Reflexiones o sentencias: 23
§ 221. Conviene quedar de acuerdo en honor de la virtud, en que la mayor infelicidad de los hombres es aquella que les acarrean sus delitos.
§ 222. Confesamos nuestros defectos para reparar, por nuestra sinceridad, el perjuicio que nos causan en el espíritu de los otros.
§ 223. Nunca confesamos nuestros defectos sino por vanidad.
§ 224. Hay héroes en lo malo como en lo bueno.
§ 225. No despreciamos á todos los que tienen vicios; pero sí á todos los que no tienen ninguna virtud.
§ 226. Tan útilmente sirve al interes el nombre de la virtud, como los vicios.
§ 227. No es mas segura la salud del alma que la del cuerpo: y aunque nos parezca estar distantes de las pasiones; no hay menos peligro de dejarnos llevar de ellas, que de caer enfermos cuando
estamos sanos.
§ 228. Parece que la naturaleza ha prescrito á cada hombre los límites para las virtudes y los vicios.
§ 229. Solo es de los hombres grandes el tener grandes defectos.
§ 230. Puede decirse que nos esperan los vicios en el discurso de la vida, como otros tantos mesoneros con quienes es necesario alojarnos sucesivamente; y dudo que la experiencia nos los hiciese
evitar, aun cuando nos fuera permitido andar dos veces el mismo camino.