Que eternamente las cuarenta y nueveQue eternamente las cuarenta y nueveLope de Vega
- Soneto 56
Que eternamente las cuarenta y nueve
pretendan agotar el lago Averno;
que Tántalo del agua y árbol tierno
nunca el cristal ni las manzanas pruebe;
que sufra el curso que los ejes mueve
de su rueda Ixión, por tiempo eterno;
que Sísifo, llorando en el infierno,
el duro canto por el monte lleve;
que pague Prometeo el loco aviso
de ser ladrón de la divina llama,
en el Caucaso, que sus brazos liga;
terribles penas son, mas de improviso
ver otro amante en brazos de su dama,
si son mayores, quien los vio los diga.