Santa Teresa de Jesús (Lope de Vega)/Acto II
Acto II
Sale un ÁNGEL con una lanza y TERESA DE JESÚS. | |
ÁNGEL: | Si el corazón de Dios habéis herido |
TERESA: | Herid, herid con goldes más continos; |
(Vase; sale MARIANO de ermitaño, y la ABADESA, y PETRONA de motilona.) | |
MARIANO: | Qué, ¿ya está doña Teresa |
ABADESA: | Morirá dentro de un hora. |
MARIANO: | Por cierto, mucho me pesa; |
ABADESA: | Grandes muestras había dado. |
MARIANO: | ¿Al fin la han desahuciado? |
ABADESA: | Sólo su muerte se espera. |
MARIANO: | ¿Qué mal tiene? |
ABADESA: | Un accidente |
MARIANO: | ¿Qué habrá que este mal le dió? |
ABADESA: | Tres días debe de haber. |
MARIANO: | ¿De qué pudo suceder? |
ABADESA: | No lo puedo saber yo. |
MARIANO: | Sabe Dios lo que me pesa |
ABADESA: | Y ¿eso lo tenéis creído? |
MARIANO: | Eso será cosa cierta. |
ABADESA: | Vos la vendréis a ver muerta |
MARIANO: | ¿Remedios no se le han hecho |
ABADESA: | Todos cuantos se han podido; |
PETRONA: | Antes me parece, padre, |
MARIANO: | Contra Dios no hay resistir. |
ABADESA: | Ni contra la muerte hay artes. |
MARIANO: | Dios la eche a aquellas partes |
ABADESA: | ¿Queréisla ver? |
MARIANO: | Sí quería. |
ABADESA: | Pues vedla subida en calma. |
MARIANO: | Dios se acuerde de su alma; |
(Corre una cortina, y está TERESA como que se está muriendo.) | |
ABADESA: | Teresa está de esta suerte. |
MARIANO: | Por cierto, gran confusión; |
ABADESA: | Buen nombre dado le habéis; |
MARIANO: | Eso podéis hacer vos, |
ABADESA: | Padre, vos por ella orad, |
MARIANO: | A Dios la encomendaré, |
PETRONA: | Dígame, por vida mía, |
ABADESA: | Es un santo, |
PETRONA: | Y el Papa, ¿no le persigue? |
ABADESA: | ¿Qué es lo que dices? |
PETRONA: | Dirélo, |
ABADESA: | No entiendes bien lo que digo. |
PETRONA: | ¿Quién mi verdad interrumpe? |
ABADESA: | En medio de la oración, |
PETRONA: | ¿Hay tan gran bellaquería? |
ABADESA: | ¿Tú no ves que es fray Mariano, |
PETRONA: | Y dígame, ¿es de corona? |
ABADESA: | Téngate Dios de su mano. |
PETRONA: | El es un mal frailejón. |
ABADESA: | ¡Calla! |
PETRONA: | ¿Por qué ha de ser santo |
ABADESA: | ¿Quién vió mayor inocencia? |
PETRONA: | Pues conmigo, ¿qué servía |
ABADESA: | Petrona, quédate aquí; |
PETRONA: | Ruegue a Dios que no me duerma, |
(Vase; échase PETRONA a los pies de la cama; sale FRAY MARIANO haciendo oración.) | |
MARIANO: | ¡Sacro Pastor del cielo, |
(Suena una trompa en lo alto; aparecen la JUSTICIA, SAN MIGUEL, con un peso, y en lo bajo, un ÁNGEL y un DEMONIO.) | |
SAN MIGUEL: | Es el pleito, Señor, que se litiga |
DEMONIO: | Justicia pido. |
ÁNGEL: | Yo misericordia. |
MARIANO: | Señor, si con la vida ha de serviros, |
JUSTICIA: | Mucho puede conmigo un hombre justo; |
DEMONIO: | Justicia sacra, por sentencia tuya |
ÁNGEL: | Enfrena la soberbia, desbocado. |
DEMONIO: | En perdiendo la silla, perdí el freno. |
ÁNGEL: | Bien se echa de ver; Justicia sacra, |
DEMONIO: | Justicia pido. |
ÁNGEL: | Yo misericordia. |
DEMONIO: | Manda, señor, que muera; tenga efecto |
ÁNGEL: | Supuesto que si muere ha de salvarse, |
DEMONIO: | Temo. |
ÁNGEL: | ¿Qué temes? |
DEMONIO: | Que si ahora vive, |
ÁNGEL: | Siempre de judiciario te preciaste. |
DEMONIO: | Tan astrólogo soy como solía; |
JUSTICIA: | Viva doña Teresa. |
DEMONIO: | ¡Rabia en ella |
ÁNGEL: | ¡Vade retro! |
JUSTICIA: | Ha de vivir y ser gran sierva mía. |
ÁNGEL: | Todo viene a parar en fiel concordia. |
DEMONIO: | Justicia pido. |
ÁNGEL: | Yo misericordia. |
(Descúbrese una silla de fuego.) | |
JUSTICIA: | ¿Qué es esto? |
DEMONIO: | Ahora quiero que tú veas |
(Tiembla TERESA en la cama.) | |
MARIANO: | Grandes secretos son, Señor, los tuyos. |
JUSTICIA: | Volvióse a mí con amoroso pecho; |
DEMONIO: | Reniego de la luz que un tiempo tuve. |
JUSTICIA: | Asiéntese este auto que pronuncio, |
DEMONIO: | Qué, ¿tan poco aprovechan mis cautelas? |
ÁNGEL: | Gracias a Dios que salgo victorioso. |
DEMONIO: | Aquí de mi poder, aquí discordia. |
ÁNGEL: | Aquí de Dios, aquí misericordia. |
(Corren la cortina. Éntrase el ÁNGEL por una puerta y el DEMONIO por otra; sale la ABADESA y vuelve en sí TERESA.) | |
ABADESA: | Lleguemos, que vuelve en sí. |
TERESA: | ¡Ay de mí! |
MARIANO: | ¿Qué es lo que he visto? |
ABADESA: | Sin duda vuelve. |
TERESA: | ¡Ay, mi Cristo! |
ABADESA: | Lleguemos, padre. |
TERESA: | ¡Ay de mí! |
MARIANO: | Señora. |
TERESA: | ¡Ay Dios! |
MARIANO: | ¿Qué sentisteis? |
TERESA: | Vi que el Ángel... |
MARIANO: | Sosegaos. |
TERESA: | Vi que el Demonio... |
MARIANO: | Aclaraos. |
TERESA: | Vi la silla, y vi... |
MARIANO: | ¿Qué visteis? |
TERESA: | Que el alma en la boca tuve. |
ABADESA: | De frenesí ha dado indicio. |
TERESA: | Tengo turbado el jüicio. |
MARIANO: | ¿Qué es lo que visteis, señora? |
TERESA: | ¡Ay, padre mío! |
MARIANO: | Ya el accidente pasó. |
TERESA: | Con todo, le estoy temiendo. |
MARIANO: | Para mí, que el caso entiendo, |
TERESA: | Estuve para morir, |
MARIANO: | Sosegad un poco ahora, |
TERESA: | Ved que importa. |
MARIANO: | Volveré. |
TERESA: | Adiós, padre. |
MARIANO: | Adiós, señora. |
(Vase FRAY MARIANO y cubren a TERESA, y la ABADESA despierta a PETRONA.) | |
ABADESA: | Deo gracias. ¿Oye, hermana |
PETRONA: | Pues ¿quién dormía? |
ABADESA: | Estése otro poco, duerma; |
PETRONA: | Pasito, no hagan ruido; |
ABADESA: | Cuando la estaba llamando. |
PETRONA: | Más guardaré yo durmiendo |
ABADESA: | Pues sepa, hermana Petrona. |
(Vanse; salen TERESA y FRAY MARIANO.) | |
TERESA: | Ya, padre, buena me siento. |
MARIANO: | Sospecho que os ha sanado |
TERESA: | El supremo Superior |
MARIANO: | Por cierto extraño fervor, |
TERESA: | Voy fundada en humildad. |
MARIANO: | Preciosa joya es esa. |
TERESA: | Desde hoy, |
MARIANO: | Buen nombre habéis escogido. |
TERESA: | Como escogido en efeto. |
MARIANO: | El de Jesús es perfeto. |
TERESA: | Padre, regala el oído, |
MARIANO: | Vuestro parecer alabo. |
TERESA: | Es amoroso. |
MARIANO: | Y prudente. |
TERESA: | Leed, padre, la patente. |
MARIANO: | Bien decís, vamos al cabo. |
TERESA: | ¿Qué decís? |
MARIANO: | Que es obra hecha |
TERESA: | No quepo en mí de placer. |
MARIANO: | Mucho os queréis estrechar. |
TERESA: | Esta regla he de guardar: |
MARIANO: | La penitencia es doblada; |
TERESA: | Dios lo puede todo hacer. |
MARIANO: | A todo yo me pusiera. |
TERESA: | Créolo en verdad. |
MARIANO: | Sí, haría. |
TERESA: | Pues quizás seréis cimiento |
MARIANO: | Mujer, y ¿queréis fundar |
TERESA: | Mi padre, el poder de Dios |
MARIANO: | Aclaraos. |
TERESA: | En confesión, |
MARIANO: | Decid, pues. |
TERESA: | Confieso y digo, |
(Sale el DEMONIO.) | |
DEMONIO: | Mi traza importa. Es maraña; |
MARIANO: | Dudo, a fe. |
DEMONIO: | Padre, alguna ilusión fue |
MARIANO: | No fue Dios el que os habló, |
DEMONIO: | Bien me ayuda. |
MARIANO: | El demonio fue, sin duda, |
DEMONIO: | Discretamente la informas. |
MARIANO: | Esto que os he dicho creo: |
DEMONIO: | Dile que huya esas visiones. |
TERESA: | No hay duda que me poner. |
MARIANO: | Pues yo soy de parecer |
DEMONIO: | Eso es lo más importante. |
MARIANO: | Y cuando más no podáis, |
TERESA: | Riguroso, padre, andáis. |
MARIANO: | Vuestro bien voy entablando; |
TERESA: | ¿Que ésta os parece ilusión? |
MARIANO: | Es muy sutil el demonio |
DEMONIO: | Ya no tengo más que hacer. |
MARIANO: | Cuando venga esa ilusión, |
TERESA: | ¿Si me sigue? |
MARIANO: | Si porfía |
TERESA: | Cristo vaya en vuestra guía. |
NIÑO: | No temas; llega, mujer. |
TERESA: | Dulce voz, el pecho ablanda; |
(Va a huir y detiénela SAN PABLO.) | |
SAN PABLO: | Por aquí no has de pasar. |
TERESA: | Pues otra puerta sé yo |
(Vase a ir por otra puerta, detiénela SAN PEDRO.) | |
SAN PEDRO: | ¿A dónde huyes por aquí? |
TERESA: | Quisiera ser obediente. |
SAN PEDRO: | No dejas de serlo ansí. |
TERESA: | ¡Dios lo que importa me advierta! |
SAN PEDRO: | San Pedro, apóstol de Dios, |
TERESA: | ¡Válgame Dios! ¿Qué haré? |
SAN PABLO: | ¿Qué reparas? |
SAN PEDRO: | ¿No concluyes? |
SAN PABLO: | ¿No llegas? |
TERESA: | Sí, llegar quiero. |
SAN PEDRO: | ¿Qué esperas? |
TERESA: | Nada espero. |
NIÑO: | Vuelve a mí, ¿por qué me huyes? |
TERESA: | Por obedecer, Señor; |
NIÑO: | Esposa, de nuevo luces, |
TERESA: | Pues tomad higas y cruces. |
NIÑO: | ¿Qué me das? |
TERESA: | Cruces con higas, |
NIÑO: | Obedece enhorabuena; |
TERESA: | Higas y cruces mandó |
TERESA: | Que améis la cruz es razón, |
NIÑO: | Armas que yo traje a cuestas, |
TERESA: | De las higas, me temía |
NIÑO: | En mucho estimo el amor |
TERESA: | Indigna soy. |
NIÑO: | Bien supiste... |
TERESA: | Mi Niño, súpeos amar. |
NIÑO: | Una cruz te quiero dar |
TERESA: | En mucho la tendré; |
NIÑO: | Todas son finos diamantes. |
TERESA: | Son piedras tan relumbrantes |
NIÑO: | Segundo favor te haré. |
TERESA: | ¿En la fundación, mi Esposo? |
NIÑO: | Yo soy todopoderoso, |
TERESA: | Absorta me quedo en calma |
(Salen la ABADESA, DOÑA JUANA y PETRONA.) | |
DOÑA JUANA: | Hermana del alma mía, |
TERESA: | Ya podéis ver. |
ABADESA: | La causa debe de ser |
TERESA: | No es cierto. |
ABADESA: | Pues bien podéis |
TERESA: | ¿Qué remedio ha de tenerse? |
DOÑA JUANA: | No hay dinero ni oficiales. |
(Cantan dentro.) | |
TERESA: | ¿Escuchasteis la canción? |
DOÑA JUANA: | ¿Qué canción? |
ABADESA: | Que pierde el seso. |
DOÑA JUANA: | Sin duda debe ser eso |
TERESA: | Sólo ha llegado a mi oído: |
DOÑA JUANA: | En el suelo la hallaremos. |
TERESA: | Yo sé que no se ha caído. |
DOÑA JUANA: | Ya no hay reparo que hacer, |
TERESA: | ¡Pobre de mí! |
DOÑA JUANA: | Mayor, y la causa soy. |
TERESA: | ¿Vos la causa? |
DOÑA JUANA: | Yo, sin duda. |
TERESA: | Hermana, si Dios me ayuda, |
DOÑA JUANA: | Toda la revelación |
TERESA: | Por mi fe... |
DOÑA JUANA: | Los amantes heredé |
TERESA: | ¿A quién das favores? |
DOÑA JUANA: | A Juan del Valle, que al fin |
TERESA: | Mi Cristo, ¿qué es lo que escucho? |
DOÑA JUANA: | Aunque es bien fiar de Dios, |
(Cantan otra vez.) | |
TERESA: | ¿Habéis, por ventura, oído |
ABADESA: | Que no hay voces. |
TERESA: | ¿Cómo no? |
ABADESA: | Yo pienso que os le ha quitado |
TERESA: | Bien lo miráis. |
ABADESA: | Muestra de ello me habéis dado. |
DOÑA JUANA: | Tratad lo que más convenga |
TERESA: | Saldré con mi fundación |
DOÑA JUANA: | A mi hermana seguiré. |
PETRONA: | Yo también sus pasos sigo, |
TERESA: | Ven conmigo. |
PETRONA: | De mil amores iré. |
ABADESA: | Guárdete Dios el jüicio. |
PETRONA: | Temo, si es que huya, |
(Vanse; salen dos demonios con palancas y azadones.) | |
DEMONIO: | Astarot, caiga en el suelo |
ASTAROT: | Buen fin tendrá nuestro intento. |
DEMONIO: | Si quedase en pie el convento, |
ASTAROT: | Pica, no te escandalices, |
DEMONIO: | Mucho, tenemos que hacer. |
ASTAROT: | Ya comienzo yo a temer |
(Salen TERESA, DOÑA JUANA, PETRONA, y ÁNGELES en figuras de oficiales.) | |
TERESA: | Al nuevo templo lleguemos; |
JOSEPH: | Confía que le tendremos. |
TERESA: | Dentro están buenos puntales; |
DEMONIO: | Esfuerzo mi hermana cobra |
DOÑA JUANA: | Astarot, vamos de aquí.. |
ASTAROT: | ¿Qué temes? |
DEMONIO: | ¡Pesar de mí! |
ASTAROT: | ¿Quién, Luzbel, te hace temer? |
DEMONIO: | Un obrero que hay de nuevo. |
ASTAROT: | ¿Quién tiene tanto poder? |
DEMONIO: | Pues yo con él no me atrevo, |
ASTAROT: | Ya no podemos hacer |
DEMONIO: | Huyo. |
(Vanse; sale DON DIEGO.) | |
DON DIEGO: | Guárdeos el cielo, señora, |
DOÑA JUANA: | Aquí está mi hermana, entrad; |
DON DIEGO: | No quiero yo darte pena, |
DOÑA JUANA: | La merced, señor, estimo. |
DON DIEGO: | Siempre en servirte me animo. |
DOÑA JUANA: | Ya sé que sois muy cortés. |
DON DIEGO: | Esta, vuestra hermana es. |
DOÑA JUANA: | Adiós, primo. |
(Vase DON DIEGO; sale TERESA con una espuerta de tierra.) | |
TERESA: | Dejemos la iglesia llana. |
DOÑA JUANA: | Qué, ¿también trabajáis vos? |
TERESA: | Es de Dios la casa, hermana, |
DOÑA JUANA: | Por hoy no os estorbarán, |
TERESA: | ¿Quién, hermana? |
DOÑA JUANA: | ¿Quién? Don Diego. |
TERESA: | ¿Aquí? |
DOÑA JUANA: | Sí; tened sosiego, |
TERESA: | Mil gracias al cielo doy. |
DOÑA JUANA: | Hermana, confusa estoy. |
TERESA: | ¿De qué? |
DOÑA JUANA: | De que han de faltar |
TERESA: | En eso bien me acomodo. |
DOÑA JUANA: | Pues decidme, ¿de qué modo |
TERESA: | La casa, hermana, es de Dios, |
(Sale PETRONA con una espuerta de cal.) | |
PETRONA: | Socorro, madre y señora, |
TERESA: | ¡Pobre de mí, pecadora! |
PETRONA: | Sí, |
TERESA: | A nuestro oficio volvamos. |
PETRONA: | Madre, la iglesia limpiemos. |
TERESA: | Hija, ven, alegres vamos; |
(Vanse todos; queda DOÑA JUANA y sale VALLE.) | |
DOÑA JUANA: | Por cierto, grande fervor |
VALLE: | ¡Ojos, sin duda el sol veis, |
DOÑA JUANA: | ¡Oh, mi señor Juan del Valle! |
VALLE: | El alma os contempla ufana, |
DOÑA JUANA: | ¡Qué bien lo sabéis decir! |
VALLE: | Mi palabra, vida, os doy, |
DOÑA JUANA: | ¿No sabéis que vuestra soy? |
VALLE: | Sé que os tengo de servir. |
DOÑA JUANA: | Si gustáis de mi contento, |
VALLE: | Señora, si he de hablar claro, |
DOÑA JUANA: | Y balas con que abrasáis |
VALLE: | Bien, mi señora, os vengáis, |
DOÑA JUANA: | Siendo, señor, eso ansí, |
VALLE: | Y claro lo he de tratar; |
DOÑA JUANA: | Con todo, hay que negociar, |
(Sale TERESA con una espuerta de tierra.) | |
VALLE: | Suyo, como vuestro, soy. |
TERESA: | Ya hoy |
DOÑA JUANA: | Decid, pesar de mis males, |
TERESA: | Dineros no han de faltar. |
VALLE: | Yo traigo quinientos reales. |
TERESA: | A buen tiempo habéis venido. |
VALLE: | Bueno, pues os he servido. |
TERESA: | Habláis como hermano, al fin. |
VALLE: | Siempre he llevado ese fin. |
TERESA: | Ya os tengo bien conocido. |
VALLE: | ¿Sabéis de qué hemos tratado? |
TERESA: | Ya sé, de mi hermana . . . . . . . ., |
VALLE: | Sin duda hay intento . . . . . . . . . |
(Sale PETRONA.) | |
PETRONA: | Ya la casa está acabada, |
TERESA: | Dios pienso que anduvo en ella, |
VALLE: | Dineros ofrecí yo; |
TERESA: | Ved si Dios le descargó, |
VALLE: | Aquí están quinientos reales. |
TERESA: | ¿No salen los oficiales? |
PETRONA: | Ya van saliendo acá fuera. |
(Salen los ÁNGELES con azadones y espuertas.) | |
ÁNGELES: | En el templo de este suelo, |
(Vanse los ÁNGELES.) | |
TERESA: | Vuestro, dinero ha sobrado |
VALLE: | Ya, madre, lo habemos visto. |
TERESA: | ¿Veis, hermano, cómo Cristo |
VALLE: | Supuesto que está de Dios |
TERESA: | Yo digo que se haga hoy, |
VALLE: | ¡Vuestro soy, mi doña Juana! |
DOÑA JUANA: | ¡Yo, mi señor, vuestra soy! |
(Sale DON DIEGO.) | |
DON DIEGO: | ¿Qué es lo que mis ojos ven? |
DON JUAN: | ¡Primo! |
DON DIEGO: | ¡Extraño pensamiento! |
DOÑA JUANA: | Algún peligro imagino. |
DON DIEGO: | Fuera bien que yo supiera |
VALLE: | Ya es mucha desenvoltura; |
DON DIEGO: | ¡Ah, cielos! |
VALLE: | De la gloria que me espera, |
DON DIEGO: | ¡Vos sois un mal caballero! |
VALLE: | ¡Vos mentís! |
DON DIEGO: | Cerrad el labio; |
TERESA: | Abajad la diferencia, |
DON DIEGO: | ¿Qué es esto? |
VALLE: | Yo, madre amada, |
DON DIEGO: | Mi furia crece. |
PETRONA: | Señor don Diego, escuchad: |