Revista de España: Boletín 21

Revista de España: Tomo VI#Número 21
Boletín bibliográfico

Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.


BOLETIN BIBLIOGRÁFICO.


LIBROS ESPAÑOLES.


Boletin-Revista de la Universidad de Madrid, tomo I, núm. 1.°, imprenta y esterotipia de M. Rivadeneyra.

Como indica el título que hemos copiado, esta publicación está destinada á ser «órgano genuino, no sólo de las nobles aspiraciones del Claustro de la Universidad de Madrid, sino también de las más elevadas de la ciencia.» Grande ha de ser sin duda su importancia, si en efecto logra, como es de esperar, tan notables propósitos, contando para ello con la colaboración de los que debemos suponer que son los más ilustres representantes del saber en nuestra pátria.

El primer número, que tenemos á la vista, además del prospecto, contiene la primera parte de un artículo sobre La libertad de enseñanza, escrito por D. Nicolás Salmerón; otro que se titula Concepto fundamental de la segunda enseñanza, por D. Fernando Castro; el discurso inaugural leído por este mismo señor en la apertura del presente curso académico, otro brevísimo del Sr. Sanz del Río, pronunciado en la Facultad de Filosofía y Letras; la Crónica general ó narración de los sucesos más notables ocurridos últimamente en el mundo; un artículo crítico bibliográfico sobre un Tratado de Aritmética de D. Ambrosio Moya, escrito por D. L. de Rute, y una sección de Variedades.

Aunque en el prospecto de esta publicación se dice que no será órgano de ninguna escuela ó partido, sin duda por un accidente fácilmente explicable, se nota en el número que examinamos un carácter de unidad que trasciende de los conceptos al estilo, y reina en todos sus escritos un espíritu que les hace aparecer como ecos de un sistema filosófico que tiene tambien, sino universal predominio, gran número de adeptos en una célebre universidad de Europa.

Claro es que no hacemas más que consignar esta observación sin intencion de censura, porque no seguimos la corriente de los que creen que es posible y fácil dar carácter nacional á la ciencia, y si esto hubiera de hacerse en España, no sabemos cómo se lograría, rota como ha estado la tradición científica por tantos siglos en nuestra pátria.

Sin que desconozcamos la importancia de los demás artículos del Boletin-Revista, creemos que en el presente número la tiene major que los otros, el fragmento de D. Nicolás Salmerón sobre La libertad de enseñanza. En este trabajo, después de reseñar el autor loque ha sido últimamente la enseñanza oficial, la que, falta de las condiciones necesarias para su desarrollo, se ha visto convertida en una dependencia del Estado, indica lo que debe ser la universidad en la constitución racional de las sociedades. Pero antes de desarrollar sobre este punto su pensamiento, expone lo que ha sido la organización científica en los períodos de la historia anteriores al presente, constituyendo una profesión ó un entretenimiento de pocos en Grecia y Roma, y viviendo después bajo el amparo opresivo de otras instituciones. La religión ha sido la que primero tuvo bajo su tutela á la ciencia, y lo mismo en la civilización musulmana que en la católica, las aulas eran establecimientos eclesiásticos y la ciencia esclava de la fé: Philosophia arcilla thelogioe.

Plácenos ver proclamado el principio de la libertad científica en nombre de la Universidad de Madrid y por uno de sus Profesores; porque tiene algo de providencial que sirva de instrumento para romper las ligaduras del espíritu aquello mismo que habia servido hasta ahora para aprisionarlo y cohibirlo. Por lo demás, nuestras opiniones sobre esta materia han sido siempre completamente explícitas; en la esfera del pensamiento, es en la única en que debe regir la libertad con carácter absoluto; porque el espíritu lo es, y no admite más condiciones que las que de su propia esencia se derivan. Además, ninguna manifestación de la libertad puede arraigarse y ser fecunda en la práctica si falta aquella, que es el fundamento de las demás. Veremos de qué modo resuelve el Sr Salmerón las dificultades prácticas que en el momento actual histórico existen para el planteamiento de la organización libre de la ciencia, que no es ni puede seí la Universidad tal como la conocemos aun después de las últimas reformas.

Concluiremos manifestando nuestro deseo de que sea larga, próspera y gloriosa la vida del Boletin-Revista de que nos ocupamos.