la vista, porque la Patria jamas se ha visto en mayores conflictos. Me parece conveniente que se autorice inmediatamente para que levante este empréstito i para que se proporcione todos los demás auxilios que necesite para salvar al país de los funestos efectos que evidentemente le amenaza este triste suceso. No solo necesita auxilios para sosegar a los sublevados sino también para pagar a todo el ejército que se halla en la mayor miseria. Los que van a sofocar esa sublevación acaso podián tener el mismo éxito que los sublevados, porque si van desnudos i sin pagarse, la miseria los obligará a ser lo mismo que los otros i se nos anuncia al mismo tiempo la sublevación de todo el ejército i la disolución del país.

El señor Eyzaguirre. —Señor, en los informes que se han leido i en los oficios que se han presentado a la Sala, se dice que esos soldados se contentan con 5,000 pesos ¿i por qué se han de gastar 100,000 en un asunto que puede sofocarse con 5,000? Esto es decir que se va a autorizar al Ejecutivo para que pida prestados 100,000 pesos en lugar de 5,000. Yo soi de opinion para que solo se le autorice a que gaste cuando mas 25,000 pesos.

El señor Calderón. —Los 5,000 pesos que se dice que exijen los sublevados es solo una especie de contribución que han exijido de Chillan. Los cuerpos de Concepción, Valdivia i ele la capital, se hallan en igual caso. Todos se hallan desnudos i sin paga. Es de necesidad auxiliar a Valdivia i a todos los cuerpos del ejército i aun que se hagan los mayores sacrificios, porque de otro modo los esfuerzos del Ejecutivo debían ser milagros; de otro modo no podrá sacar a la Patria de un peligro como en el que se halla. ¡Qué sé yo! no se puede espresar mas claro. La Patria nunca se ha visto en mas peligros. Esto lo conocerá cualquiera que tenga un dedo de frente. Yo creo que todos los que están aquí i los que se ha llan en la barra saben que la insurrección ha sido justamente por soldados valientes i defensores de la Patria, a quien solo la miseria ha obligado a un hecho tan escandaloso. Estos hombres despechados difícilmente volverán a nuestras filas i las consecuencias de este suceso serán las mas feroces i desagradables.

El señor Torres. —Es mui sensible que el aguerrido i distinguido escuadrón de Cazadores a caballo, estacionado en Chillan, se haya sublevado el 2 del corriente, contra su apreciable comandante Búlnes i autoridades de la República. Se afirma que la falta de pago ha sido el motivo que alegan los amotinados por haber dado un paso tan escandaloso i de funesta trascendencia, que acaso a estas horas en los demás cuerpos de aquel ejército (no obstante su disciplina) se hayan sentido iguales efectos, todo orijinado por el mismo principio.

Temo esos mismos resultados por solo la razón de que los cazadores que eran los ménos mal pagados se han amotinado ¿qué se espera de los batallones número 1, númeto 3 artillería i rejimiento de Dragones de la Libertad (que forman ese vittucso ejército) que siempre parece que están destinados a sufrir las últimas angustias del Erario? Yo desearía que los hombres mas imparciales observasen de cerca el mérito de los soldados del ejército del Sur; pues estoi convencido que confesarían francamente que no son soldados de la Patria sino esclavos de ella. Sí, esclavos, porque a ellos se les exije toda clase de sacrificios i privaciones, al paso que se les hace sentir todo el peso de la escasez del Erario público. Se me dirá, i con razón, que el Ejecutivo ha estado trabado por la Constitución de 823 para adquirir recursos i consiguientemente no auxiliar oportunamente a las tropas. Yo contestaré que es mui cierto, al paso que lo es también una especie de espíritu de ingratitud nacional que mira con la mayor indiferencia el bienestar del ejército, de esos hombres que han salvado la República en los grandes conflictos, i que a ellos esclusivamente se debe la libertad que gozan hoi dia los ciudadanos de Chile.

Se asegura con bastante probabilidad que los sublevados se reunieron a los 300 salteadores que manda el facineroso de Pincheira. Yo lo creo de hecho, porque el que hace lo mas, bien puede hacer lo ménos. Los cazadores se han amotinado con ménos motivo que pudieran hacerlo las demás tropas del Sur, cuando eran bien tratados por su estimable comandante que en Chillan solo han repetido lo que hicieron en Talca el año pasado i que últimamente han saqueado la villa de San Cárlos ¿qué se debe esperar de esos hombres comprometidos i desesperados? no solamente se unirán a esa gavilla de malvados sino que, aumentada la fuerza hasta cerca de 500 hombres, cometerán toda clase de crímenes i los pobres pueblos del cordon de montaña van a sufrir infinitos males. Para evitar estos, es necesario que el Congrego autorice al Ejecutivo, a fin de que pueda buscar recursos, especialmente de numerario para auxiliar prontamente al señor jeneral Rivera i de este modo se podrá cortar el fuego eléctrico de la sublevación, evitando así muchos males que precisamente van a aflijir a la tan desgraciada como benemérita provincia de Concepción, que parece que, en quince años de revolución, solo está destinada a padecer i no a gozar de las ventajas que los demás pueblos del Estado gozan hoi dia.

Repito, señores, que es de mayor urjencia facilitar al Ejecutivo los medios que pueda auxiliar a aquella provincia, con tal que sea con la mayor celeridad, porque de lo contrario el desorden se aumentará, i si ahora se necesitan 50,000 pesos acaso despues sean necesarios 500,000 pesos i quizá tengamos que lamentar mayores males que sean mui sensibles a la República.

Se leyó un proyecto del señor Presidente.

El señor Argomedo. —Parece mui bien este medio, añadiendo solo la palabra que el Ejecutivo levante el empréstito sino encontrase otro arbitrio. Yo creo que con esta adición están conciliadas todas las opiniones, porque, lo que se pide, es para pagar la tropa i debemos tener presente que a todas las tropas se les debe i no hacemos mas que adelantar, que si hubiese otro medio ménos malo se adopte. Seguramente el señor Eyzaguirre no se acordó de esta circunstancia, cuando dijo que con 5,000 pesos podia sofocarse la sublevación i no advirtió que se debia pagar todo el ejército i que los 5,000 pesos solo fueron una contribución que exijia el escuadrón en un solo pueblo.

Se votó el proyecto del señor Presidente i quedó aprobado por unanimidad con la calidad que pidió el señor Argomedo.

Se mandó oficiar inmediatamente al Ejecutivo, autorizándolo al mismo tiempo para que, si con los 100,000 pesos 110 alcanzaba a cubrir los gastos de la legación del señor Zañartu, pudiese tomar prestado lo que fuese suficiente para estos gastos.

Se puso en discusión la mocion del señor Infante, para que el Congreso se declare constituyente.

El señor Argomedo. —Declarado el Congreso constituyente es necesario que el Gobierno i todas las autoridades lo reconozcan como tal i le presenten juramento.

El señor Vicuña. —El Congreso está declarado constituyente de hecho. El ha declarado insubsistente una Constitución, lo que no podria ser sin ser constituyente, porque si no, habría hecho lo que no dehia. Así opino que se haga hoi mismo esta declaración sin necesidad que se discuta mas.

El señor Ovalle. —Esta es la segunda lectura de esa mocion. El reglamento dice que toda mocion o proyecto deba tener tres lecturas i tres discusiones; así no puede votarse hoi mismo. Se preguntó a la Sala si el asunto era de tan fácil resolución que no necesitase las tres discusiones. Se acordó que sí por 34 sufrajios sobre dos.

Se pidió votacion si el Congreso debia o nó ser constituyente. Resultaron por la afirmativa 34 sufrajios i por la negativa dos.

En este estado, se levantó la sesión.


ANEXOS editar

Núm. 216 editar

El Director Supremo desea informar a la Representación Nacional de un suceso desagradable acaecido en la provincia de Concepción. Para este objeto ha dispuesto que el Ministro secretario de la Guerra pase en persona (si el Congreso lo tiene a bien) con los partes orijinales recibidos, para instruir a la Sala de su contenido.

El Director espera que el Congreso se sirva indicarle la hora en que deba pasar el Ministro i que se trate este negocio en sesión secreta, por creer el que suscribe conveniente para el mejor éxito de lo que deba disponerse. —Santiago, Enero 10 de 1825. —RAMÓN FREIRÉ. —F. A. Pinto. —Al Soberano Congreso.


Núm. 217 editar

Soberano Señor:

El Director Supremo tiene la mas alta satisfacción de comunicar a la Representación Nacional la mas completa i brillante victoria obtenida en el Perú por las armas del Libertador de Colombia, el 9 del pasado, en los campos de Guamanguilla. Tiene el honor el que suscribe de acompañar a la Sala el impreso que refiere tan importante noticia; i con este motivo saluda a la Representación Nacional con el aprecio que acostumbra. —Santiago, Enero 10 de 1825. —Ramón Freire. —F. A. Pinto. —Al Soberano Congreso Nacional.


Núm. 218 editar

(Comunicación oficial)
REPÚBLICA DEL PERÚ
Ministerio de Relaciones Esteriores
Lima, Enero 5 de 1825

El infrascrito, Ministro de Estado i Relaciones Esteriores, tiene la honrosa satisfacción de comunicar al señor Ministro de Relaciones Esteriores de la República de Chile el triunfo decisivo de las armas libertadoras, al mando del señor jeneral en jefe Antonio José de Sucre, cuyos detalles i gloriosos resultados están consignados en los impresos que acompañan a esta nota[1].

El que suscribe llena el mas grato deber en felicitar, a nombre de su Gobierno, a la Nación chilena como tan interesada en la emancipación del Perú, por una jornada que ha puesto término a la guerra de América, i por la que todas las secciones independientes del nuevo mundo comenzarán a disfrutar la paz que siempre han procurado perturbar los españoles humillados i vencidos el 9 de Diciembre.

Con este motivo, el infrascrito reitera al señor Ministro, a quien se dirije, los sentimientos de su mas distinguida consideración i aprecio con que es su mui atento i obediente servidor. —José Sánchez Carrion. —Al señor Ministro de Relaciones Esterioies de la República de Chile.


Núm. 219 editar


Testimonio de gratitud al ejercito vencedor en Ayacucho
SIMON BOLÍVAR
Libertador-Presidente de la República de Colombia, encargado del Poder Dictatorial de la del Perú, etc., etc.

Considerando:

  1. Que el ejército unido libertador, vencedor en Ayacucho ha dado la libertad al Perú;
  2. Que esta gloriosa batalla se debe esclusivamente a la habilidad, valor i heroísmo del jeneral en jefe Antonio José de Sucre i demás jenerales, jefes, oficiales i tropa;
  3. Que es el deber del pueblo i del Gobierno dar un noble testimonio de su gratitud a ese glorioso ejercito,

He venido en decretar i decreto:

I. El ejército vencedor en Ayacucho tendrá la denominación de "Libertador del Perú" i los cuerpos llevarán en sus banderas esta misma inscripción.

II. Los cuerpos que lo componen recibirán el sobrenombre de Glorioso.

III. Los individuos que lo componen el título de Benemérito en grado eminente.

IV. En el campo de batalla de Ayacucho se levantará una columna consagrada a la gloria de los vencedores. En la cima de esta columna se colocará el busto del benemérito jeneral Antonio José de Sucre i en ella se grabarán los nombres de los jenerales, jefes, oficiales i cuerpos en el órden i preeminencia que les corresponde. La gratitud del pueblo i del Gobierno se esforzará en prodigar la riqueza, el gusto i la propiedad en la erección de esta columna.

V. Un cuerpo de cada arma de los de Colombia i el Perú, tomará el sobrenombre de Ayacucho. Una junta compuesta de los jenerales i jefes de ámbos ejércitos, presidida por el jeneral en jefe don Antonio José de Sucre, designará los cuerpos que deban recibir esta gloriosa recompensa.

VI. El ejército vencedor en Ayacucho será inmediatamente ajustado i pagado, teniendo estos gastos la preferencia sobre todos los del Estado, aun cuando para ello tenga la Nación que contraer un nuevo empréstito.

VII. Los individuos del ejército vencedor llevarán una medalla al pecho, pendiente de una cinta blanca i roja con esta inscripción: Ayacucho. Los jenerales, esmaltada en brillantes; los jefes i oficiales, de oro, i la tropa, de plata.

VIII. Los padres, mujeres e hijos de los muertos en Ayacucho, gozarán el sueldo integro que correspondía a sus hijos, esposas i padres cuando vivian.

IX. Los inválidos recibirán la misma recompensa del artículo anterior; i ademas, serán preferidos para los empleos civiles, según sus aptitudes.

X. Se nombra al jeneral en jefe Antonio José de Sucre, gran mariscal, con el sobrenombre de Jeneral Libertador del Perú.

XI. El Gobierno del Perú se encarga de interponer su mediación con ei de Colombia, a fin de que se sirva prestar su consentimiento para el efecto de las recompensas que declara este decreto al ejército de Colombia.

XII. El Ministro de Estado en el departamento de Guerra i Marina, queda encargado de la ejecución de este decreto. Imprímase, publíquese i circúlese. —Dado en el Palacio Dictatorial de Lima, a 27 de Diciembre de 1824. —SIMÓN BOLÍVAR. —Por órden de S. E. —Tomás Heres.


Núm. 220 editar

¡Viva la Patria!

Tengo la mas sublime complacencia de pasar a US., por estraordinario, el adjunto impreso de Lima, en que se anuncia la espléndida noticia del triunfo decisivo que han obtenido en el Perú las armas de la América sobre el último resto de la tiranía española. Este papel que fué entregado por propia mano por el mismo Libertador del Perú al capitan de fragata de la marina francesa M. de Moges, ha sido conducido por la corbeta de guerra de S. M. cristianísima la Dilijente, al mando de su capitan M. Villard, que está fondeando en este puerto con procedencia del Callao, con veinte dias de viaje.

Dios guarde a US. muchos años. —Valparaíso, Enero 9 de 1825, a las 2 de la tarde. —José Ignacio Zenteno. —Señor Ministro de Estado en el departamento de la Guerra.


Núm. 221 editar

Aviso al público

Gran victoria.

Triunfo decisivo.

El Ejército Libertador, al mando del jeneral Sucre, ha dei rotado completamente al ejército español, el 9 del presente mes, en los campos de Guamanguilla. El jeneral Laserna, que lo mandaba, ha sido herido i se halla prisionero con los jenerales Canterac, Valdér, Carratalá, i demás jefes, oficiales i tropa. Por consiguiente, todos los bagajes del enemigo, su armamento i pertrechos se hallan también en nuestro poder. El teniente-coronel Medina, ayudante de S. E., el Libertador, conducía los partes oficiales de la acción; i es de lamentar la desgracia que tuvo de ser asesinado en Guando por los rebeldes de aquel pueblo. Mas, todas las autoridades de los lugares inmediatos al sitio de la batalla, avisan oficialmente el triunfo de nuestras armas, añadiendo que el jeneral Canterac, que quedó mandando el campo, despues de haber sido herido el jeneral Laserna, capituló con el jeneral Sucre, estipulando espresamente que la fortaleza del Callao se entregará al Ejército Libertador.

El 9 de Diciembre de 1824 se ha completado el dia que amaneció en Junin; al empezar este año, los españoles amenazaban reconquistar la América con ese ejército, que ya no existe. Los campos de Guamanguilla han sido testigos de la victoria que ha terminado la guerra de la independencia en el continente de Colon. Allí se ha decidido la cuestión que divide la Europa, que interesa inmediatamente a la América, que es trascendental a todo el jénero humano, i cuyo influjo alcanzará sin duda a mil de mil jeneraciones que se sucedan; esta cuestión es, si el mundo debe gobernarse por el poder absoluto de los que se llaman lejítimos, o si es llegada la época en que los pueblos gocen de sus libertades i derechos. En fin, el Ejército Libertador ha resuelto el problema i ha levantado el último monumento que faltaba a su gloria; la gratitud escribirá en él los nombres de los vencedores de Guamanguilla, i del ilustre jénio que ha dirijido la guerra, que ha salvado al Perú, i que en los sucesos de Febrero no ha encontrado sino nuevos caminos para la gloria; su fama durará hasta la muerte del mundo, i este es un presentimiento que tienen hoi todos los corazones que suspiran por su libertad. —Lima, Diciembre 28 de 1824.


Núm. 222 editar

La imperiosa necesidad de mi conservación i repetidas insinuaciones de los médicos, me obligan a mi pesar a salir al campo para tomar los baños i aires puros por un mes; la notoriedad de mi enfermedad i delicadeza, me persuaden no ser necesaria la certificación del físico.

Pueden VV. EE. citar a mi suplente para que no falte representante a la escasa que se ha señalado en mi provincia.

Tengo el honor de ofrecer mis respetos i deseos de la conservación i acierto de VV. EE. —Casa i Enero 10 de 1825. ??—Juan Francisco de Larraín. —Señores del Congreso Nacional.


Núm. 223 editar

El Congreso se ha impuesto de la nota de V. E., en esta fecha, relativa a los sucesos de la provincia de Concepción, i deseoso de tomar todos los conocimientos que le ofrece V. E. proporcionarle por medio del Ministerio de la Guerra, ha acordado que puede éste ocurrir a la Sala a esta misma hora, donde le espera reunido.

Tengo el honor de comunicarlo a V. E., reiterándole las protestas de mi singular aprecio i consideración. —Sala del Congreso, Enero 10 de 1825. —Al Excmo. Supremo Director.


Núm. 224 editar

El Congreso, en acuerdo de 10 del corriente, ha deferido a la licencia por un mes que solicitó el señor diputado de Rancagua, don Juan francisco Larrain, esponiendo falta de salud, i resultando por este principio la venida de US. a la Sala como su suplente, tengo el honor de comunicárselo en cumplimiento del mismo acuerdo.

Ofrezco a US., con este motivo, las consideraciones de mi distinguido aprecio. —Secretaría del Congreso, Enero 12 de 1825. —Al señor diputado suplente por Rancagua, don Silvestre Valdivieso.


Núm. 225 editar

El Congreso ha acordado se autorice a V. E. para que, valiéndose de sus conocimientos prácticos, medios i recursos del Estado, levante un empréstito (si no se encontrase otro arbitrio) por la cantidad de 100,000 pesos, bajo las condiciones ménos onerosas al Estado i dando cuenta a la Sala para su sanción. Asimismo que esta suma alcance a sufragar lo preciso para que la Legación de los Estados Unidos de Norte América se verifique, haciéndose de ella la entrega precisa, i de lo contrario que se aumente el empréstito a la cantidad necesaria a este objeto.

El Presidente del Congreso saluda al Supremo Director de la República con los sentimientos de su mayor consideración i respeto. —Sala del Congreso, Enero 10 de 1825. —Al Excmo. Supremo Director.


Núm. 226 editar

El Congreso se ha declarado constituyente, i a continuación acordó se le reconociese i jurase en la forma acostumbrada por todas las autoridades de la República, principiando por las que corresponden a esta capital.

Tiene el honor el Presidente de la Sala de ponerlo en noticia del Supremo Director para su debido cumplimiento, manifestándole al mismo tiempo toda la consideración de su alto aprecio. —Sala del Congreso, Enero 17 de 1825. —Al Excmo. Supremo Director.


  1. Omitimos la publicación del parte oficial porque se halla ya inserto en el Liberal número 48 i solo publicaremos algunos otros documentos que contiene la Gaceta del Gobierno de Lima.