Revista de la semana del No. 40, 1869
G
rande efervescencia política han traído consigo estos últimos dias. En vista de la actitud hostil de partido republicano y de los continuos manejos de isabelinos, alfonsistas y carlistas, la gran mayoría de los hombres de gobierno desea la consolidación definitiva de nuestro pais para sacar á salvo y establecer sobre sólidas bases los principios proclamados por la revolución de setiembre. Votada en e anterior período constituyente la forma monárquica democrática como la más adecuada á nuestra actual situación, procedía naturalmente la proposición y aprobación de candidato. Pero aquí es donde los manejos é influencias se multiplican, ya para desacreditarlos á todos y hacerlos imposibles, ya para dar e triunfo á este ó al otro, según conviene á los intereses de las fracciones que los apoyan, más bien que á las necesidades y aspiraciones del pais. Como fruto de tales manejos resulta que á medida que se van presentando candidatos, se van descartando por diversas causas y motivos. Ya nadie habla de don Cárlos, ni de niño Alfonso; el rey de Portugal, cuyo nombramiento, según se decía, nos había de traer la deseada unión ibérica, manifiesta públicamente en carta dirigida a duque de Loulé la inexactitud del rumor esparcido sobre su aceptación del trono de España y su abdicación de la corona de Portugal, en favor de su hijo, bajo la regencia de don Fernando. En cuanto al príncipe Hoherzollen-Simmaringen, ya nadie se acuerda de él, más que del insigne don Pablo I. Pero entre todas estas
soluciones ninguna más definitiva ni beneficiosa para el pais que el nombramiento del vencedor de Sudowa, cuyos antecedentes, edad viril y condiciones de carácter le hacen muy superior á los demás candidatos propuestos, incluso eduque de Genova, cuya extremada juventud había de traernos los males consiguientes á toda minoría, aun en los tiempos más bonancibles, y con mucha mayor razón en los difíciles por que atravesamos. Dios ponga tiento en gobernantes y gobernados para que salgamos digna y ventajosamente del estado actual y se constituya la nación de la manera más conforme á sus intereses y a los grandes sacrificios que por su regeneración viene haciendo en todo el presente siglo.
Los congresos ó reuniones científicas se multiplican por todas partes con gran satisfacción de los amantes del progreso f en nuestra anterior revista dimos cuenta del congreso estadístico internacional celebrado en la Haya, donde nuestra nación estuvo dignamente representada. Después de este, se ha inaugurado en Florencia otro congreso médico internacional, asistiendo á tal solemnidad el ministro de Instrucción pública en representación del gobierno. El señor Borgon dirigió á la asamblea un notable discurso que fue muy aplaudido. Se prepara otra reunión agrícola en Castilla y el dia 1. de noviembre se formará en el Cairo un congreso internacional compuesto de representantes de tribunales de comercio, con objeto de estudiar los mejores medios de favorecer el desarrollo mercantil entre Europa y Oriente. Como se deduce con facilidad, sus observaciones y acuerdos han de ser importantísimos, pues la rotura del istmo de Suez abre nuevo y ancho camino al comercio marítimo, acercando miles de leguas á Europa la Oceanía y la India.
Grande sensación ha producido en los países católicos la carta del célebre predicador de Nuestra Señora de París, el padre Jacinto. Dicha carta es una protesta enérgica y tranquila contra ese espíritu intolerante de partido ultra-montano, que llamamos aquí neo-católico, y que procura hacer del catolicismo un antagonista de la libertad y el progreso.
Al censurar ahora al virtuoso padre Jacinto, sigue su antigua conducta, pues ya antes había lastimado á tan insignes atletas cristianos como el padre Lacordaire y el conde Montalembert, cuyo pecado consistió también en defender la alianza de la libertad y el progreso con el catolicismo. La carta del padre Jacinto fue inmediatamente trasmitida por telégrafo á Roma.el eminente predicador ha abandonado ya su convento de Passy, retirándose por ahora á vivir en compañía de una hermana suya. Con motivo de la injusta censura dirigida al padre Jacinto, exclama un ilustrado periódico de esta capital — «¿Ha jurado el partido ultra-montano la ruina del pontificado y del catolicismo en el mundo? Si asi fuera, no podría conducirse más ciegamente de lo que lo esta haciendo. Italia primero, el imperio de Austria, España después, Francia, donde se prepara un movimiento de opinión como en 1830, hablan elocuentemente y dicen cuáles son los resultados de tan funesta política. Si ella prevaleciese en la mayoría de próximo Concilio y en los consejos de la Santa Sede, mucho tememos que el fin del siglo XIX presencie en el seno de la sociedad cristiana acontecimientos más trascendentales todavía que los del siglo XVI. » A estas palabras pudieran añadirse importantísimos comentarios.
La actitud de los Estados-Unidos respecto á España con motivo de la cuestión cubana, ciertamente no tiene la hostilidad que algunos periódicos mal informados la atribuían. Ninguna de las comunicaciones dirigidas por aquella nación á nuestro gobierno, contiene la más leve frase que pueda traducirse en mal sentido, habiendo sido todas corteses y respetuosas, como conviene entre pueblos que observan entre sí la mejor armonía. Pudiera citarse en prueba de lo dicho, que mientras se dirigen inculpaciones inmotivadas al gabinete de Wasingthon, este manda capturar, como lo hizo, la expedición filibustera salida de Nueva York. Por otra parte, nunca peor ocasión que ahora para reconocer como beligerantes á los sublevados; pues lejos de organizarse y adelantar terreno, se desorganizan rápidamente y lo pierden cada dia, según demuestran la conducta y las alocuciones de sus mismos jefes. No tiene fundamento la queja de algunos periódicos por la lentitud con que se envían refuerzos á Cuba; pues en diez y ocho dias han salido para esta isla desde los puertos de España 8,000 hombres perfectamente organizados, y á escitacion del ministro de la Guerra se está procediendo por las diputaciones provinciales al alistamiento de fuerzas en crecido número para formar nuevos batallones y enviarlos con la mayor celeridad, no siendo posible desplegar una actividad mayor en los centros militares.
A consecuencia del criminal atentado cometido en la persona del secretario señor Reyes García, se han hecho varias prisiones y se sigue activamente la causa contra los que resultan autores ó cómplices del delito. Ninguna consideración haremos sobre este asunto, estando ya sometido á la información y fallo de los tribunales de justicia. Y ya que de procesos criminales hablamos, últimamente se ha terminado uno con e castigo del delincuente en Sevilla, y ha empezado otro en París, á cual más notables. El primero es el del llamado Trepaburras, autor del secuestro y asesinato cruel, con circunstancias agravantes, de un niño de corta edad: este criminal acaba de sufrir la pena de garrote vi: el otro es el deséptuplo asesinato de la familia Kink, objeto de todas las conversaciones y de las más exquisitas pesquisas de la policía, sin que á la hora en que escribimos estos renglones se haya logrado descubrir á los autores de tan horrendo crimen. La sociedad indignada sigue con ansiedad el curso de las investigaciones y desea que tan espantoso atentado no quede impune.
En Barcelona hemos tenido que lamentar nuevos desórdenes. Nuestros lectores conocen perfectamente sus causas, pues los papeles públicos las relatan minuciosamente; pero olvidan una que en nuestro pobre juicio es la principal de todas. Esta causa no es otra que la general ignorancia del pueblo; ignorancia que lo pone á disposición de cualquiera agitador, sea con fines buenos ó malos. Nunca ha sido menos disculpable que hoy la protesta armada, pues el pensamiento tiene libérrima expansión en la prensa, en el club y en la tribuna, y los derechos de asociación y petición se hallan asegurados legalmente. Comprendemos bien el recurso extremo de la fuerza cuando no es permitida la manifestación del pensamiento; pero no en épocas de discusión y libertad. La espada tiene dos filos, y así defiende y ofende; por lo cuál debemos reflexionar mucho antes de esgrimirla.
Continúan de moda las invenciones mortíferas, como si no hubiera enfermedades ni médicos en el mundo. En los Estados-Unidos se ha dado cédula privilegio de invención por quince años á favoir de Mr. Francisco Alejandro Le-Mat, de Nueva-Orleans, autor de un ingenioso sistema de revólwer y carabina de bala y metralla. En Berlín un aleman propone el medio de aumentar hasta un punto increíble la potencia balística; en Inglaterra se concede cédula privilegio por cinco años á favor de S. Alejandro Moncrieff, de Culfargie (Escocia], por su nuevo sistema para montar y manejar los cánones; y en Suiza se da otra cédula privilegiada también por cinco años á D. Federico Martini, de Fraunfeld, por un sistema de fusil con culata de báscula. Como consecuencia de lo anterior, Mr. Cárlos José Evericks, de París, ha inventado un sistema de camas para trasladar los heridos, sin agravar en lo posible sus padecimientos, para cuya invención humanitaria ha conseguido cédula de privilegio por cinco años.
Al leer estos datos ocurre una reflexión tristísima y poco favorable para la civilización actual; y es que por cada hombre que dedica sus conocimientos y su ingenio á discurrir un medio de aliviar los males del prójimo, hay muchos que sólo discurren y maquinan e modo de herir, aplastar y matar el mayor número posible de individuos. Afortunadamente tan numerosos y mortíferos aparatos van haciendo cada vez las guerras menos frecuentes y de más rápida conclusión; con lo que viene á resultar bajo este concepto en cada período igual de años una pérdida menor de hombres, aunque mayores gastos en la fabricación y entretenimiento de material de campaña.
A última hora parece desechada la candidatura del jóven duque de Génova, por las razones expuestas a comienzo de este artículo; razones tan poderosas que no pueden menos de ser tenidas en cuenta por todos los españoles y amantes de su pais.
N. C.
Van entregados en el ministerio de Fomento 523 ejemplares de diferentes obras de instrucción, donativo de particulares, con destino á las bibliotecas que se están formando en aquel centro. Don José Manuel Ordoñez, de Albacete, ha ofrecido con el mismo objeto 200 ejemplares.
Una de las primeras obras que se pondrán en escena en el teatro Español, es una comedia del señor Retes, titulada Leyes del corazón, de la que tenemos muy buenas noticias.
Las últimas noticias de Zancibar dicen que corria allí el rumor de que al doctor Livingstone le retenían prisionero en el interior de Africa.
Ya está autorizada la creación en Cáceres de una facultad de derecho. En aquella escuela libre desempeñarán gratuitamente las cátedras los abogados que pagan mayor cuota en la matrícula de subsidio.
El maestro Gounod trabaja actualmente en una gran ópera cuyo argumento es semejante al de la ópera de Donizetti, Poliuto.
Se va á sacar á oposición una cátedra de la escuela de diplomática, que estaba servida de real orden.
Se trata de fundar en Badajoz una universidad que confiera el grado de bachiller en las facultades de derecho, medicina y farmacia.
Ha sido aprobado el proyecto de un paso superior para la prolongación de la via férrea de Zaragoza á Alsásua.
Se ha dispuesto que se abone á la compañía de la línea férrea de Ponferrada á Coruña el primer plazo de la subvención principal por cuatro kilómetros de esplanacion.
El correo de Canarias carece de interés. Quéjanse los diarios de las Palmas de la gran sequía que allí se viene esperimentando.