Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de la República de Chile/1811/Manifiesto de don José Miguel Carrera en el cual justifica la disolución del Congreso, en 4 de diciembre de 1811

Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de la República de Chile (1811)
Manifiesto de don José Miguel Carrera en el cual justifica la disolución del Congreso, en 4 de diciembre de 1811
LXXXVI
MANIFIESTO DE DON JOSÉ MIGUEL CARRERA, EN 4 DE DICIEMBRE
DE 1811, EN EL CUAL JUSTIFICA LA DISOLUCION DEL CONGRESO


MANIFIESTO DE DON JOSÉ MIGUEL CARRERA

Para que se convenza el reino entero de la justicia con que Santiago se revolvió en dos de este diciembre hasta suspender el ejercicio de la última corporacion de su gobierno, es preciso desnudarse absolutamente de todas las ideas halagüeñas, sorprendedoras que puede sembrar el partido i la cábala. Cuanto mas grande una empresa tanto deben prepararse los ánimos políticos a recibir con desimpresion su noticia. Santiago presenta a una disertacion racional el plan de sus obras. No se prevenga el espíritu con odio, i la reflexion decidirá el acierto.

Debe confesar Chile i la América entera que el abandono la sepultó en una ignorancia política, absoluta hasta despues de tres siglos de su descubrimiento. Así, es necesario que, cuando medita el plan de su rejeneracion i de su libertad, dirija sus pasos por el verdadero sendero de su fin, i beba principios que le alumbren el principio de esa verdad.

Es constante que, separado el trono, el rei cautivo, los pueblos de la monarquía española reasumieron esclusivamente la posesion de la soberanía que le habian depositado; e instalada la rejencia del interregno i sus córtes jenerales estraordinarias de un modo ilegal, ellas no tuvieron autoridad bastante para estenderse sobre los dominios de ultramar. Chile, por eso, suspende su reconocimiento i deferencia ciega para despues de salvado este vicio, sin dividir la unidad del cetro a que se sometieron sus abuelos. No era conducta política que la América se mantuviese en esclavitud opresiva miéntras la España misma obra por su reforma i se empeña en el restablecimiento de su libertad. Mil mandatarios del gobierno antiguo i peninsulares del tiempo nuevo han entregado traidoramente al enemigo comun las plazas de su atencion, i se han vuelto al partido frances. Los vasallos mas leales no debieron esponerse a una dominacion estranjera i la mas aborrecida por recibir sin tino mandones desconocidos. Cuando ellos protestan principalmente la consecuencia de su suelo al monarca mas querido, en nadie deben depositarla mejor que en los hermanos de su confianza. Hé aquí el fundamento incontestable de establecerse juntas i de suspender el sistema pasivo de recibir órdenes, de que tomó ejemplo en la misma Península. Los gobiernos de España, convencidos de la justicia del procedimiento americano, aprueban su nuevo método de organizacion política. Pero debió su sistema parar en el estado de provisorio hasta que el último resultado de la Península o el desplome de su metrópoli abra el hueco en que ha de fijarse con inmovilidad la primera base de su libertad i de su independencia. Este es el órden de ponerse en el fin majestuosamente i sin peligros. Como para acertar en las obras de primer órden se necesitan innumerables combinaciones i grandes principios, no es estraño que las yerre por la primera vez un pueblo pobre de ilustracion, a causa del abandono que lo ha tenido muchos siglos en una absoluta orfandad política, reducido a un sistema puramente colonial i servil. Chile debe conocer i confesar los defectos que padeció el nuevo gobierno de su revolucion. Esta confesion le traerá la confianza de todas las naciones. Cuanto mas degradante un vicio, tanta recomendacion acarrea a quien obra por salvarlo.

Chile, donde no llegaron jamas publicistas, ni los autores de ese derecho que era desconocido en las escuelas, no pudo tener las nociones políticas indispensables en la mutacion de un sistema radicado desde trescientos años en sus provincias i en toda la monarquía que lo ha dominado. Así es que, cuando todos sus tribunales deben ser provisorios, se adelantó a instalar el Congreso, asamblea que solo puede principiar cuando llegue el tiempo de erijir el edificio grande, soberbio, duradero i perpétuo de una independencia absoluta.

No se necesita tamaña novedad para la insecucion de una lei española o modificacion de otra. Su objeto es con esclusion lejislar; i los cuerpos lejislativos solo son precisos i empiezan con efectos i oportunidad cuando llega el término de levantar códigos de constitucion nueva.

Las determinaciones del Congreso han sido de efecto consiguiente a su importunidad i prematura instalacion. El tirano, el déspota, el egoista i el ignorante han tenido asiento i voz en esta corporacion que solo es digna i respetable cuando la presiden la sabiduría, la justicia i todas las virtudes. Sus actas i decisiones harian la ignominia eterna de Chile si, sacudido el letargo en que lo adormeció profundamente una deferencia i confianza sin límites, no volviese los ojos a la conducta de sus mandones, i corriese a cortarles el vuelo.

Un cuerpo nulo desde el plan de su instalacion no podia corresponder en sus obras sino con vicios intolerables. Los pueblos elijieron diputados ántes de contar el número de sus habitantes i ántes de saber el de los que les correspondian. Así es que un campo de cuatro ranchos tuvo tanta representacion como el vecindarío mas numeroso, i éstos, en otra parte, excedieron el coto lejitimo de su aumento respectivo. Cometió Chile los mismos vicios de que procede la nulidad de las córtes españolas, que repite.

Muchas de las personas que recibieron semejante comision eran tachadas, esencialmente, por las propias actas de la junta provisoria que provocó a eleccion. Pero se admitieron, sin embargo, porque no convenia al espíritu de partido, i los dignos fueron rechazados.Debió separarse del complot todo estorbo que atacase los influjos de la parcialidad.

El nombramiento fué efecto de la cábala, del resorte i del empeño. No elijieron dos provincias un vecino, i muchas ni a un americano; al paso que, sin eleccion de otras, arrebataron algunos su representacion contra su propia voluntad. Hombres que no las habian habitado, ni conocido, tomaron a su arbitrio la decision de sus derechos i de su felicidad. En ninguna sesion se completó el número de vocales, i muchos partidos aun no lo tienen, siendo indispensable su lleno para cualquiera de sus obras; todas empezaban cerca de medio dia, i duraban mui poco tiempo que, gastado en injurias personales i articulaciones indecentes, mejor hubiera sido evitarlas. Un tercio del Congreso elejido tenia a su cargo la formacion de lejislaciones, debiendo salir de todo él en su plenitud entera. Empero sus funciones, el cuerpo lejislativo, ántes de declararse con jurisdiccion al efecto, no se acordó de sancionar en la gran cuestion del reconocimiento de corte, cuya negativa era el paso prévio, preciso para meterse en constitucion nueva, i teniéndola desde ántes hecha por los viejos de la monarquía, olvidaron absolutamente su reforma o reprobacion, tan necesaria a nuestro decoro para documentar majestuosamente la justicia de novaciones. Ibamos con violencia al fin de la empresa, ántes de jeneralizarse i radicarse el sistema; ántes de cubrir el reino contra invasiones que lo amenazan en su mismo centro i con temibles de lo esterior; i ántes de asegurarse un fondo público, que es la forma sustancial de la consistencia de los gobiernos i les da representacion indispensable, principalmente cuando un estado va a hacerlas en cabeza a la frente del mundo. De otro modo, espuesto a vaivenes i sin firmeza ni cimiento, se desplomará al primer choque. ¿Es posible una metamorfósis momentánea en los ánimos cuando se les arranca el sistema de su educacion, ni el conjunto milagroso de esas demas innumerables circunstancias que faltan a Chile?

La capital protesta que habia entre los diputados congresales hombres de bien, sabios i patriotas. Pero sus pensamientos, sus intenciones i sus clamores cedian a la multitud de sufrajios. Llegaron, al fin, algunos de los lejisladores al, estremo de retirarse enteramente permitiendo la orfandad de su provincia i entregándola a un suplente, que, tan falto de nociones como el principal, llegaba, sin objeto, a ocupar un asiento, o, lo mas cierto, a servir de apoyo i aun de órgano en que resonaba la voz de ideas ajenas. ¿Cuál provincia hizo instrucciones a su representante, i cuáles se observaron i repitieron?

Se rasgó enteramente la máscara hipócrita, que evitó por algun tiempo el escándalo, i a unos i a otros dió esperanza de enmienda. Las pasiones i la arbitrariedad se presentaban con descaro sobre la hombría de bien, sobre la honradez i el patriotismo; los oprimian con fuerza i amenazaban de muerte. No se oian los gritos de los pueblos ni los títulos mas respetables en la eleccion de un apoderado; se rechazaban si no estaba en faccion. Se multiplicaron las confinaciones, los despojos i la calumnia contra hombres intachados. No encontraba proteccion el que reclamaba su derecho; ni aun conseguia audiencia cuando su solicitud era solo por la formacion de un proceso, i provocando a la pena que le convenciese un crímen clasificado. Si es de riesgo en los estados la division de la soberanía, por las competencias que motiva la diversidad de pensamientos i sistema en la restriccion de jurisdicciones ¿cuántos males traeria a la capital de Chile el cuerpo lejislativo en los términos que se hallaba espuesto?

La menor disposicion mas necesaria i urjente era retrasada mucho tiempo miéntras se deslindaban tales artículos. Ninguna prevencion tenia efecto, i estaba en peligro la seguridad del reino. Sus provincias iban infeliz e inocentemente a su ruina. Pero Santiago, a quien nada desvela como la felicidad jeneral e individual de sus hermanos, hizo reflejar el dia dos de diciembre el lucero de la justicia i de la razon sobre los derechos de la patria.

La anarquía nos desvastaba, i la justicia clamaba por el órden. El mal era grave i exijia remedio pronto. El pueblo, tiranizado i sofocado del despotismo, no podia descubrir la cara para representar su situacion. Los buenos patriotas la lloraban en el retiro i en papeles anónimos, que eran desatendidos e increpados. Sus autores se perseguian con pesquisas i amenazas terribles. Desenvainaron, por último, los malvados el cuchillo de la perfidia i meditaron dar traidoramente la noche del veinte i siete anterior un golpe decisivo contra la salud jeneral, contra la vida de todos i anegar la patria en la sangre de sus hijos. ¡Hasta dónde habia llegado la maquinacion i la sed insaciable que alimentaba la tiranía mas injusta! No falta quien atribuya a una parte del Congreso proteccion de los planes de esta empresa. El proceso contra los conjurados, cuyo sumario se ha retardado injustamente, descubrirá la verdad. El ciudadanato en su última agonía política i natural recurrió a la tropa, i, no pudiendo ella ensordecer con indolencia a una queja que le tocaba tan de cerca, hizo suya la demanda, le protestó su adhesion i la uniformidad de sus sentimientos. Los militares se replegaron en sus cuarteles, i, sin permitir que la bayoneta ni el cañon tuviesen parte en la obra de la libertad, representaron racionalmente los clamores de sus hermanos. Todas las familias entónces, trocando las lágrimas lúgubres que les hizo verter la antigua opresion en las deliciosas i tiernas del júbilo o de la alegría, se presentaron en la plaza mayor llenas de confianza a festejar el buen resultado de su revolucion, que les adquirió el órden, la tranquilidad, el sosiego i la reintegracion en la posesion de sus imprescriptibles i sagrados derechos, de aquellos derechos que les dió la naturaleza misma en su jeneracion, i que les arrebató i usurpaba la tiranía.

Ya les acompañaron las tropas, que, depuesta un momento su fuerza bizarra, i olvidadas del plomo desolador, hicieron salva en honor de la patria, miéntras el estado decente elevaba sus clamores al santuario cantando gracias a la Providencia por su proteccion decidida. Fué estraordinaria la jeneralidad de los vivas, i sin excepcion el contento público. Tuvo ventaja notable el partido del buen sistema. Santiago reposa en el lleno de su tranquilidad; i solo le falta uniformar las ideas de las demas provincias del reino, para que, como hermanas, le ayuden en esta empresa i lleguen juntas al cabo de la obra.

¡Chilenos! No consiga la maquinacion sembrar zizaña i desconfianzas entre los hijos de una madre i de unos sentimientos, si libertamos todos nuestro corazon de las pasiones que nunca deben el trono efímero sobre la razon.

Se suspendieron las sesiones del Congreso a instancia universal. Pero no porque falten los diputados i el nombre de ese cuerpo, quedan las provincias sin voz ni representacion en el gobierno. Está depositado en tres personas de la satisfaciion pública. Su número es el mas análogo a nuestra lejislacion, a nuestras costumbres, a nuestras circunstancias; i, no ocupando nada a esta ciudad tanto como el que todas las poblaciones del reino concurran con sus advertencias i con su ejecucion a la formacion del mejor de los sistemas, las convida i provoca a que asistan todas a la obra. Para ello, i porque se convenzan que desde hoi van a proceder con mas libertad, les previene que, mudando solo el nombre a los diputados antiguos, elijan sus procuradores que representen cerca del gobierno, siéndoles arbitrario dejar sus poderes en esta clase a los mismos representantes que tenian, elejir otros o retener en sí, en sus cabildos o en sus juntas, que se erijirán irremediablemente, el tiempo prefinido, la facultad de repetir sus derechos. Sus clamores serán atendidos con preferencia i tendrán efecto indispensable. El primer órden ha observado la inmortal Buenos Aires, cuya noticia recibimos felizmente por conducto seguro el mismo dia de la deposicion del Congreso i de la nueva reforma de nuestro sistema. Están uniformadas las ideas de ambos estados, i, cuando esta capital oiga como aquella la aprobacion de sus provincias interiores, que desea tanto i espera, entregará con satisfaccion al mundo entero un manifiesto exacto i mas individual de otros datos i documentos con que reserva confirmar entónces la lejitimidad de su obra.

Ha de acabarse la tiranía. Nos desvelamos por hacer consistir la libertad. Ea, chilenos, hermanos de nuestra primera atencion, identifiquemos nuestros pensamientos, i trabajemos todos juntos por conseguir plantear con firmeza el mejor de los sistemas. Arrostremos los peligros. La victoria es cierta si tenemos resolucion i consistencia en nuestros corazones. Somos impenetrables, i no hai enemigo que nos toque si no nos destrozamos entre nosotros mismos. Es respetable la barrera de nuestras tropas tendidas sobre las armas. Ellas activan sus ejercicios doctrinales, se preparan a la lid, se aumentan con aceleracion, i el valor chileno no se apaga sino con el vencimiento i con la última gota de la sangre del soldado. Despues de mui pocos riesgos, que son indispensables en la carrera penosa de la vida humana, correremos gloriosos a coronarnos en el templo del honor i de la virtud, colgando para nuestra memoria eterna el laurel de la victoria, tanto mas recomendable cuanto la cadena de los sucesos esté eslabonada de mayores precipicios. —Santiago, diciembre cuatro de mil ochocientos once. —José Miguel de Carrera. —Manuel Javier Rodriguez,secretario.