Relaciones sanas/Presentación
Presentación
Si estás leyendo estas líneas es porque puede que tengas algunas inquietudes sobre las relaciones de pareja. ¡No te preocupes! Todos y todas las tenemos, nadie nos enseña realmente cómo debemos actuar en una relación de pareja, pese a ser de los temas más relevantes de nuestra vida. Esta breve guía tampoco va a resolver todas tus preguntas; como en todos los aspectos relacionados con el comportamiento humano, no existe una receta mágica que pueda aplicarse a todas las personas y situaciones. Sin embargo, siendo conscientes de las limitaciones que este reto plantea, esperamos que la información que te entregaremos pueda serte de ayuda para resolver algunas de las dudas que tengas sobre las relaciones.
Esta guía está pensada para servir de apoyo a jóvenes y, aunque puede que en este momento no le veas utilidad para tu caso concreto, es posible que te sirva a futuro o incluso para ayudar a algún amigo, amiga o familiar que esté pasando por una mala situación en su relación.
Todos tenemos una historia que contar, ya sea buena o mala, con o sin violencia, con o sin amor, con alegrías o sufrimiento; siempre habrá algo sobre lo que conversar, lo importante es que te tomes el tiempo para dialogar con otros y otras respecto a lo que te está pasando. Ya te estarás preguntando qué vas a encontrar en estas páginas. De forma breve, tratare mos de dejar claros algunos conceptos como qué debería estar presente en una relación sana y qué no, ya sea de andantes, pololos/as, novios/as o como se le diga hoy en día. De esta forma, la idea es proporcionarte algunos consejos para afrontar situaciones de tu vida cotidiana en el área de las relaciones de pareja en las que quizás no tengas muy claro cómo actuar como, por ejemplo, si sabes que tu amiga, al terminar, quiere subir todas las fotos íntimas que se ha sacado con su ex como una forma de venganza porque realmente no quería terminar con él. A lo largo de esta guía presentaremos casos de la vida real, incluyendo anécdotas por las cuales nosotras mismas hemos pasado y esperamos te puedan ser de ayuda.
Dado que algunas de las historias están basadas en hechos reales, debes ser consciente de que quizás en más de un caso te sentirás identificado o identificada. Es importante que, si crees que alguna de estas situaciones se asemeja a tu relación, no dudes en pedir ayuda. Puede ser, también, que conozcas la historia de alguien cercano, ya sea familiar, amigo, amiga o incluso algún conocido o conocida que te dé la sensación de que necesita ayuda. Es importante tener en cuenta que si la persona no quiere (o piense que no puede) asumir lo que le está pasando, no es una buena idea obligarla a hacer algo, ya que si te metes y la presionas solo harás que se aleje de ti e incluso que se aferre más a la persona que la trata mal. Por ejemplo, es muy probable que cuando algún adulto te dice que no hagas determinada cosa, tú la realices igual, no necesariamente porque quieras llevarle la contraria, sino más bien porque, en general, tendemos a aferrarnos a lo que nosotros creemos con el fin de reafirmar o demostrar que no estamos equivocados. Lo ideal es que puedas encontrar la forma de apoyar sin generar que la otra persona tome distancia.
Esta última frase puede que te suene un poco cliché, pero para que nos podamos entender te contaré la siguiente historia:
Cuando estaba en la media tenía una amiga que llevaba años de relación y siempre nos contaba que su pololo la hacía quedar en ridículo frente a otros o incluso le prohibía juntarse con nosotras (las que éramos sus amigas). Muchas veces le dijimos que él no era un buen chico y que debía terminar. Sin embargo, ella se sentía atacada y pensaba que en realidad no la entendíamos y que era fácil para nosotras decirle lo que debía hacer.
Es evidente que nuestra forma de actuar no fue la más acertada en aquel momento, más aún siendo sus amigas. ¡Todo lo contrario! Le intentamos imponer lo que nosotras creíamos. Con el tiempo consideramos que habría sido mejor haberle preguntado: ¿Cómo te sientes cuando él te ignora?, ¿qué te pasa cuando él te hace quedar en ridículo?, ¿estás de acuerdo con que él te diga con quién puedes o no puedes juntarte? Está claro que no éramos terapeutas, pero quizás a partir de una conversación empática se podría haber generado un espacio de confianza para apoyarla y guiarla en el difícil proceso de atreverse a pedir ayuda a algún especialista o, incluso, a un adulto que le pudiera brindar ese apoyo que nosotras como jóvenes no le podíamos dar. Tampoco fue sano para nosotras habernos quedado con la carga emocional de no haber hecho nada por ella; al fin y al cabo, todas éramos jóvenes en proceso de desarrollo.