Qué bello nudo y fuerte me encadena
¿Qué bello nudo y fuerte me encadena con tierno ardor, en quien amor airado me enciende el corazón, y en un cuidado duro y terrible siempre me enajena? El oro que al Gange indo en su ancha vena luciente orna, y en hebras dilatado, con luengo cerco y terso ensortijado, gentil corona en blanca frente ordena. ¡Oh vos, que al sol vencido, prestáis fuego, en quien mi pensamiento no medroso las alas metió libre, y perdió el vuelo! Lazos que me estrecháis, mi pecho ciego abrasad, porque en prez del mal penoso segura mi fe rinda su recelo.