Política de Dios, gobierno de Cristo: 058
Pág. 058 de 389
|
Política de Dios, gobierno de Cristo | Francisco de Quevedo |
---|
Este precepto, en que vive la médula de la caridad, les dejó para que gobernasen con acierto. Durmiéronse en la oración del huerto; cuando los llevó ya sabía se habían de dormir. Despertolos, no para dormirse Cristo, mas para que viesen oraba al Padre, y entendiesen que los negocios grandes aun el propio Hijo de Dios los dispone en la oración, y conociesen cuán eficaz medio es. Cristo suda y agoniza, y ellos vuelven al sueño más seguros. Con todo les dice que velen y oren, no entren en tentación. Pues, señor, si quien duerme, velándole Cristo, es menester que despierte para no entrar en tentación, quien duerme, velando contra su sueño los ministros de Satanás, ¿a qué riesgo irá? ¿Qué tentaciones no harán suertes en él? ¿A qué enemigo no ruega con la puerta de su corazón? |