Por tu musa
de Delmira Agustini


 Cuando derrama en los hombros puros
 de tu musa la túnica de nieve,
 yo concentro mis pétalos oscuros
 y soy el lirio de alabastro leve.
 

 Para tu musa en rosa, me abro en rosa;
 mi corazón es miel, perfume y fuego,
 y vivo y muero de una sed gloriosa:
 tu sangre viva debe ser mi riego.
 

 Cuando velada con un tul de luna
 bebe calma y azur en la laguna,
 yo soy el cisne que soñando vuela;
 

 y si en luto magnífico la vistes
 para vagar por los senderos tristes,
 soy la luz o la sombra de una estela.