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CALONGE, DON EUSEBIO.

Por Tijola, provincia de Almería.

Como buen militar es de los que quieren la supremacía de las armas en todo y por todo. En lo concerniente á su carrera descubre instrucción, pero es aficionado á meterse en otras honduras, y generalmente se resbala. Dotado de un genio extraordinariamente vivo, quiere hablar aunque no le corresponda, y es tan insubordinado cuando el presidente le interrumpe, que suele sostener con él los más injustos altercados.

Por los servicios que prestó en las ocurrencias del 26 de marzo de 1848 le ascendieron á mariscal de campo, después le nombraron gobernador de Madrid, y han sentido los moderados que le haya separado el gobierno de su destino, por dar más importancia á una etiqueta militar que á sus merecimientos.

Es joven, tiene buena voz y facilidad para expresarse.

Algunos de sus correligionarios dicen que su señoría es descontentadizo como los niños de Tijota.