Santoral
Viejo Osiris! Llegué hasta la pared de enfrente de la vida. Y me parece. que he tenido siempre a la mano esta pared. Soy la sombra, el reverso: todo va bajo mis pasos de columna eterna. Nada he traído por las trenzas; todo fácil se vino a mí, como una herencia. Sardanápalo. Tal, botón eléctrico. de máquinas de sueño fue mi boca. Así he llegado a la pared de enfrente; y siempre ésta pared tuve a la mano. Viejo Osiris! Perdónote! Que nada alcanzó a requerirme, nada, nada ...
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