ALONSO CORDERO, DON SANTIAGO.

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Por Astorga, provincia de León.


Sentimos que en el día se haya despojado de su traje provincial, porque con él ha perdido su originalidad. Los calzonazos y demás equipo de maragato que usaba este señor diputado, eran un matiz que resaltaba en el Congreso; la celebridad, empero, que tuvieron sus vestiduras, la tienen hoy su casa y su metálico.

No es de aquellos que creen que vale más ser cabeza de ratón que cola de león, pues siendo el primero y más elegante de sus paisanos, ha venido á ser en el mundo fashionable uno de los últimos que visten levita. Verdad es que este cambio no lo hizo espontáneamente, sino que así como otros se visten de maragato para sus fugas, él se vistió de levita para huir de la tiranía que en 1844 le condenó á muerte en garrote vil, omitiendo en el dictamen fiscal su nombre propio, y apellidándole de esta manera: «Al conocido por el maragato.»