Proclama a sus soldados


<< Autor: Leandro Gómez

Proclama de Leandro Gómez a sus soldados desde las «ruinas de Paysandú»

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¡Soldados de la Patria! - Hoy hacen catorce días que el traidor Venancio Flores con sus bandidos y tropas brasileñas, atacó esta heroica ciudad defendida de una manera tan gloriosa por vosotros, y hoy también hacen catorce días que la escuadrilla del pérfido gobierno brasileño bombardeó por el curso de diez horas simultáneamente con aquel ataque. - La lucha duró de sol a sol y toda la parte exterior de nuestras trincheras quedó cubierta de cadáveres de traidores y de esclavos del imperio, mientras que la sangre generosa de los defensores de la independencia nacional, regó nuestras calles y salpicó la frente de nosotros que aun vivimos para vengarlos y para llevar la muerte y el exterminio ya sea a ese imbécil imperio brasileño, ya sea a los traidores adonde quiera que se encuentren.

¡Mis queridos hermanos! ¡Mis compañeros! Aquella noche nos ocupamos de dar sepultura a los que tan gloriosamente murieron en aquel día memorable, y en preparar nuestras armas para seguir el combate al día siguiente. Tal fue nuestra ocupación en aquella noche, y lo recuerdo con placer. ¡Mis amigos! Desde el día 6 la lucha siguió hasta hoy con más ó menos violencia por la marina brasilera, que arrojaba sobre esta ciudad sus granadas y balas como el asesino mata alevosamente, contando con la impunidad de su crimen, como el cobarde que hiere a traición; pero la salida que hicieron hoy parte do las fuerzas de la Defensa, encomendada por mí al valiente Coronel Piriz, dio un término glorioso a esta situación, arrojando a balazos y bayonetazos lejos de Paysandú a más de 600 traidores y cobardes brasileros, que aún se conservaban a nuestro frente.

¡Soldados! - Ellos huyen despavoridos para la campaña y pronto tendréis la fausta nueva de que el ejército de reserva, habrá consumado vuestra gloriosa obra. Mis amigos — El cielo os bendiga, porque tal vez sobre las ruinas de Paysandú debido a vuestra resolución de morir por la patria, hayáis salvado a la República. ¡Mis amigos! — ¡Mis hijos! — El recuerdo de vuestro heroísmo en defensa de la independencia Oriental, queda grabado en mi corazón para siempre.