Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de la República de Chile/1824/Sesión del Senado Conservador, en 26 de marzo de 1824

Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de la República de Chile (1824)
Sesión del Senado Conservador, en 26 de marzo de 1824
SENADO CONSERVADOR
SESION 42, EN 26 DE MARZO DE 1824
PRESIDENCIA DE DON AGUSTIN DE EYZAGUIRRE


SUMARIO. —Cuenta. —Aprobación del acta precedente. —Elaboración de una fanega de harina. —Discusión fina de las observaciones sobre el proyecto de reglamento judicial. —Jestiones con el Perú sobre envío de una espedicion auxiliadora. —Acta. —Anexos.

CUENTA editar

Se da cuenta:

  1. De un oficio con que el Supremo Director Delegado acompaña una comunicación del Iltmo. Arzobispo de Filipi i Vicario Apostólico, sobre la necesidad de crear en Chile el cargo de comisario jeneral de cruzadas para la ejecución del privilejio de la bula. (Anexo núm. 277. V. sesiones del 13 de Diciembre de 1821 i del 29 bis de Marzo de 1824.)
  2. De otro oficio con que~el Ministerio de la Guerra acompaña la Constitución político-militar que se le pidió. (Anexo número 278. V. sesiones del 17 i del 29 bis.)
  3. De varias comunicaciones cambiadas entre el Gobierno i el Ministro Plenipotenciario del Perú, con motivo de la exijencia de éste de que se envíe pronto la espedicion auxiliadora que se ha prometido por parte de Chile. (Anexos núms. 279 a 285. V. sesión estraordinaria del 23 de Diciembre de 1823.)
  4. Por el señor senador don José Tomas Ovalle i Bezanilla, de haberse elaborado anteriormente una fanega de trigo, en virtud de órden del Senado de 1818, i de existir los antecedentes en poder del senador don José Antonio Ovalle i Vivar. (V. sesiones del 11 de Diciembre de 1822 i del 24 de Marzo de 1824.)

ACUERDOS editar

Se acuerda:

  1. Que el señor senador don José Antonio Ovalle i Vivar traiga para la próxima sesión los antecedentes que existen en su poder de la elaboración de una fanega de trigo. (V. sesión del 27.)
  2. Sobre el proyecto de reglamento judicial, aprobar las observaciones a los artículos 119 i siguientes i trascribir todas las que quedan aprobadas al Supremo Director Delegado. (V. sesiones del 24 bis i del 31.)
  3. Reservar para otra sesión la resolu cion relativa al envío de una espedicion auxiliadora al Perú. (V. sesión del 27.)

ACTA editar

Se abrió con la lectura del acta anterior i fué aprobada i rubricada por el Presidente.

El señor senador Ovalle Bezanilla, encargado de la elaboración gradual de una fanega de harina, para determinar la iniciativa del Gobierno sobre la suspensión de la observancia del reglamento de abastos, en la parte que regla la venta de las harinas i reses, dió cuenta al Senado de que en tiempos anteriores se habia hecho esta misma operacion con la mayor puntualidad i exactitud, i que, existiendo sus resultados, era inútil repetirla. El Senado acordó: "Que el señor senador Ovalle i Vivar, en cuyo poder paran aquéllos, los presente al Senado para la sesión siguiente."

Continuó la discusión del reglamento de justicia, i se aprobaron las observaciones hechas, desde el artículo 119 hasta el fin, como quedan anotadas en el apunte de deliberaciones. En su consecuencia, dándose por concluida la discusión de este reglamento, se decretó: "El Senado espondrá al Supremo Director las observaciones que ocurren sobre la iniciativa de lei del regla mentó de justicia."

Los señores Ministros de Relaciones Esteriores i de Guerra se personaron a la Sala, de parte de S. E., el Director Supremo, i el primero dijo: que Chile se hallaba tal vez en la situación mas espinosa de su carrera política; que el Perú exijia por su Plenipotenciario una contestación terminante sobre si se remitía o nó la espedicion que se le tenia prometida; i que, siendo éste un negocio que requería el mayor pulso i tino, para no comprometer la suerte del país, la salud de nuestros hermanos del Perú i, sobre todo, la buena fe del Gobierno, S. E. tenia a bien consultar la contestación que debia dársele. Hizo manifestación de los documentos de su referencia i de las jestiones practicadas en el Consejo de Estado; i enterado el Senado contestó que, tomado en consideración este negocio con la debida circunspección, se comunicaría a S. E. su resolución.

En este estado, se levantó la sesion. —Agustín de Eyzaguirre. —Pedro Ovalle.


ANEXOS editar

Núm. 277 editar

El Director Supremo tiene la honra de acompañar al Senado Conservador copia de la comunicccion que le ha dirijido el Excmo. e Iltmo. señor Arzobispo de Filipi i Vicario Apostólico. Por ella se convencerá el Senado de la necesidad que se presenta de crear e instituir en Chile un Comisario Jeneral de Cruzadas, para la ejecución del privilejio de la bula, i en atención a ser este destino de nueva creación, el Director Supremo lo pone en la alta consideración del Senado, para que se sirva dictar la resolución que estime conveniente, en la intelijencia que el espresado destino debe servirse sin sueldo ni gratificación alguna.

El Director Supremo protesta nuevamente al Senado los sentimientos de su respetuosa i distinguida consideración. —Palacio Directorial, Santiago i Marzo 24 de 1824. —Fernando Errázuriz. —Mariano de Egaña. —Al Senado Conservador.


Núm. 278 editar

El Ministro encargado del despacho de la Guerra tiene la complacencia de acompañar al señor Secretario del Excmo Senado la Constitución político-militar, que se sirve pedirle, en oficio de 18 del que rije, protestándole las consideraciones de su mas alto aprecio. —Ministerio de la Guerra, Santiago, Marzo 24 de 1824. -D. J. Benavente. —Señor Secretario del Excmo. Senado.



Núm. 279[1] editar

Legación Peruana
 

Señor Ministro:

Con fecha 12 del próximo pasado Diciembre, se me comunica desde Lima, de órden de S. E. el Libertador, lo siguiente:

"El 10 del corriente, ha entrado en el Callao el señor coronel Sánchez, procedente de Arica, i comunica la funesta ocurrencia de haber dado a la vela, Coquimbo, la espedicion chilena, últimamente venida de ese Estado a las órdenes del señor coronel Benavente, i el cuerpo de tropas que mandaba aquí el señor jeneral Pinto. Cualquiera que sea la causa de este movimiento, pone al Perú en una situación terrible, i a S. E., el Libertador, en un conflicto con que no contaba.

"Cuando los sucesos del Norte, en que las tropas i el pueblo mismo de Trujillo, alarmados contra el señor Riva Agüero, lo entregaron a disposición del Gobierno lejítimo, hacian ver un horizonte mas claro, la falta de cooperacíon de las tropas de Chile acibara en gran parte el pla cer de aquellos acontecimientos, i el término de divergencia del Norte no es tan fructuoso como debia ser. S. E., el Libertador, que marchó de esta capital, desde el 11 de Noviembre, con una fuerte división de tropas unidas hácia Huaraz, con el doble objeto de mediar con Riva Agüero i de pasar oportunamente la cordillera, ha visto logrados sus designios por el patriotismo de los peruanos, i por los medios que empleó para situarse ventajosamente: de modo que ni los partidos pudiesen ser funestos a esta República, ni el enemigo aprovecharse de ellos; pero S. E. ve frustrado en una parte esencial su plan de operaciones.

"El Libertador ha deseado siempre i lo ha manifestado francamente al Gobierno de Chile, que las tropas de ese Estado, o se dirijiesen lo mas al sur posible, i emprendiesen sus operaciones bajo la inmediata dirección de ese Gobierno, o viniesen todas al Callao para darles la dirección conveniente. Esta última determinación la comunicó al jefe de la espedicion por medio del coronel Sánchez, i solo al Gobierno de Chile ha manifestado la primera. Actualmente, señor Ministro, permítame US. que le haga presente la situación de este país i la en que va a encontrarse el Libertador. Si la división chilena que ha regresado a Coquimbo, no recibe órdenes de su Gobierno de obrar inmediatamente por el Sur para internarse en Potosí por Atacama o Tarapacá, auxiliada de cuanto es necesario por ese Gobierno i bajo el plan que S. E., el Libertador, ha indicado en diferentes ocasiones a US. para que lo espusíere a la sabiduría del Gobierno de Chile; todas las tropas españolas, libres de temores por el Sur, convertirán su atención al Norte, i cargarán en una masa considerable sobre el Libertador, que actualmente no puede oponerles otra igual, ni en número ni en clase. En esta situación no se necesitan reflexiones para calcular el resultado, aun cuando S. E . esté dispuesto a hacer por el Perú esfuerzos inauditos i servicios costosos; pero, sí el Gobierno de Chile, constante en los principios de jenerosidad i de mutuo Ínteres que le estimulan a obrar de acuerdo contra el enemigo común, dispone que las tropas que han regresado a Coquimbo, reforzadas poderosamente si es posible por otros cuerpos de ese Estado, marchen a ocupar el Potosí i demás provincias del Alto Perú, entonces el enemigo tendrá que mantener necesariamente en el Sur una fuerza considerable, i no podrá traer al Norte una que sea superior a la que actualmente está a las órdenes de S. E., el Libertador, i que pueden aun aumentarse poderosamente con los cuerpos veteranos de Colombia, que ha pedido S. E . i de los cuales se sabe que han salido de Panamá cerca de dos mil con dirección a Trtijillo, i con las mas tropis que se esperan sucesivamente; pues, S E., luego que llegó a esta capital, pidió al Gobierno de Colombia tres mil hombres mas, fuera de otros tantos que habia pedido ántes.

Es bien sabido lo difícil que es el embarque i conducción de tropas de lugares tan distantes, el tiempo que se emplea en estas operaciones i las pérdidas que se sufren, i es también notorio el estado de miseria a que está reducido el Perú i que no tiene nada con que contar en su Tesoro, ni crédito, ni recursos de ningún jénero, miéntras su situación sea tan difícil i tan peligrosa; i de consiguiente, toda operacion es aquí doblemente lenta i tardía, por no decir imposible. Entretanto el enemigo, obrando con suma rapidez, debe volar al Norte a ver si logra batir las fuerzas del Libertador, ántes que reciba estos refuerzos i ántes que note su disposición de resistirlo. Mas, una invasión por el Sur le quitaría el carácter decisivo que puede tomar, i lo pondría en estado de ser débil en los estremos de una línea inmensamente prolongada. Sin embargo, el enemigo, cualquiera que sea la invasión que se haga por el Sur, parece probable que cargue la mayor parte de sus fuerzas al Norte, donde existe un ejército que es el único que por ahora lo alarma i le impide la posesion de este país. I esta es, señor Ministro, la oportunidad de que obren con buen suceso las tropas del Sur.

Cuando S. E ., el Libertador, marchó al Norte, contaba con las tropas de Chile, de la Plata, de Colombia, i contaba con el sometimiento de las de Riva Agüero, para hacer un ataque de frente al enemigo, con un ejército mui respetable; pero el funesto e inesperado suceso de la vuelta del ejército chileno a su país, desconcierta su plan, anula su designio i le impide esperar los resultados que se prometía, i ménos aventurar la suerte de esta República a un combate desigual, que perdido seria funesto para todos los Estados limítrofes.

En este estado, señor Ministro, creo de mi deber hacer a US. esta esposicion, para que se sirva someterla al Gobierno de Chile que, penetrado de la crítica situación de los intereses americanos en el Perú, adoptará la medida de continuarle sus jenerosos i eficaces auxilios, del modo que su sabiduría tenga a bien, atreviéndome a recomendarlos cordialtnente en obsequio de una causa que nos es comnn; i para que, sabiendo S. E., el Libertador, las medidas que adopte Chile, pueda arreglar su conducta de operaciones bajo principios ciertos i seguros, i no esponer de ningún modo la suerte de un pueblo que se le ha confiado. La brevedad o, mas bien dicho, la rapidez con que debe obrarse, no creo que se deba recomendar a un Gobierno que conoce el abismo que amenaza a esta República si se pierde un momento. I esta brevedad se hace tanto mas esencial, cuanto que el territorio que actualmente ocupan los patriotas, no puede sostener por mucho tiempo la masa de tropas que gravita sobre él."

Lo que trascribo a US. para que se sirva elevarlo al superior conocimiento de S. E., el Supremo Director. Acepte US. los sentimientos de mi aprecio. —Santiago i Enero 17 de 1824. —Juan Salazar. —Señor Ministro de Relaciones Esteriores don Mariano Egaña.



Núm. 280[2] editar

Con bastante anticipación al recibo de la nota de US., de 17 del corriente, escribió el Supremo Director a S. E., el Libertador, i yo al señor Ministro de Estado i Relaciones Esteriores del Perú, haciéndole presente la sorpresa que habia causado al Gobierno de Chile el arribo de la espedicion chilena que obraba en aquel territorio, i la firme intención del mismo Gobierno de hacerla regresar, organizándola entretanto, S. E., el Libertador, anunciaba el plan que debiese adoptarse de resultas de este suceso i el punto del regreso, i de continuar sus esforzados empeños por la defensa i libertad de la República peruana, objeto del mas alto Ínteres para las autoridades i pueblo chileno.

El Supremo Director manifestó al Congreso Constituyente i a la Nación que S. E. ni habia espedido órden ni comunicado instrucciones que aun indirectamente motivasen aquel inopinado regreso, i con el candor que le anima, significó los motivos en que el señor jeneral Pinto apoyaba su determinación, copiados literalmente de la nota que este jeneral dirijió al Ministerio de la Guerra. Añado ahora a US. que son evidentes i urjentes las razones con que US. demuestra la necesidad de que vuelva la división al Perú; que este Gobierno está mui penetrado de ellas, i creeria faltar a lo que debe a la América, al Perú i al mismo Chile, si 110 empeñase sus esfuerzos a este fin.

Acepte US. los sentimientos, etc. —Santiago, Enero 22 de 1824. —Al señor Plenipotenciario don Juan Salazar.


Núm. 281[3] editar

Enterado por mí el Supremo Director Delegado de lo que US. espone en su honorable nota, de 17 del corriente, sobre las escaseces de numerario que esperimenta el Perú, S. E. no ha podido ménos de sentir tamaños males, i tanto mas, cuanto que la situación actual del Erario de Chile, lo ponen en la imposibilidad de hacer lo que desearía en alivio i obsequio de aquel Estado.

El único recurso que ha tenido Chile para poder hacer algunos sacrificios en favor del Perú, fué el empréstito contraído en Inglaterra; pero, habiéndose cedido casi la tercera parte de éste, i habiéndose amortizado por valor de un millón de pesos del mismo, conforme a las disposiciones que dictó el Cuerpo Lejislativo, resulta que en el dia ya no existe cantidad alguna de dicho empréstito de que pueda disponer este Gobierno.

Estos hechos cue son notorios; la necesidad de haber de cubrir los réditos de este préstamo por el espacio de dos años, del mismo capital; la parte invettida en la compra de pertrechos para la Marina, i finalmente la que US. sabe se ha prestado al Gobierno que representa, han agotado enteramente este recurso, que era el único del cual se hubiera podido disponer para cumplir el encargo confiado a US. por su Gobierno, acerca de contraer un nuevo empréstito con este Estado.

S. E., el Supremo Director, i yo, por mi parte, nos persuadimos que a la penetración de US. no se ocultará el estado presente de este país, i que hará al Gobierno la justicia que merece por los innumerables sacrificios que ha hecho en favor del Perú, convenciéndose, al mismo tiempo, que, si en la actualidad no accede a la solicitud que US. entabla, es únicamente porque se ve en la absoluta imposibilidad de poderlo verificar.

Con este motivo, etc. —Santiago, Enero 22 de 1823. —Al Ministro Plenipotenciario don Juan Salazar.


Núm. 282 editar

Legación Peruana
 

Señor Ministro:

El secretario jeneral del Libertador me dice, con fecha 18 de Enero último, que escribe a US., de órden de S. E., sobre el regreso de la división i puntos donde debe dirijirse, confiado en los jenerosos ofrecimientos de este Gobierno de empeñar sus esfuerzos a este fin. El Libertador desearía que fuese mandada por sus mismos acreditados jefes para operar conforme a sus planes; i que en caso de que S. E., el Director, haya dispuesto de la división, se remitan prontamente otros cuerpos, porque en la brevedad consiste el dichoso i seguro suceso de la próxima campaña.

S. E. también solicita que vaya con preferencia toda la caballería posible; porque con la disolución que sufrió el ejército peruano i apresamiento de la Mackenna, se han perdido los escuadrones de húsares, i reunidos algunos cuerpos chilenos de esta arma con los de Colombia, formarían una masa respetable capaz de imponer al enemigo i borrar la ilusión que se conserva por su caballería. Pero repito a US., señor Ministro, que esta operacion debe verificarse lo mas pronto posible, es decir, ántes que, por la entrada del verano en las sierras del Perú, se pongan los enemigos en aptitud de obrar activamente sobre la capital i provincias del Norte.

US. se servirá anunciar a S. E., el Director, que me hallo autorizado para darle todas las seguridades necesarias por parte del Libertador, sobre que las tropas chilenas serán tratadas con la consideración posible, que se les proporcionará subsistencia, se les repondrá el vestuario i equipo i que, en todo, serán atendidos mas que los cuerpos de Colombia.

La esposicion que me hizo US., con fecha 22 de Enero último, sobre los esforzados empeños de S. E., el Director, para organizar la división i hacerla regresar al Perú, luego que el Libertador anunciase el plan que adoptase, no me permite ni aun dudar que se realizarán los justos deseos de S. E ., porque, según me indicó US. entonces, este Supremo Gobierno está mui penetrado de las urjentes razones en que se fundan, i creería faltar a lo que debe a la América, al Perú i al mismo Chile, si no empeñase sus esfuerzos a este fin.

Dígnese US. admitir los sentimientos de mi consideración i aprecio. —Santiago i Febrero 24 de 1824. —Juan Salazar. —Señor Ministro de Relaciones Esteriores don Mariano de Egaña.


Núm. 283 editar

Legación Peruana
 

Señor Ministro:

S. E., el Libertador, confiado en la remisión de los auxilios ofrecidos últimamente por Chile, ha formado su plan de operaciones contra el enemigo calculando sobre ellos; i seguramente vería malogrados sus inmensos afanes si, por algún inesperado acontecimiento, no regresase oportunamente la división que este Supremo Gobierno se comprometió a dirijir al Perú, luego que recibiese el primer aviso de S. E., el Libertador.

S. E., el Director, sabe con bastante anticipación que para lograr un suceso dichoso contra los españoles, es necesario abrir la campaña tan instantáneamente como termine el invierno en las sierras que ocupan; porque si se les da tiempo para que aglomeren sus masas en los puntos que van a servir de teatro a la guerra, los harán impenetrables a los nuestros cuando no les causen reveses que probablemente evitarán comprendiendo en el próximo cese de aquella esta ción. La salida de la escuadra española también es otro motivo poderoso para apresurar el regreso de la división; porque dentro de pocos dias se presentará en estos mares i nos privará por su superioridad de toda comunicación con el Perú.

Entonces no habrá modo de auxiliarle, i los enemigos, aprovechándose de tan tremendas circunstancias, recobrarán fuerzas bastantes para dominarle, i quizas para completar la esclavitud de Sud-América con los grandes recursos que sacaren de allí.

S. E., el Director, conocerá que no son estas las reflexiones que sujiere el noble ínteres que tomo por la defensa de mi país, sino verdades fundadas en datos incontestables que en breve se confirmarán, si se retarda la reunión de los auxilios ofrecidos a S. E., el Libertador.

La íntima persuacion que tengo de ellos me obliga a exijirde este Supremo Gobierno, a nombre de S. E ., que se me conteste terminantemente i con la brevedad posible, sobre cuáles son los medios de cooperacion con que contribuye este Estado para la defensa del Perú i el tiempo en que se realizarán.

Suplico a US. se digne elevar esta comunica cion al conocimiento supremo de S. E., el Director Delegado, para los fines consiguientes, i admitir las sinceras protestas de mi aprecio. —Santiago i Marzo 5 de 1824. —Juan Salazar. —Señor Ministro de Relaciones Esteriores don Mariano de Egaña.


Núm. 284 editar

Luego que arribó a Coquimbo la espedicion chilena que obraba en el Perú, el Supremo Director espidió órdenes prontas i vigorosas para que se reorganizase en aquel mismo punto i se preparase para dirijirse al punto que S. E. le indicase. Al mismo tiempo fué que el Supremo Director escribid al Excmo. Señor Libertador, Simón Bolívar i al Gobierno del Perú, anunciándoles que esta espedicion volvería a aquellos, puntos, en conformidad, no solo de los deseos de S. E., sino también del terminante decreto del Congreso de Chile.

En tales circunstancias, las noticias de la conclusión de la guerra de la Península i de la cooperacion que el Gabinete francés podria querer prestar a la España en sus negocios domésticos, decidieron al Supremo Director a ocupar a Chiloé, punto interesantísimo de Chile i que los avisos recibidos de Europa designaban como próximo a ser ocupado con una espedicion francesa i española. US. es testigo de los males que en aquellos dias empezaron a causar los enemigos aliados en Chiloé i cómo infestaron nuestras costas de corsarios, interceptaron nuestro comercio, redujeron a la nada las entradas del Erario, i fomentaron una insurrección en la provincia de Concepción, amenazada de una invasión por Valdivia del jeneral Quintanila.

En tan apurados momentos, conoció el Supremo Director que no habia otro medio de salvación que ocupar inmediatamente a Chiloé. Las circunstancias de aquel Archipiélago son tales que, para sil ocupacion, no exijen la necesidad de una campaña dilatada sino de un solo golpe de mano, i en el mes de Marzo debia terminar feliz o desgraciadamente la empresa. Los intereses mismos del Perú i de toda la América dictaban esta medida con preferencia, sobretodo si ella, como se calculaba, no impedia la remisión de auxilios al Perú, puesto que el aviso de S. E., el Libertador, del punto a donde habia de dirijirse la espedicion chilena debia llegar, verificado ya o al verificarse el ataque de Chiloé, i por consiguiente, en situación que pudiesen las tropas emprender su marcha al Perú, desembarazadas de aquella atención. Tuvo, pues, el Supremo Director que echar mano para atacar a Chiloé de parte de las tropas venidas del Perú. A la fecha deben ya obrar sobre aquel Archipiélago, i mui en breve tener aquí la noticia del éxito de la empresa.

He creído conveniente hacer a US. esta esposicion, para manifestarle los motivos por que en el dia no puede regresar la espedicion auxiliar de Chile; pero el Supremo Director me ordena prevenir a US. que, para el 12 de Mayo, pondrá en las riberas de Valparaíso (o bien sea en las de Valdivia, sobre que avisaré a US. con la competente anticipación) una fuerza de 3,000 hombres, pero que en ningún evento bajará de 2,500. US. para entonces tendrá listos los buques 1 víveres necesarios para el trasporte.

Dios etc. —Santiago, Marzo 17 de 1824. —Mariano de Egaña. —Al señor Plenipotenciario del Perú.


Núm. 285[4] editar

Legación Peruana
 

Señor Ministro:

La nota que se sirvió US. dirijirme ayer, contestando a las mías, del 24 del pasado i 6 del corriente, me ha causado una sorpresa tan estraña como difícil de esplicar.

E1 Libertador tiene espuesta mui anticipadamente a este Gobierno la carencia absoluta de recursos que hai en el Perú para continuar la guerra, i cuando resolvió que el señor jeneral Pinto viniese a Coquimbo con la división auxiliar, manifesté a US., en 26 de Noviembre próximo pasado, los poderosos motivos que impulsaron a S. E. para tomar semejante determinación. En diferentes ocasiones, los he repetido a US., i mui particularmente, en mi nota del 17 de Enero, sobre la negociación del empréstito. Así S. E., el Director, ántes de escribir al Libertador, en 16 de Diciembre próximo pasado, acerca del regreso de la división, estaba instruido de la situación miserable del Perú, i que no se encontraban allí ningunos elementos de defensa. US., entonces ni despues anunció al Libertador, como era natural, que no corrían a cargo de Chile los gastos que ocasionase el regreso de la división, a pesar de comunicarle su pronto envío, i reiterar yo a US. mis instancias para que se verificase ántes de la entrada del verano en las sierras del Perú. Por consiguiente, este Supremo Gobierno convenia en hacer los gastos sin contar en lo menor con el Perú, pues de lo contrario lo habría comunicado oportunamente a S. E., el Libertador, i US. no habría omitido insinuarme esta necesidad para que solicitase arbitrios como costearlos, ántes que llegase aquella estación. Ahora que a va empezar, i cuando la división debia hallarse en camino para que no se malograse por terecera vez la campaña del Perú, se sirve US. anunciarme que el 12 de Mayo próximo se pondrían en las riberas de Valparaíso tres mil hombres o dos mil quinientos, i que tenga listos los buques i víveres necesarios para su trasporte. Si US. calcula el tiempo que resta, advertirá que apénas alcanza para informar de este inesperado suceso al Libertador i recibir su contestación, i que en tan estrecho término es imposible solicitar numerario en un país completamente agotado en recursos i arbitrios de todo jénero.

De esto se deduce que la división auxiliar no vuelve al Perú, o que, en caso de verificado en la fecha citada, se falta a la combinación por remitirla estemporáneamente, i que Chile, anulando sus públicos i solemnes ofrecimientos se constituye responsable al Perú de los males que sufriese, si las armas del Libertador tienen un reves.

En cumplimiento de mi ministerio, debia hacer a US. algunas reflexiones sobre los demás puntos a que se contrae su esposicion, para manifestarme los motivos por que no puede regresar en el dia la división; pero desentendiéndome de ellos, por considerarlas ya inoportunas, me limitaré a decir a US. que contiene varios hechos difíciles de sostenerse por los anacronismos en que se fundan.

Ultimamente, señor Ministro, deseando S. E., el Libertador, que no se multipliquen los grandes desastres que han sobrevenido a aquel Estado, por no haberse dirijido la división auxiliar de Chile en el mes de Junio póximo pasado, i haber el señor jeneral Pinto desobedecido sus órdenes, me previene que exija de este Supremo Gobierno una esplicacion clara i terminante de sus instrucciones cooperativas en favor del Perú.

Espero que US. se dignará conseguírmelas de S. E., el Director Delegado, i participármelas con la brevedad posible para proceder a lo que demanda el derecho de las Naciones.

Reitero a US. los sentimientos de mi mas alta consideración i aprecio. —Santiago, Marzo 18 de 1824. —Juan Salazar. —Al señor Ministro de Relaciones Esteriores del Estado de Chile don Mariano de Egaña.


  1. Este documento ha sido trascrito del volúmen titulado Gobierno i Ajentes Diplomáticos del Perú en Chile, años 1823 a 1834, del archivo del Ministerio de Relaciones Esteriores. (Nota del Recopilador.)
  2. Este documento ha sido trascrito del volÚmen titulado Correspondencia: Documentos dirijidos por Relaciones Esteriores, tomo I, del archivo del Ministerio de Relaciones Esteriores. ( Nota del Recopilador.)
  3. Este documento i los siguientes hasta el 284 inclusive, han sido trascritos del volúmen titulado Correspondencia: Documentos dirijidos ptr Relaciones Esteriores, tomo I, del archivo del Ministerio de Relaciones Esteriores. ( Nota del Recopilador.)
  4. Este documento ha si lo trascrito del volúmen titulado Gobierno i Ajentes Diplomáticos en Chile, años 1823 a 1834, del archivo del Ministerio de Relaciones Esteriores. (Nota del Recopilador.)