Recuerdo (Heredia)
Despunta apenas la rosada aurora: plácida brisa nuestras velas llena; callan el mar y el viento, y solo suena el rudo hendir de la cortante prora. Ya separado ¡ayme! de mi señora gimo no más en noche tan serena: dulce airecillo, mi profunda pena lleva al objeto que mi pecho adora. ¡Oh! ¡cuántas veces, al rayar el día, ledo y feliz de su amoroso lado salir la luna pálida me via! ¡Huye, memoria de mi bien pasado! ¿Qué sirves ya? Separación impía la brillante ilusión ha disipado.