Política de Dios, gobierno de Cristo: 068
Pág. 068 de 389
|
Política de Dios, gobierno de Cristo | Francisco de Quevedo |
---|
Considere vuestra majestad, Señor, que el que pregunta y quiere saber la verdad, no ha de prevenir la lisonja de la respuesta con la majestad de la pregunta: eso es, Señor, preguntar y responderse, o mandar, preguntando, el género de la respuesta que desea. Cristo Jesús, Hijo de Dios y Dios verdadero, no dijo: ¿Quién dicen que es Mesías; quién dicen que es el Redentor de Israel; quién dicen que es Dios y Hijo de Dios? Sólo dijo: «¿Quién dicen los hombres que es el hijo del hombre?». ¡Grande humildad! Hijo del hombre se llama el Hijo de Dios, y el que permitió que le llamásemos padre y nos lo mandó. Quiere el Señor oír la verdad, no lisonjas; ni su engaño con sus palabras, sino la salud del mundo con sus preguntas. Respondiéronle por esta razón todos los disparates que de él decían las gentes; ni pudieron ser en parte mayores, ni más descaminados, ni de peor intención. Unos decían que era Juan Bautista. ¡Extraña cosa que anduviese tan equivocada la verdad en la boca de los judíos, que a San Juan Bautista tuviesen por Cristo, y aquí a Cristo por San Juan Bautista! |