Relación acerca de las antigüedades de los indios/07

CAPITULO VI

Cómo Guahayona volvió a la mencionada Canta, de donde había antes sacado a las mujeres.

Dicen que estando Guahayona en la tierra donde había ido, vio que había dejado en el mar una mujer, de lo que él recibió gran alegría, y muy luego buscó muchos lavatorios para limpiarse, por estar lleno de aquellas úlceras que nosotros llamamos mal francés. Fue puesto luego en una guanara, que quiere decir lugar apartado, y estando allí curó de sus llagas. Después pidió permiso para seguir su camino y ella se lo concedió. Llamábase esta mujer Guabonito, y Guahayona cambió de nombre, llamándose en lo sucesivo Biberoci Guahayona. La dueña Guabonito dio a Biberoci Guahayona muchos guanines y muchas cibas, para que las llevara sujetas a los brazos, pues en aquel país las cibas son piedras que semejan mucho al mármol, y las llevan pendientes de los brazos, y al cuello. Los guanines los llevan en las orejas, que se las agujerean cuando son pequeños; son aquéllos de metal como de florín. El origen de estos guanines dicen que fueron Guabonito, Albeborael, Guahayona y el padre de Albeborael. Guahayona se quedó en la tierra con su padre, llamado Yauna. Su hijo, de parte de padre, se llamaba Hia Guaili Guanin, que quiere decir hijo de Yauna; después se llamó Guanin, y hoy lleva el mismo nombre. Como los indios no tienen letras, ni escrituras, no saben contar bien estas fábulas, ni yo puedo escribirlas con exactitud. Por lo cual creo que pongo primeramente lo que debía ser lo último, y lo último lo que debía estar antes; pero todo lo que escribo es según me lo contaron, y por tanto, yo lo refiero como lo supe de los indios.