Revista de la semana del No. 9, 1869

El Museo Universal (1869)
Revista de la semana del No. 9, 1869
de Nicolás Díaz de Benjumea
REVISTA DE LA SEMANA.


F

elizmente para la humanidad, no sólo se ha terminado en paz la pequeña desazón entre griegos y turcos, sino que los diplomáticos Lavalette y lord Lyons proponen á todas las potencias europeas, que en caso de romper la buena armonía con sus vecinas, no vayan á darse de las astas con escándalo de los apóstoles de la fraternidad humana, sino que nombren un juez de paz, ó diplomáticamente hablando, un congreso internacional compuesto de un representante dé cada nación, para que reunidos en París, que es el sitio de moda para las conferencias, salga de vez en cuando un telégrama anunciando al orbe, que encore une fois se ha salvado el mundo. ¿Quién duda que cuando los hombres tengan juicio y dejen de ser niños grandes, aficionados á jugar con cañones, fusiles, y uniformes, tenga el distrito europeo su alcalde de barrio que meta en costura á los turbulentos? La locura de armazón ofensiva y defensiva que estamos presenciando, tal vez sean los últimos respiros del reinado bárbaro de la fuerza, que abdique pronto su soberanía espantada de su misma obra. Dios lo oiga y el pecado sea sordo. El orden diplomático acaba [de perder otro miembro distinguido en la persona de Fuad Pachá, eminente ministro turco, no menos conocido por sus obras poéticas, en lo cual obedecía á la ley de casta, pues era hijo de un famoso poeta de la Turquía y sobrino de una dama celebrada por sus composiciones en verso. Nació Fuad Pachá en 1814, y educado con esmero, abrazó la carrera de la medicina, que muy luego abandonó eligiendo la diplomacia por campo de sus triunfos y pedestal de su renombre. Representaba en política el espíritu de la escuela de la joven Turquía, y culto en sus modales, fino en su trato, adornado de todos los conocimientos que constituyen lo que se llama un caballero, llamaba tanto la atención por su lalento y gracia en los círculos elegantes, como por sus actos y proyectos en el gabinete. Muy sentida ha sido su pérdida en Constantinopla, ahora que, hecha la paz, reconstruido el ministerio, nombrado Alí Pachá ministro de Estado y gran visir del Imperio, y elevado al nuevo departamento de Gobernación otro turco ilustre, se proponía el sultán atender á las reformas administrativas y económicas que tanto reclama su organización para entrar en el concurso de las naciones civilizadas. También se ha formado en Atenas nuevo ministerio que tiene á su cargo tarea larga para destruir y enderezar todos los males y entuertos que trae consigo la preparación para una gran campaña en un pueblo que no estaba para fiestas. El Congreso norte-americano ha proclamado ya el escrutinio de votos y la consiguiente declaración oficial del general Grant como presidente: el cual declaró que desempeñaría con toda fidelidad los deberes de su elevado cargo, llamando en torno suyo á los hombres más notables y celosos por llevar á cabo sus principios de economía y honradez. Por inepto que fuese este hombre público, siempre que cumpla lo que promete y tenga ojo de buen cubero en la elección de personas, podrá gobernar como un gerifalte. Isabel de Inglaterra y Carlos III de España, se han hecho famosos por sólo este particular instinto. Tristes, por extremo, son las noticias que podríamos dar acerca de nuestras Antillas, y que por otra parte tendrán ocasión de ver nuestros lectores en los periódicos diarios que con el mayor interés publican cuanto se refiere á nuestros hermanos de América. No por eso dejaremos de mencionar la oportuna obra del señor Labra intitulada: La pérdida de las Americas, en cuyo trabajo estudia y espone la política de la junta central, de la regencia y de las Cortes de Cádiz para con la América, asi como la conducta seguida por los vireyes y capitanes generales en Méjico, Venezuela y Buenos Aires. El objeto del autor es impedir que los sucesos de hoy en Cuba sigan la marcha y acaben del mismo modo que los de mí. En nuestra España la atención se concentra como es regular en los debates y curso de las Cortes Constituyentes, las cuales, hasta ahora, poca novedad de interés ofrecen para los pueblos, ocupadas en la verificación de las credenciales y en la discusión del voto de gracias al gobierno provisional, á que naturalmente había de oponerse la minoría republicana, que le diera de buena gana un voto de censura. Con este motivo se han pronunciado discursos notables por republicanos y monárquicos. La resolución á que ha de llegarse en breve fijará por ahora la omnipotencia de las Córtes, dando asi tiempo y lugar para la elección de la persona del monarca y el establecimiento de las bases del futuro gobierno, en cuya constitución no deberán los diputados dejar de marcar visiblemente la superioridad del cuerpo legislativo, acercándose en esto al modelo del sistema inglés, que ha producido los mejores resultados. Hágase que todos los poderes inclinen la frente ante el omnímodo y hoy único legítimo de la soberanía pública, y se evitarán muchos males, conflictos y reacciones, que es el origen de nuestro atraso en el órden político. Por lo demás deseamos que luego entren los representantes en la série de discusiones positivamente beneficiosas á la nación, y no se pierda el tiempo que reclaman graves necesidades é intereses, para lo cual tenemos una garantía en la actividad del presidente de la Asamblea. Entre las muchas, grandes y varias cuestiones que habrán de someterse á su decisión é iniciarse por varios diputados, creemos que no faltará quien traiga al debate la cuestión de los derechos de herencia en el Principado de Cataluña, con lo cual veríamos la singular coincidencia de que en España y en Inglaterra se removía al mismo tiempo este resto de antiguas legislaciones. En Inglaterra se ha comenzado desde este año á agitar la grave cuestión de los derechos y privilegios de primogenitura, cuestión que, como dice la prensa liberal, basta que se conozca, para que el sentimiento de la justicia la decida inmediatamente. En Inglaterra, como en todas partes, han existido grandes abusos, por el sólo hecho de vivir entre las sombras y las tinieblas. Hoy que, por primera vez, se alza el velo de un antiquísimo abuso, a que la prensa, hasta ahora aristocrática en su mayoría, ó mejor dicho, en su totalidad, no habia podido dirigir un fuerte ataque, puede tenerse por cierto que la cuestión se Italia decidida in pectore, y que sólo un resto de preocupaciones y el influjo de los interesados podrá retardar más ó menos su fallo definitivo. Respecto á España, creemos que suceda lo mismo cuando se conozca á fondo el estado peculiar de la legislación en Cataluña en materia de herencias; y para conocerlo, no hay como pasar la vista por el folleto ó exposición dirigida á los diputados de nuestras Constituyentes por el señor don Joaquín Casanovas y Ferran, que con extenso conocimiento de los Usages, constituciones y costumbres de Cataluña, pone de manifiesto ios abusos, injusticias y privilegios de la institución llamada de los hereus, haciendo notar que cuando la nación en masa ha realizado una revolución invocando las instituciones democráticas bajo la forma que resuelva la voluntad nacional, no tienen ya razón de ser las leyes especiales antiguas que se fundan en los principios del feudalismo. Veremos qué actitud toman en esta cuestión los diputados catalanes, que seguramente han de obrar inspirados en sentimientos de equidad y de justicia l Las provincias van respondiendo á las esperanzas concebidas por los amantes de la difusión de los conocimientos, pues, según vemos, se ha celebrado en Valencia una junta de profesores de diversos ramos de enseñanza, ingenieros y personas de distinción en la cual se tomó el acuerdo de abrir cátedras libres para el complemento de la instrucción de los artesanos. Las asignaturas de estas cátedras muestran, que el objeto de los asociados es eminentemente práctico y que producir á beneficios positivos, pues á mas de otras que deberán instalarse se explicarán desde luego Economía industrial popular.—Hidráulica y motores hidráulicos.—Topografía.—Industrias rurales.—Curtido y tinte de pieles.—Cincelado en metales.—Descriptiva y curte de maderas y corte de piedras. Deseamos que los alumnos correspondan á esta buena voluntad de los profesores, y no sigan el ejemplo de las clases gratuitas establecidas en Madrid en la Universidad central en donde, por desgracia se va notando una deserción paulatina que concluirá tal vez porque se cierren las puertas. ¿En quiénes está la falta? ¿Son malos los métodos de los profesores ó peores las condiciones de los oyentes? Es posible que haya de todo; pero no hay duda de que los mismos operarios que suelen desertar de las clases, son muy asiduos en asistir á los ejercicios de fusil como voluntarios de la libertad. Cualquiera se inclinaría á desesperar de que se arraigue en España otra disciplina que la militar ni se aprenda otra ciencia que la de marchar como autómatas y cargar un Chassepot por la recámara. Sin embargo, aun confiamos en el pueblo que diariamente clama contra el influjo de la profesión del sable y contra la ciencia de comerse unos á otros. Una nueva esposicion acaba de anunciarse por la celebrada sociedad holandesa Arti et Amicitice, que tendrá lugar en Amsterdam, hacia principios del mes próximo de abril. La exhibición comprenderá exclusivamente armaduras modernas, banderas, instrumentos de música guerreros, insignias de órdenes militares, medallas commemoratorias de grandes hechos de armas, juntamente con modelos y libros curiosos relativos al arte de la guerra. Con perdón de los señores socios iniciadores no nos parece gran cosa el pensamiento y preferimos la esposicion de Utrecht, cuyo objeto es eminentemente humanitario y beneficioso para los pobres. ¡Oh admirables progresos del siglo en que vivimos! ¿Cuándo llegaremos nosotros á cantar públicamente tus maravillas como las cantan otros mas afortunados? El caso, como quien no dice nada, es nada menos que anunciar un comerciante de Lóndres por medio del órgano mas popular de la prensa, que tal día como hoy envió á su corresponsal en Calcuta un telegrama consistente en treinta palabras, á las once y media de la mañana, y á las seis y pico de la tarde tenia en su poder la respuesta minuciosa á su telegrama matutino. ¿Nosotros nos contentaríamos con que una carta remitida desde Madrid á Carabanchel el de abajo, tuviera respuesta en el mismo breve plazo de tiempo, lo cual no es pedir gollerías. Nosotros somos mas morenitos y tenemos más alma y más aquel que los hijos de Albion; pero tenemos la desgracia de andar mas despacio y podemos con Garcilaso repetir: «Y cierto no trocara mi figura. Con ese que de mí se esta riendo: Trocara mi ventura. Una gran novedad han ofrecido nuestros teatros en esta semana, y es la representación de la reina de las óperas de Mozart, Don Giovanni, que tan contadas ejecuciones ha tenido en España. Nosotros creemos que esta ópera debiera formar siempre parte de las funciones de toda temporada en un teatro como el de Madrid, imitando en esto la loable costumbre, ya erigida en ley, de los empresarios de los primeros teatros de Europa, que considerando esta producción como el arquetipo de la música cómica y dramática, pagan el debido homenaje á su inspirado autor con incluirla siempre en su repertorio. Conviene, en electo, que aparte las preferencias y aficiones de cada centro filarmónico hácia los diversos maestros que modernamente han imperado en el teatro, se regale el oido de vez en cuando admirando la espontánea y lozana creación del padre de los compositores, en cuyo fértil campo, cuál más, cuál menos, ha recogido fruto. Hoy que en la música se van introduciendo estilos, sistemas y escuelas tan revolucionarias como diversas, tampoco dejaría de ser conveniente que el oido repose y guste de la pureza de un modelo que mientras más se escucha parece aumentar más la riqueza de sus tesoros. La prolongada ausencia de los carteles de la gran ópera de Mozart, no puede, por otra parte, comentarse de una manera favorable para nosotros, pues indica una de dos cosas: ó que no tenemos cantantes que la ejecuten, cosa que afortunadamente no es cierto, ó que el público español no sabe apreciar su mérito, aserción que tampoco estamos por admitir. Desearíamos, pues, que nuestros empresarios siguiesen siempre el ejemplo tan acertado de hoy, para que al menos, en este punto, vayamos de par con la costumbre de los demás teatros principales de Europa.


Nicolás Díaz Benjumea.