Segunda respuesta del Alto Congreso Nacional al Comandante del navío de S. M. B. Standard, Mr. Fleming


La imprevisión con que los mandatarios del Gobierno antiguo prodigaron la Hacienda Real en edificios de lujo, y otros objetos de menor importancia, la trajo a nuestras manos debilitada de un modo que ha sido necesario usar de los exiguos ramos remisibles para costear un pie de Ejército no sólo indispensable para defender al reino de la fuerza armada del usurpador, sino, y muy principalmente, de sus maquinaciones e intrigas dirigidas a revolucionar estos dominios, cuya seguridad nos está encargada para mantener a nuestro desgraciado Soberano; por consiguiente, y a pesar de los mejores deseos, no contamos en el día con caudal alguno que poder enviar.

No ha producido hasta la fecha efecto alguno el aviso publicado al comercio para registrar a bordo del Standard del mando de V. S. sus caudales: seguramente es un efecto de estar tanto tiempo ha interrumpida la comunicación siéndoles inesperada esta preciosa ocasión.

Sírvase V. S. creernos los más interesados en la justa causa que sostiene nuestra nación, y es una en aquella, y este dominio bajo la protección de la suya que vemos como su mejor aliada y protectora.

Dios guarde a V. S. muchos años. Santiago, agosto 6 de 1811.

Manuel Pérez Cotazos.- Doctor Juan Zerdán.- Agustín de Vial, Secretario Diputado.

Señor Brigadier don Carlos Elfinstone Fleming.