Nota: Se respeta la ortografía original de la época


VI
PREMATURO AMOR



Y dijo:

«Tiemblas? por qué, si aun no está maduro?
Cálmate, niña, te traeré el espejo
ó si no mírame, que en el reflejo
te verás de mi cara. Es el conjuro

de un amor todavía en el oscuro
rincón del nido. Cuando se haga viejo
verás que fué nuestro mejor consejo
dejarlo estar mientras era harto puro.

 

Considera, si al cabo te decides,
estando como está la fruta verde,
que si se entra temprano en ciertas lides

urge acabar lo que una vez se muerde,
aun cojiendo dentera, y nunca olvides
que es el que pone más el que más pierde.»

B. IX 10.