BLANCO DE LA TOJA, DON JUAN.

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Por Chantada, provincia de Lugo.

Desde 1847 apareció tan descontentadizo, bullicioso y opuesto al gobierno, que concebimos la esperanza de que pronto se pasaría á la oposición con armas y caballo, pero nos engañamos completamente; sus maniobras no tenían otro objeto que ponerse á pública subasta, y los ministros pagaron su inutilidad con el más grande despilfarro. Le nombraron asesor de la superintendencia general de la Habana, que es uno de esos empleos monstruos que entre derechos y torcidos suelen dar al cabo del año más de 20,000 duros de utilidad.

Es pequeño, ronquito y tiene un color que en lugar de perder habitando en los trópicos, no será difícil que blanquee con la fuerza del sol.

Tiene mucha afición á gastar brillantes, gruesas cadenas de oro y otras zarandajas por el estilo.