Reflexiones o sentencias: 46
§ 451. No debiéramos maravillarnos, sino de poder todavía maravillarnos.
§ 452. Tan difíciles somos de contentar cuando tenemos mucho amor, como cuando casi no tenemos ninguno.
§ 453. Ninguno por lo comun vive mas mortificado, que el que no puede sufrir el serlo.
§ 454. Un simple no tiene suficiente proporcion para ser bueno.
§ 455. Si la vanidad no trastorna enteramente las virtudes, á lo menos las bambolea todas.
§ 456. Lo que nos hace insoportable la vanidad de los otros, es que pica la nuestra.
§ 457. Con mas facilidad renunciamos nuestros intereses que nuestros gustos.
§ 458. A nadie parece tan ciega la fortuna, como á los que no favorece.
§ 459. Es preciso portarnos con la fortuna como con la salud: disfrutarla cuando es buena, tener paciencia cuando es mala, y nunca hacer grandes remedios sin una extrema necesidad.
§ 460. El aire de ciudad suele á veces perderse en el ejército; pero nunca en la corte.