Romance de la mujer del duque de Guymaraes de Portugal

Romance de la mujer del duque de Guymaraes de Portugal
de Anónimo
        -Quéjome de vos, el rey, 		
	por haber crédito dado 		
	del buen duque, mi marido, 		
	lo que le fue levantado. 		
	Mandástemelo prender 	 
	no siendo en nada culpado; 		
	mal lo hicisteis, señor, 		
	mal fuisteis aconsejado, 		
	que nunca os hizo aleve 		
	para ser tan maltratado, 	 
	antes os sirvió, ¡mezquina!, 		
	poniendo por vos su estado; 		
	siempre vino a vuestras cortes 		
	por cumplir vuestro mandado; 		
	no lo hiciera, señor, 	 
	si en algo os hubiera errado, 		
	que gente y armas tenía 		
	para darse a buen recaudo; 		
	mas vino como inocente 		
	que estaba de aquel pecado. 	
	Vos, no mirando justicia, 		
	habéismelo degollado. 		
	No lloro tanto su muerte, 		
	como verlo deshonrado 		
	con un pregón que decía 	 
	lo por él nunca pensado. 		
	Murió por culpas ajenas, 		
	injustamente juzgado; 		
	él ganó por ello gloria, 		
	yo para siempre cuidado. 	 
	Agora vivo en prisiones 		
	en que vos me habéis echado, 		
	con una hija que tengo, 		
	que otro bien no me ha quedado; 		
	que tres hijos que tenía 	 	
	habéismelos apartado: 		
	el uno es muerto en Castilla, 		
	el otro, desheredado, 		
	el otro tiene su ama, 		
	no espero verle criado, 	 
	por el cual pueden decir 		
	inocente desdichado. 		
	Y pido de vos enmienda, 		
	rey, señor, primo y hermano, 		
	a la justicia de Dios 	 
	de hecho tan mal mirado, 		
	por verme a mí con venganza 		
	y a él sin culpa, culpado.