Primera Declaración de La Realidad
Primera Declaración de La Realidad
editarContra el Neoliberalismo y por la Humanidad.
«Ya he llegado yo, ya estoy aquí presente, yo cantor. Gozad en buena hora, vengan hacia acá a presentarse aquellos que tienen doliente el corazón. Yo elevo mi canto».
Poesía Náhuatl.
A los pueblos del mundo:
Hermanos:
Durante los últimos años el poder del dinero ha presentado una nueva máscara encima de su rostro criminal. Por encima de fronteras, sin importar razas o colores, el Poder del dinero humilla dignidades, insulta honestidades y asesina esperanzas. Renombrado como «Neoliberalismo», el crimen histórico de la concentración de privilegios, riquezas e impunidades, democratiza la miseria y la desesperanza.
Una nueva guerra mundial se libra, pero ahora en contra de la humanidad entera. Como en todas las guerras mundiales, lo que se busca es un nuevo reparto del mundo.
Con el nombre de «globalización» llaman a esta guerra moderna que asesina y olvida. El nuevo reparto del mundo consiste en concentrar poder en el poder y miseria en la miseria.
El nuevo reparto del mundo excluye a las «minorías». Indígenas, jóvenes, mujeres, homosexuales, lesbianas, gentes de colores, inmigrantes, obreros, campesinos; las mayorías que forman los sótanos mundiales se presentan, para el poder, como minorías prescindibles. El nuevo reparto del mundo excluye a las mayorías.
El moderno ejército de capital financiero y gobiernos corruptos avanza conquistando de la única forma en que es capaz: destruyendo. El nuevo reparto del mundo destruye a la humanidad.
El nuevo reparto del mundo sólo tiene lugar para el dinero y sus servidores. Hombres, mujeres y máquinas se igualan en la servidumbre y en el ser prescindibles. La mentira gobierna y se multiplica en medios y modos.
Una nueva mentira se nos vende como historia. La mentira de la derrota de la esperanza, la mentira de la derrota de la dignidad, la mentira de la derrota de la humanidad. El espejo del poder nos ofrece un equilibrio a la balanza: la mentira de la victoria del cinismo, la mentira de la victoria del servilismo, la mentira de la victoria del neoliberalismo.
En lugar de humanidad nos ofrecen índices en las bolsas de valores, en lugar de dignidad nos ofrecen globalización de la miseria, en lugar de esperanza nos ofrecen el vacío, en lugar de vida nos ofrecen la internacional del terror.
Contra la internacional del terror que representa el neoliberalismo, debemos levantar la internacional de la esperanza. La unidad, por encima de fronteras, idiomas, colores, culturas, sexos, estrategias, y pensamientos, de todos aquellos que prefieren a la humanidad viva.
La internacional de la esperanza. No la burocracia de la esperanza, no la imagen inversa y, por tanto, semejante a lo que nos aniquila. No el poder con nuevo signo o nuevos ropajes. Un aliento así, el aliento de la dignidad. Una flor sí, la flor de la esperanza. Un canto sí, el canto de la vida.
La dignidad es esa patria sin nacionalidad, ese arcoiris que es también puente, ese murmullo del corazón sin importar la sangre que lo vive, esa rebelde irreverencia que burla fronteras, aduanas y guerras.
La esperanza es esa rebeldía que rechaza el conformismo y la derrota.
La vida es lo que nos deben: el derecho a gobernar y gobernarnos, a pensar y actuar con una libertad que no se ejerza sobre la esclavitud de otros, el derecho a dar y recibir lo que es justo.
Por todo esto, junto a aquellos que, por encima de fronteras, razas y colores, comparten el canto de la vida, la lucha contra la muerte, la flor de la esperanza y el aliento de la dignidad...
El Ejército Zapatista de Liberación Nacional
Habla...
A todos los que luchan por los valores humanos de democracia, libertad y justicia.
A todos los que se esfuerzan por resistir al crimen mundial llamado «Neoliberalismo» y aspiran a que la humanidad y la esperanza de ser mejores sean sinónimos de futuro.
A todos los individuos, grupos, colectivos, movimientos, organizaciones sociales, ciudadanas y políticas, a los sindicatos, las asociaciones de vecinos, cooperativas, todas las izquierdas habidas y por haber; organizaciones no gubernamentales, grupos de solidaridad con las luchas de los pueblos del mundo, bandas, tribus, intelectuales, indígenas, estudiantes, músicos, obreros, artistas, maestros, campesinos, grupos culturales, movimientos juveniles, medios de comunicación alternativa, ecologistas, colonos, lesbianas, homosexuales, feministas, pacificistas.
A todos los seres humanos sin casa, sin tierra, sin trabajo, sin alimentos, sin salud, sin educación, sin libertad, sin justicia, sin independencia, sin democracia, sin paz, sin patria, sin mañana.
A todos los que, sin importar colores, razas o fronteras, hacen de la esperanza arma y escudo.
Y los convoca al Primer Encuentro Intercontinental por la Humanidad y Contra el Neoliberalismo.
A celebrarse entre los meses de abril y agosto de 1996 en los cinco continentes, según el siguiente programa de actividades:
Primero: Asambleas preparatorias continentales en el mes de abril de 1996 en las siguientes sedes:
- 1. Continente Europeo: Sede en Berlín, Alemania.
- 2. Continente Americano: Sede en La Realidad, México.
- 3. Continente Asiático: Sede en Tokio, Japón.
- 4. Continente Africano: Sede por definir.
- 5. Continente Oceánico: Sede en Sidney, Australia.
Nota: Las sedes continentales pueden cambiar si así lo deciden los grupos organizadores.
Segundo: Encuentro Intercontinental por la Humanidad y Contra el Neoliberalismo, del 27 de julio al 3 de agosto de 1996, en los «Aguascalientes» zapatistas, Chiapas, México.
Con las siguientes Bases:
Temario:
Mesa 1.- Aspectos económicos de cómo se vive bajo el neoliberalismo, cómo se le resiste, cómo se lucha y propuestas de lucha en su contra y por la humanidad.
Mesa 2.- Aspectos políticos de cómo se vive bajo el neoliberalismo, cómo se le resiste, cómo se lucha y propuestas de lucha en su contra y por la humanidad.
Mesa 3.- Aspectos sociales de cómo se vive bajo el neoliberalismo, cómo se le resiste, cómo se lucha y propuestas de lucha en su contra y por la humanidad.
Mesa 4.- Aspectos culturales de cómo se vive bajo el neoliberalismo, cómo se le resiste, cómo se lucha y propuestas de lucha en su contra y por la humanidad.
Organización: Las reuniones preparatorias en Europa, Asia, Africa y Oceanía serán organizadas por los Comités de Solidaridad con la Rebelión Zapatista, organismos afines, y grupos de ciudadanos interesados en la lucha contra el neoliberalismo y por la humanidad. Llamamos a los grupos de todos los países para que trabajen unidos en la organización y realización de las asambleas preparatorias.
El encuentro intercontinental por la humanidad y contra el neoliberalismo, a celebrarse del 27 de julio al 3 de agosto de 1996 en Chiapas, México, será organizado por el EZLN y por ciudadanos y organizaciones no gubernamentales mexicanas que serán dados a conocer oportunamente.
Acreditación: Las acreditaciones para las asambleas preparatorias en los 5 continentes se harán por los comités organizadores que se formen en Europa, Asia, Africa, Oceanía, y América, respectivamente.
Las acreditaciones para el encuentro en Chiapas, México, se harán por los comités de solidaridad con la rebelión zapatista, con el pueblo chiapaneco, y con el pueblo de México, en sus respectivos países; y en México, por la comisión organizadora, que se dará a conocer oportunamente.
Nota General e Intercontinental: Todo lo que no haya sido contemplado por esta convocatoria será resuelto por los respectivos comités organizadores en lo referente a las asambleas continentales preparatorias, y por el comité organizador intercontinental en lo referente al encuentro en Chiapas, México.
Hermanos: La humanidad vive en el pecho de todos nosotros y, como el corazón, prefiere el lado izquierdo. Hay que encontrarla, hay que encontrarnos.
No es necesario conquistar el mundo. Basta con que lo hagamos de nuevo. Nosotros. Hoy.
¡Democracia! ¡Libertad! ¡Justicia!
Desde las montañas del Sureste Mexicano.
Por el Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Subcomandante Insurgente Marcos.
México, enero de 1996