Relación acerca de las antigüedades de los indios/14

CAPITULO XIII

Del aspecto que dicen tener los muertos.

Dicen que durante el día los muertos están recluidos; por la noche van a recreo y comen cierto fruto que se llama guabaza, que tiene sabor de [...] que de día están [...]. A la noche, se convierten en fruta, tienen su recreo, y van juntamente con los vivos. Para conocer los muertos tienen esta manera: que con la mano les tocan el vientre, y si no les encuentran el ombligo dicen que es operito, que quiere decir muerto, pues dicen que los muertos no tienen ombligo; y así se engañan algunas veces, porque no reparando en esto, yacen con alguna mujer de las del Coaibai, y cuando piensan abrazarlas, no tienen nada, porque desaparece de repente. Tal es lo que creen hasta hoy acerca de esto. Mientras vive una persona llaman al alma goeiz, y después de muerta la denominan opia; el goeiz dicen que se aparece muchas veces, ya en forma de hombre, o ya de mujer, y afirman que ha habido hombre que se atrevió a pelear con un goeiz, y queriendo abrazarlo, éste desaparecía y el indio metía los brazos más allá, encima de algunos árboles, de los cuales quedaba colgado. Esto lo creen todos en general, lo mismo los pequeños que los mayores, y también que se les aparecen los muertos en forma de padre, de madre, de hermanos, de parientes, o de otras formas. El fruto del que dicen alimentarse los muertos, es del tamaño de un melocotón. Los muertos no se les aparecen de día, sino siempre de noche, y por ello, no sin gran miedo se atreve algún indio a ir solo de noche.