San Isidro labrador de Madrid/Acto II
Acto II
Salen JUAN DE VARGAS, ESTEBAN y LORENZO labradores.
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Juan de Vargas: | ¿Eso pasa de mi hacienda? |
Esteban: | Esto es lo menos que pasa. |
Juan de Vargas: | ¡Buen labrador tengo en casa, a buen dueño se encomienda! |
Lorenzo: | A las diez, a trabajar. |
Esteban: | A las diez y a mediodía. |
Juan de Vargas: | ¿Medrará la hacienda mía? |
Esteban: | Ha dado Isidro en holgar. Y no ha sido mala traza |
Juan de Vargas: | Y dices bien. |
Lorenzo: | Todos murmuran también que se pierde tu labor. |
con la pereza que baja, pues cuando Isidro trabaja | |
Juan de Vargas: | Id en buen hora, que temo, según estoy enojado, |
Esteban: | A que la verdad te diga tu perdición nos obliga, |
Juan de Vargas: | Adiós, a vuestra labor os id. |
Lorenzo: | Mil mozos hay en Madrid, y aquí tenéis a los dos. |
(Vanse ESTEBAN y LORENZO.)
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Juan de Vargas: | ¿Este es Isidro, de quien mil alabanzas decían |
(Sale MARÍA con una rueca y uso.)
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María: | ¿Quién llama? |
Juan de Vargas: | Yo soy. |
María: | ¿Quién es? |
Juan de Vargas: | ¿No me conoces, María? |
María: | ¡Vós, mi señor! |
Juan de Vargas: | ¿No es de día? |
María: | Mi señora doña Inés debe de estar indispuesta; |
Juan de Vargas: | ¿Dónde tu marido está? |
María: | La pobre comida apresta, que al campo se quiere ir. |
Juan de Vargas: | ¿A estas horas no se ha ido? |
María: | Antes de fuera ha venido, que siempre suele salir |
Juan de Vargas: | ¿A qué? |
María: | A misa de prima, aquí a San Andrés. |
Juan de Vargas: | Llámale acá. |
María: | Voy. |
Juan de Vargas: | No es malo el achaque y risa. |
María: | Isidro aquí está, señor. |
(Sale ISIDRO.)
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Isidro: | ¿Señor me viene a buscar? |
María: | Algo te querrá mandar. |
Juan de Vargas: | (Aparte.) |
Isidro: | Señor mío, ¿vós a mí, vós mi humilde umbral pisáis? |
Juan de Vargas: | No sé qué he mirado en ti
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que me mueve a algún respeto; dime, villano, ¿es razón | |
Isidro: | Si yo fui tan malo y perezoso, |
Juan de Vargas: | (Aparte.) |
(Vase JUAN.)
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Isidro: | María, señor, se fue. |
María: | A la fee, Isidro, que alguno te ha puesto mal con señor; |
Isidro: | Yo he visto aumentar su hacienda, aunque descuidado he sido. |
María: | De paciencia te acompaña; a nuesa ama hablaré yo |
Isidro: | Échame hacia acá esos bueyes. |
María: | ¡Rita ca, rita ca, Rojo! |
Isidro: | Verá adónde va el Bragado, ¿está la alforjuela ahí? |
María: | Aquí está. |
Isidro: | ¿Lleva pan?
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María: | Sí; toma primero un bocado. |
Isidro: | Hasta que rece, María, no me he de desayunar. |
María: | Acá podré yo rezar por ti, que es bien largo el día. |
Isidro: | ¡Y cómo, si entiendo bien, María, el alma que tienes! |
María: | Tengo miedo que vuelva señor airado. |
Isidro: | ¿Dónde, Señor, como en vós? A la noche, como vuelva |
María: | ¿Quieres que Juan se resuelva a echarte de casa, di? |
Isidro: | Templad su enojo, mi Dios, porque cuando trato en vós |
(Vanse, y sale JUAN.)
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Juan de Vargas: | ¡Que no haya Isidro venido, después de haberle avisado! |
(BARTOLO dentro, cantando al son de la rueda.)
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Bartolo: | " Más precio yo a Peribáñez, con la su capa pardilla, |
Juan de Vargas: | ¡Ha del molino! ¡Hola, gente! No da lugar el ruïdo, |
Bartolo: | "Río verde, río verde, más negro vas que la tinta |
Juan de Vargas: | ¡Qué costumbre tan villana! Aunque escuche no hablará. |
Bartolo: | " Retraída está la infanta, bien así como solía, |
Juan de Vargas: | ¿Qué tiranía mayor que oír y no responder? |
Bartolo: | Si te quiero por mujer, ¿en qué te ofende mi amor? |
Constanza: | Hazte allá digo, Bartolo; mira que Elvira me riñe. |
Bartolo: | Haz que la boda se aliñe, pues eso te quiero solo. |
Constanza: | Habla tú a mi padre allá. |
Bartolo: | Digo que yo le hablaré. |
Constanza: | Hágase allá, que le enharinaré. |
Bartolo: | Harto el corazón lo está. A fee, que si fuera pez, |
Constanza: | Bartolo, déjame ir. |
Bartolo: | Mía has de ser esta vez.
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Constanza: | Haz tú que de la tribuna nos arrojen una fiesta. |
Bartolo: | Anda Teresa molesta, que, como ves, me importuna. |
Constanza: | ¿Qué, amigo? Hágase allá, que le enharinaré. |
Bartolo: | ¡Pardiez, Constanza!, si dura ese tu crüel desvío, |
Constanza: | Los «quiries» ahorrarás. |
Bartolo: | Rogarte, Constanza mía; esta mi loca porfía |
Constanza: | ¿Ah,sí?¡Tome! |
Bartolo: | ¿Esto me ofreces? |
Constanza: | ¿No le dije treinta veces, hágase allá que le enharinaré? |
Bartolo: | Bueno, ¡por Dios!, me ha dejado. En la carta que escribía |
Juan de Vargas: | Tarda Isidro todavía. ¡Válame Dios! ¿Qué será? |
Bartolo: | ¿Quién va? |
Juan de Vargas: | ¿No me veis? |
Bartolo: | Veros querría. |
Juan de Vargas: | ¿Es Bartolillo? |
Bartolo: | Yo soy, son, que vengo trasquilado. |
Juan de Vargas: | ¿Cómo? ¿Quién te ha enharinado? |
Bartolo: | Constanza; al diablo la doy. |
Juan de Vargas: | ¿Qué haces aquí? |
Bartolo: | No lo sé, yo muelo mi trigo aquí, |
Juan de Vargas: | ¿Aún no os casáis? |
Bartolo: | No. |
Juan de Vargas: | ¿Por qué |
Bartolo: | Hable a don Juan, ¡por su vida!, pues es su primo, señor. |
Juan de Vargas: | Yo le contaré tu amor. |
Bartolo: | (Aparte.) |
Juan de Vargas: | ¿Has visto aquel mi crïado? |
Bartolo: | ¿A Isidro? |
Juan de Vargas: | Sí. |
Bartolo: | ¿Pues no puede hallarle? |
Juan de Vargas: | No. |
Bartolo: | En San Andrés estará. |
Juan de Vargas: | Ya es mediodía
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Bartolo: | O acaso en Santa María, porque muy devoto es |
Juan de Vargas: | Mi labranza me da pena. |
Bartolo: | ¿Eso no más le alborota? Calle, que es Isidro un santo; |
Juan de Vargas: | Nadie me ha dicho otro tanto; antes vengo aquí con queja |
Bartolo: | Pues quien le ha dicho otra cosa miente desde oreja a oreja. |
Juan de Vargas: | Yo voy. |
Bartolo: | Pues calla. |
Juan de Vargas: | Ya callo. |
Bartolo: | Que de los siervos de Dios nadie debe pensar mal. |
Juan de Vargas: | Ninguno me ha dicho tal; adiós. |
Bartolo: | Dios vaya con vós. |
Isidro: | ¿A un humilde labrador, ángeles, tantas mercedes? |
Angel 1.º: | Isidro, todo esto puedes. |
Isidro: | Soy vuestro esclavo, Señor. ¡Ay, huéspedes celestiales, |
como relieves de plata brillan desde el torno al suelo. | |
Ángel 2.º: | Isidro, a los pequeñitos revela Dios sus grandezas, |
Isidro: | Tiene buena condición. Él me valga, si no estoy |
La C, celestial ardor, el espíritu será, | |
Ángel 3.º: | Isidro, tu dueño viene, eso puedes contemplar, |
Isidro: | ¿Cómo arar? |
Ángel 2.º: | Arar tenemos, que Dios nos lo manda así. |
Isidro: | ¿Pues quién le ha de replicar? |
Ángel 1.º: | Ya vamos, aquí te queda. |
Isidro: | ¿Quién hay, gran Señor, que pueda vuestras grandezas loar? |
Juan de Vargas: | Más lleno de confusión que de enojo, llego a ver |
Manzanares, que era un yelo sobre este blanco arenal, | |
Isidro: | ¡Señor! |
Juan de Vargas: | Por entretenerme un rato quise bajar de la villa |
Isidro: | Es buen ejercicio, y de quien vós sois oficio. |
Juan de Vargas: | Apacible es esta orilla. |
Isidro: | Tiene un divino pintor que por momentos la esmalta. |
Juan de Vargas: | Solo ser mayo le falta, porque no le falta flor. |
Isidro: | (Aparte.) |
Juan de Vargas: | (Aparte.) |
Esteban: | Esta vez le echa de casa; no dudes que salga della. |
Lorenzo: | ¿Cómo ha de quedar en ella si sabe Juan lo que pasa? |
Esteban: | Si lo que pasa supiera de su casa no le echara, |
Lorenzo: | Hoy pienso que le ha reñido y se quiere despedir; |
Esteban: | Pues tanto te has descubierto, no es bien que te encubra nada; |
Benito Preciado: | (Aparte.) |
Bartolo: | Mejor lo que es casamientos tratan terceras personas; |
Benito Preciado: | Pascual, Bartolo me obliga a tratar con vós un caso. |
Pascual de Valdemoro: | Llegaos acá, y hablad paso. |
Benito Preciado: | Y perdonad que os lo diga. |
Esteban: | (Estos deben de tratar de Isidro.) |
Lorenzo: | (Pues está atento.) |
Esteban: | (Apenas lo que hablan siento.) |
Lorenzo: | (Yo los siento murmurar; mira, que está allí Bartolo.) |
Benito Preciado: | Esto que os digo querría. |
Pascual de Valdemoro: | Días ha que lo sabía. |
Benito Preciado: | Anda el pobre triste y solo, sin trabajar, ni acudir |
Esteban: | (Aparte.) |
Benito Preciado: | Remedialdo, pues podéis; que si a su señor habláis, |
Lorenzo: | (Que lo diga a su señor de Isidro, dice Benito |
Esteban: | (Huelgo infinito, ninguno le tiene amor.) |
Benito Preciado: | Ni tiene seso, ni sabe si está en sí o en otro alguno. |
Lorenzo: | (Que está sin seso ninguno dice) |
Esteban: | (A fee, que no se alabe Isidro del buen tercero.) |
Benito Preciado: | Hoy se ha querido matar. |
Lorenzo: | (¿Y a qué tiene que aguardar?) |
Benito Preciado: | ¡Mira qué dolor tan fiero!
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Esteban: | (Que se mataba decía, sin duda Isidro está loco.) |
Pascual de Valdemoro: | Él tiene seso bien poco. |
Benito Preciado: | Hablalde por vida mía. |
Lorenzo: | (Llega agora.) |
Esteban: | A hablarlos voy; todo lo que habéis tratado |
Pascual de Valdemoro: | ¿Pues qué ha de decir Lorenzo? |
Esteban: | Que Isidro no acude a cosa de lo que Juan le confía; |
Pascual de Valdemoro: | ¡Por Dios, que de los vuestros me espanto! |
Benito Preciado: | ¿Hay cosa igual? ¿Que decís de Isidro mal? |
Pascual de Valdemoro: | ¡Borrachos! ¿Tenéis sentido? ¡De Isidro mal! ¿Pues por qué? |
Benito Preciado: | Y a mí a Dios pluguiera: ¿qué es como él? Ni aun el pie |
Pascual de Valdemoro: | Ni yo tampoco. |
Esteban: | Llamábanle agora loco, y quieren disimular. |
Pascual de Valdemoro: | Esteban, si habéis bebido anda con Dios, y callad. |
Esteban: | ¡Hablad bien! |
Pascual de Valdemoro: | Y vós hablad como quien tiene sentido. |
Esteban: | ¡Mentís! |
Pascual de Valdemoro: | ¡Más vale que yo! ¡Las viñas digan verdad! |
Bartolo: | (Alguno destos pretende a Costanza, y me defiende |
Esteban: | ¿Quién miente? |
Bartolo: | ¡El que pretendiere tal! |
Esteban: | ¡Ni yo pretendo a Costanza, ni más de la marca bebo, |
Pascual de Valdemoro: | Pues, ¡alto!, poned la lanza y dadme un encuentro a mí. |
Lorenzo: | Si Dios nos castiga así, vamos, Esteban, y calla. |
Esteban: | Vamos, que Dios nos castiga. |
Benito Preciado: | A lo que lo nuevo obliga. |
Pascual de Valdemoro: | Darnos quiso la batalla, Bartolo; ya sé que estás |
Bartolo: | Boca que tan bien habló merece quedarse así. |
Pascual de Valdemoro: | Su respuesta será fin de tu esperanza. |
Bartolo: | Pues como no salgan vanas, si sois mi suegro, os prometo |
Envidia: | Mañana, la más helada que vio el invierno erizado, |
Isidro: | Tierra de nieve vestida, dad muchas gracias a Dios, |
Envidia: | (Aparte.) |
Isidro: | Costal, hoy es menester ser a6 mi pecho leal. |
Envidia: | ¡Hola, tú, ejemplo de ingratos! ¿Qué perdición es aquesta? |
Isidro: | ¿Y cómo no sabéis vós que Dios nos lo da a los dos, |
Envidia: | Siempre he de quedar vencido desta villana simpleza; |
Demonio: | ¿Qué haces, Envidia fiera, en aquesta soledad? |
Envidia: | Si en el infierno la hubiera, viviera en su escuridad. |
Demonio: | ¿Qué mucho, si vee crecer, tanto el harina de un grano? |
Envidia: | Si tiene a Dios por amigo, no es mucho. |
Demonio: | ¿Que no hubo muerte para mí? |
Envidia: | No era castigo. Más es que vivas y veas |
Demonio: | Pesar de mi mal gobierno; mas viva mi nombre eterno. |
Envidia: | Ícaros fuimos los dos, que el rayo del sol de Dios |
Demonio: | ¡Oye, que hacer oración es ido, estorbarle quiero |
Envidia: | La soledad solicita. Mientras muele, en ella está; |
Demonio: | Ya por esta cuesta asoma, y le despedaza ya. |
Muchacho 1.º: | ¡Qué notable compasión! |
Muchacho 3.º: | ¿Dónde está Isidro? |
Muchacho 2.º: | En la ermita. |
Muchacho 1.º: | ¡Isidro, Isidro el jumento te come un lobo! |
Muchacho 2.º: | Di dónde. |
Muchacho 1.º: | Está a la oración atento; ni se mueve ni responde. |
Demonio: | Dios le revela mi intento. |
Muchacho 1.º: | ¡Mira, que junto al escobo ha hecho su presa y robo, |
Muchacho 2.º: | ¡Ya viene a vosotros! |
Muchacho 3.º: | ¡Huye! |
Muchacho 1.º: | ¡Guarda el lobo! |
Muchacho 2.º: | ¡Guarda el lobo! |
Envidia: | No se ha querido mover hasta acabar la oración. |
Demonio: | El jumento quiere ver. |
Envidia: | Ya le hecha la bendición.
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Demonio: | ¡Y él se comienza a mover! |
Envidia: | ¡Después de despedazado se mueve! ¡Ay! |
Demonio: | ¿De qué te espantas? |
Envidia: | Que le haya resucitado con aquellas manos santas; |
Demonio: | Volverse a la villa quiere, que su mujer ha parido. |
Envidia: | ¿Ya qué puede haber que espere, si el hijo recién nacido |
Demonio: | Mal tu retórica pintas, tres, que tan distintas son. |
Envidia: | Por ser estos tres tan buenos, tiemblo el número de tres. |
Demonio: | Ven conmigo, que ya a mí me toca intentar su estrago: |
Envidia: | Yo sí, tu hija soy; poco pago |
Teresa: | Agora la vengo a ver porque lo he sabido agora; |
Constanza: | El mismo debe de ser. |
Teresa: | Dios le bendiga y le haga como sus padres. |
Constanza: | Y aun menos, mas quien los hizo tan buenos |
Teresa: | ¡Qué famosos regocijos en el Bautismo ha de haber! |
Constanza: | Haciendo está las torrijas. |
Teresa: | ¿Qué hay de boda? No te aflijas. |
Constanza: | No sé, tratándose va. |
Perote: | Digo que ese plato es mío. |
Bartolo: | Digo que quedos se estén. |
Tomás: | ¿Yo no tuve la sartén? |
Bartolo: | ¡Desvíen! |
Perote: | Ya me desvío.
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Bartolo: | Creo que el diablo ha trazado que los dos vengáis tras mí. |
Tomás: | ¿Por el aceite no fui? |
Bartolo: | Y trujo un cuarto sisado. |
Perote: | ¿Y yo de en cas de mi tía, no truje los huevos? |
Bartolo: | ¿Tú? |
Perote: | Yo, pues. |
Bartolo: | ¿Qué dices, Jesú? |
Tomás: | ¡Quedo, que es esa la mía! |
Perote: | ¡Jesú! Con admiración, y la torrija se zampa. |
Bartolo: | ¡Ya eché la trampa; esta fue sin redención! |
Tomás: | Una ha dejado no más. |
Bartolo: | Esta será, ¿para quién? Llamaré a Isidro. |
Perote: | Ahora bien, pártola entre mí y Tomás, |
Bartolo: | ¿Dónde? |
Perote: | En tu arca de Noé. |
Bartolo: | Pues este concierto hagamos: diga cada uno un süeño, |
Tomás: | ¿Cierto? |
Bartolo: | La palabra empeño. |
Perote: | Alza el dedo. |
Bartolo: | ¿Para qué? Que os cogerán la torrija. |
Perote: | Digo pues. |
Tomás: | ¿Cuál la enclavija? |
Perote: | Que aquesta noche soñé que era obispo de püerco, |
Tomás: | Ya me alteran.
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Perote: | Mas que poniéndome cerco, Ali turrón de Alicante, |
Bartolo: | No vale nada. |
Tomás: | Yo digo. |
Bartolo: | ¿Qué soñaste? |
Tomás: | Yo soñé que era nuez, y que me entré |
Bartolo: | Póntela y no morirás de ojo. |
Perote: | Diga Bartolo. |
Bartolo: | Ahora bien, yo falto solo. |
Perote: | Ya dijimos yo y Tomás. |
Bartolo: | Yo soñaba que tenía una torrija en un plato, |
Perote: | ¿Cómesela? |
Tomás: | ¿No lo ves? |
Teresa: | Costanza, Isidro ha venido. |
Constanza: | ¿Sabéis lo que os ha nacido? |
Isidro: | Gracias a Dios, suyo es. Ya se las he dado allá; |
Constanza: | Vamos contigo. |
Bartolo: | No estoy, Pedro, para burlas ya. |
Perote: | Eres un ruin. |
Bartolo: | Yo lo creo. |
Tomás: | ¿No tienes la flauta ahí? |
Perote: | Pues no. |
Tomás: | ¡Qué taña le di, pues que se precia de Orfeo! |
Bartolo: | ¿Flauta? ¿Adónde la has habido? |
Perote: | ¡Muy lindo es eso, por Dios! En la feria la compré. |
Bartolo: | ¿En cuál? |
Perote: | En la de Alcalá. |
Bartolo: | ¿Tiene puntos? |
Perote: | Toda está llena de sol, fa, mi, re. |
Bartolo: | Muéstrala, a ver. |
Perote: | ¡Malos años, que se quedará con ella! |
Bartolo: | No haré a la fee más de bella. |
Perote: | ¡Jure! |
Bartolo: | ¡Juro! |
Perote: | ¿Son engaños? |
Bartolo: | No son, a la fee. |
Perote: | ¿Qué jura? |
Bartolo: | A la burra de Balán. |
Perote: | Pues allá se lo dirán, que a fee que está en la Escritura. |
Tomás: | Haz, por tu vida, un villano.
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Bartolo: | Pues pasaos allí los dos; si ella tañe bien, ¡por Dios |
Perote: | Repiquetea muy bien que hemos de zapatear. |
Bartolo: | Ya la comienzo a tocar. |
Tomás: | ¿Qué es esto, es cara o sartén? |
Bartolo: | ¡Vive Dios, que me han burlado; yo debo de estar muy feo! |
Perote: | ¡Bartolo, tañe el guineo, que a fee que estás bien tiznado! |