Portada - Revista de la semana del 25 de enero
Nota: Se ha conservado la ortografía original.
NUM. 4.º
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MADRID 25 DE ENERO DE 1868.
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AÑO XII
D
esde nuestra última revista, ningún acontecimiento estraordinario ha venido á turbar la paz semi-octaviana que Europa disfruta. Fuera del hambre, del frio, de la miseria, de los presentimientos de guerras, y de algunas otras calamidades que afligen ó se teme que aflijan pronto á los pueblos, todo va á las mil maravillas en esta parte del mundo. La diplomacia, dedicada á la agricultura, digámoslo asi, se ocupa ahora en esparcir el grano sobre el campo de sus operaciones, ó en términos mas técnicos, está haciendo la sementera: allá cuando el sol y las áuras primaverales principien a animar con su poderoso influjo la vegetación, creen los inteligentes que han de brotar copiosos frutos, aunque, desgraciadamente, no de bendición. Hay un nudo gordiano que nadie acierta á desatar, y por eso es muy probable que se encomiende al hierro esta dificil operación.De este modo se cortarían varias cosas, el nudo, la vida de millares de infelices y la prosperidad de los pueblos. No hablamos de otros cortes, pues seria cuento de nunca acabar.
Por una parte, en Italia, según despachos telegráficos repetidos, va en aumento la agitación en favor de las dinastías destronadas en Nápoles y Toscana, circulando há tiempo monedas con la efigie de Francisco II; por otra, se anuncia que Garibaldi, desde su retiro de Caprera, escribe frecuentemente á sus amigos, diciéndoles que en la primavera próxima volverá á salir á campaña contra el gobierno pontificio. Añádese, que la situación de Sicilia es cada dia mas lastimosa, y que el gobierno de Florencia se halla dispuesto á declarar todo aquel territorio en estado de sitio.
Se ha dicho también que Italia va á ser dividida en tres grandes zonas para su gobierno interior, cuyas capitales, Florencia, Milán y Nápoles, serian respectivamente, residencia del rey Víctor Manuel, el príncipe Humberto, heredero de la corona, y el príncipe Amadeo, instalándose un Consejo de gobierno de cada uno de estos príncipes en las dos últimas capitales mencionadas.
Siguen aumentándose las fortificaciones en Civita Vecchia, cuya plaza se presume ha de servir mucho tiempo de cuartel á las tropas francesas de ocupación, y el gobierno del vecino imperio ha comunicado las ordenes necesarias para que se armen lo mas pronto posible las plazas de Tolón, Antives y Villafranca en la frontera de Italia.
Item. — Según telégramas, las relaciones entre Inglaterra y Prusia han empezado á agriarse; hé aquí un mal que tendria fácil remedio, sí se quisiera: con echar un poco de azúcar á esas relaciones, quedarían mas dulces que un jarabe.
Otro si.— Las que existen entre Prusia y Austria son cada vez mas tirantes.
Si todos estos síntomas no revelan que la paz de que hablábamos al principio de esta breve reseña, es semi-octaviana, venga Dios y véalo.
Parece que lord Elliot, embajador de Inglaterra en Constantinopla, insiste en un arreglo definitivo, y hasta aconseja que se erija la isla de Creta en principado.
El nuevo ministerio griego ha sido formado con el objeto de facilitar una solución diplomática. El gran visir ha regresado á Constantinopla, de la provincia de Heraclea, poco satisfecho de su visita. Los jefes insurgentes, mas obstinados que nunca, y mejor provistos de armas, se batían bajo los mismos muros de la Canea.
La miseria, unida á los rigores de la estación, hace en Lóndres numerosas víctimas, entre los moradores indigentes de algunos barrios. La caridad oficial distribuye socorros y arbitra recursos con que atender á tantas necesidades, pero no alcanza á todo, por cuyo motivo la prensa redobla sus esfuerzos en favor de los pobres y exhorta el celo de las juntas parroquiales al mismo tiempo que á la caridad pública, nunca sorda, y menos en aquel pueblo, á la voz de la desgracia. Se ha renunciado á hacer en la misma capital la demostración anti-feniana que se estaba preparando, porque, según los periódicos del Reino-Unido, esto hubiera sido dar demasiada importancia al fenianismo y sus agentes.
Habiéndose indicado en algunos periódicos franceses, la sospecha de que los ingleses tratan de establecerse de un modo permanente en Abisinia, el Times publica un artículo nefando que tal proyecto exista, aunque, de paso, hace una pintura tan seductora de aquel país y de las ventajas de su colonización, que ciertamente desvirtúa las anteriores negativas. Allá veremos pues, como dice el refrán: para verdades el tiempo, y para justicia Dios.
Se ha decretado que el antiguo reino de Polonia se llame de hoy en adelante, provincia del Vístula. En los documentos oficiales, lo creemos; el mundo seguirá llamándolo Polonia á secas; en primer lugar, por la fuerza del derecho, que á veces es superior al derecho de la fuerza, en segundo por la fuerza de la costumbre, y en tercero por ser mas breve y mas propio el antiguo nombre que el último.
De real órden se dan las gracias al catedrático de la Universidad Central, don Juan Vilanova y Piera, por haber hecho donación al Museo Arqueológico nacional, de varios objetos para el estudio de las edades mas remotas, y que forman una serie interesantísima de materiales de la industria primitiva del hombre, recogidos en varias localidades de la península, Francia y Suiza, en la escursion científica que el señor Vilanova verificó el verano último por su propio impulso y animado del deseo de introducir en España un estudio tan útil como nuevo entre nosotros.
El alcalde co regidor de esta córte ha entregado á don Fermin Peralta un magnífico reló de oro con cadena del mismo metal y el acta en que consta este acuerdo del municipio, para significarle de algún modo sus deseos de premiar ó recompensar, si premio ó recompensa cabe, la noble acción que llevó á cabo en el Retiro y de que ya tienen noticia los lectores de El Museo.
También el señor Mugica, el marinero que contribuyó con Peralta á salvar á los niños sumergidos en el estanque, ha recibido de mano del director de Beneficencia, á nombre del señor ministro de la Gobernación, el título y condecoración de la cruz de Beneficencia, libre de gastos.
A medida que se van facilitando los medios de trasladarse de un punto á otro rápida y económicamente, crece la afición á los viajes. Los ingleses han tenido siempre esta laudable manía, sea por afición á la ciencia, sea por curarse el spleen que es, si podemos decirlo asi, una de las enfermedades nacionales del Reino Unido. Ahora se prepara en Inglaterra una gran espedicion científica á la India, para observar el eclipse de sol que ha de ocurrir este año y que en aquellas regiones ofrecerá estraordinario interés. Los astrónomos viajeros han elegido una estación situada en la cadena del Himalaya, elevada 2,333 metros, ó sea 7,000 pies ingleses sobre el nivel del mar. Es posible que desde aquella altura suelten un globo para acercarse un poco mas á las estrellas, y observar mejor el eclipse, pues son gente que no se para en pelilios cuando se trata de cosas que merecen la pena.
Por mas que se niegue, hay en España ansia de ilustrarse, y una prueba de esto es el número considerable de periódicos que ven la luz. Ultimamente, han principiado á publicarse algunos, á los cuales enviamos nuestro fraternal saludo. En Barcelona, Víctor Balaguer dirige La Montaña de Montserrat, con la colaboración de escritores bien conocidos; en Santa Cruz de Tenerife, han salido ya dos números de El Museo Canario, que redactan jóvenes entusiastas por la literatura patria, en cuya noble tarea son secundados por literatos de esta córte y provincias: en en Zaragoza, La Chispa da á conocer el ingenio y el buen humor de otros jóvenes que se presentan en el campo armados con los dardos dé la sátira, y en Valencia se abrirá pronto, al sol de la publicidad. La Azucena, flor que será cultivada con cariño por nacientes ingenios.
Ya principian á recorrer de noche las calles de esta córte comparsas de estudiantes, y en Capellanes y otros salones el Carnaval hace de las suyas.
Nuestra compatriota Elisa Villar de Volpini, ha obtenido lisonjeros triunfos en el teatro de San Petersburgo, sobre todo cantando el Don Pasquale. Una carta de aquella capital dice que , habiendo llegado á Oídos del emperador él fanatismo que en el primero y segundo acto de la citada ópera estaba produciendo la distinguida cantante, mandó suspender la función hasta que él fuera, lo cual verificó pasada una hora. El entusiasmo entonces rayó á tal punto, que el público llamó á la escena doce veces á la Volpini con sus compañeros , y dos á ella sóla, recibiendo al terminar la ópera, una especial felicitación del emperador, por conducto del general Gnedernoff y de su chambelán.
Por la revista y la parte no firmada de este número,