Procedimientos Políticos



Miércoles 6 de septiembre de 1916, EL DIA

Procedimientos Políticos


Según lo establecen los diarios que interpretan las opiniones de los nacionalistas, todo cuanto se haga en materia de constitución está subordinado a lo que resuelva la Asamblea de Constituyentes que designo el Comité que preside el doctor Vasquez Acevedo. Los blancos tienen casi la mayoría en el seno de la Asamblea revisora, y les pertenecerá, por tanto, el derecho de decidir con pocas adhesiones que obtengan. Pueden llegar a una solución buscando el auxilio de las otras agrupaciones, o pueden hacerlo por si mismos, con el concurso exclusivo de cuatro o cinco votos adventicios.

Reconocemos su derecho a resolver siendo mayoría, con la misma sinceridad con que lo reclamábamos para nosotros cuando las perspectivas electorales nos eran favorables. Dijimos entonces que, siendo ley de la democracia el sometimiento a las mayorías, debíamos aplicarla en las resoluciones de la Constituyente, haciendo la reforma colegialista, si para ello contábamos con la mayoría de votos. Y lo que entonces defendimos continuó siendo en nosotros una opinión definida. Muy distinta, por cierto, es la actitud de los partidos adversarios. En los debates previos a la elección del 30 de Julio, los blancos, los anticolegialistas y los católicos consideraban un despotismo, una imposición absurda, un caso de subversión democrática que una reforma se hiciera sin el consentimiento unánime de todo el país, y negaban al Partido Colorado el derecho de realizar su obra y de hacerla respetar por los demás. En la prensa, en las deliberaciones parlamentarias, en la tribuna política, etc., insistieron siempre en el mismo argumento. ¡Era que entonces suponían que la mayoría sería atribuida a los colorados y le era muy cómodo tratar de disminuir las prerrogativas de éstos!.

Realizadas las elecciones, toda la argumentación desapareció para ser reemplazada por hechos reales, contradictorios con aquella. Los blancos, que ni siquiera son mayoría absoluta, sino simplemente relativa, se consideran con la facultad de planear y aprobar una nueva Constitución. Se reclama para sí lo que antes se negaba encarnizadamente al adversario!.

¿Y de que medios se valen para llegar a esa solución? Precisamente, de los medios cuya adopción censuraban en los colorados. Les parecía odioso que los constituyentes colorados, antes de entrar a la obra reformista, unificaran ideas para que esa obra no fuera discontinua y contradictoria consigo misma y para evitar las posibilidades de un fracaso, causado por la falta de solidaridad política. La agrupación de constituyentes colorados fue tratada de antidemocrática y de contraria a la libertad de pensamiento de cada uno de sus componentes. Pero ahora resulta que ellos, con el derecho y la responsabilidad de una reforma, echan mano de los medios que permitan asegurar la realización de la obra que conceptúan buena. El Comité de constituyentes nacionalistas está planeando la reforma, a puertas cerradas, sin abrir paso a la dilucidación pública, -la recomendará, con la eficacia que tienen esa recomendaciones, al voto del resto de constituyentes correligionarios. Y nadie ha llamado a eso ni subversión, ni tiranía. Es que las practicas partidarias, para los adversarios, no son en sí mismas buenas o malas, sino convenientes o inconvenientes para sus intereses políticos.