Preferencia dada a todas las desdichas sobre los celos

​Preferencia dada a todas las desdichas sobre los celos​ de Vicente García de la Huerta


 De tu dueño tirano los recelos,   
 castigo de una vil desconfianza,   
 con dilatar el fin a mi esperanza   
 defraudan de su logro a mis anhelos.   
 

 Él pena, Filis, con sus duros celos,  
 y como tanto mal a mí me alcanza,   
 dudo a donde se inclina la balanza,   
 Filis, si a su pesar o mis desvelos.   
 

 Él goza, aunque celoso, tu hermosura,   
 si bien aborrecido; yo, privado  
 de tanta gloria, aunque adorado, muero.   
 

 Pero, ¿dónde me lleva mi locura?   
 Muera mil veces yo desesperado,   
 que antes morir que estar celoso quiero.