MORA, DON LUIS.

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Por Granada


Viene á todas las legislaturas, pero nunca tenemos el gusto de verlo. Tan luego como llega á Madrid, participa al congreso que no puede asistir por hallarse indispuesto, y quince días después pide tres meses de licencia para irse á restablecer su salud. En 1847 vino á fin de enero y se fué con licencia en 11 de marzo. En la segunda legislatura avisó no poder asistir en 25 de noviembre; pero en 11 de marzo pidió y obtuvo tres meses de licencia para recuperar su salud segunda vez quebrantada. En 15 de diciembre de 1848 se abrió la tercera legislatura, y en 2 de enero de 1849 obtuvo el señor diputado la tercera licencia. En la cuarta legislatura no lo hemos oído nombrar, y ...... En fin, para nosotros este señor es un duende que lo oímos, pero que nunca lo vemos. Puede S. S. creer que sin necesidad de asustar tanto al Congreso participándole el deplorable estado de su salud, puede irse y venirse cuando quiera, seguro de que no lo echarán de menos. Vamos, razón tenía el que dijo que los hombres no son mas que niños grandes.