Sepa la cruel Melisa
Sepa la cruel Melisa,
Si a mi clamor se niega,
Que el que sin fruto ruega
Consigue aborrecer.
Entienda si con risa
De mí se burla altiva,
Que a mí no me cautiva
Quien me hace padecer.
Sepa que bien advierto
Que aunque el Amor hermosa
Me la pinte, y preciosa,
No es más que una mujer.
Pero eso, aun siendo cierto
Que es beldad atractiva,
A mí no me cautiva
Quien me hace padecer.
Conozca que el Amor
De la esperanza vive,
Y muere si concibe
Que no hallará placer.
Y así porque un rigor
De esperar más me priva,
A mí no me cautiva
Quien me hace padecer.
A otros su frenesí
Los degrada cuando hace
Que un rigor los abrace
Y un mal los haga arder.
Conmigo no es así;
No me encanta una esquiva,
A mí no me cautiva
Quien me hace padecer.