Repastemos el ganado
- VILLANCICO
Repastemos el ganado. ¡Hurriallá! Queda, queda, que se va. Ya no es tiempo de majada ni de estar en çancadillas. Salen las Siete Cabrillas, la media noche es pasada, viénese la madrugada. Hurriallá! Queda, queda, que se va. Queda, queda acá el vezado. Helo, va por aquel cerro. Arremete con el perro y arrójale tu cayado, que anda todo desmandado. ¡Hurriallá! Queda, queda, que se va. Corre, corre, corre boyo, no te des tanto descanso. Mira, mira por el manso, no te lo lleven de robo. Guarda, guarda, guarda el lobo. ¡Hurriallá! Queda, queda, que se va. Del ganado derreniego, y aun de quien guarda tal hato, que siquiera sólo un rato no quiere estar en sossiego, aunque pese ora a San Pego. ¡Hurriallá! Queda, queda, que se va. No le puedo tomar tino; desatina este rebaño. Otro guardé yo el otro año, mas no andava tan malino. Hemos de andar de contino. ¡Hurriallá! Queda, queda, que se va. Fin. Aun asmo que juraría que nunca vi tal ganado, que si él fuese enamorado no se nos desmanaría. Ya quiere venir el día. ¡Hurriallá! Queda, queda, que se va.
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