Poetisas americanas/Dolores Veintemilla
¡Y amarle pude! Al sol de la existencia
Se abría apenas soñadora el alma.....
Perdió mi pobre corazón su calma
Desde el fatal instante en que le hallé!
Sus palabras sonaron en mi oído
Como música blanda y deliciosa;
Subió a mi rostro el tinte de la rosa;
Como la hoja en el árbol, vacilé.
Su imagen en el sueño me acosaba,
Siempre halagüeña, siempre enamorada:
Mil veces sorprendiste, madre amada,
En mi boca un suspiro abrasador.
Y era él quien arrancaba de mi pecho,
Él, la fascinación de mis sentidos;
Él, ideal de mis sueños más queridos;
Él, mi primero, mi ferviente amor.
Sin él, para mí, el campo placentero
En vez de flores me obsequiaba abrojos:
Sin él eran sombríos á mis ojos
Del sol los rayos en el mes de Abril.
Vivía de su vida apasionada;
Era el centro de mi alma el amor suyo;
Era mi aspiración, era mi orgullo.....
¿Por qué tan presto me olvidara el vil?
No es mío ya su amor, que á otra prefiere:
Sus caricias son frías como el hielo,
Es mentira su fé, finge desvelo;
Mas no me engañará con su ficción!...
¡Y amarle pude delirante, loca!
No, mi altivez no sufre su maltrato;
Y si á olvidar no alcanzas al ingrato
Te arrancaré del pecho, corazón!
El negro manto que la noche umbría
Tiende en el mundo, á descansar convida;
Su cuerpo extiende ya en la tierra fría
Cansado el pobre, y su dolor olvida.
También el rico en su mullida cama
Duerme soñando avaro en sus riquezas;
Duerme el guerrero y en su sueño exclama:
«¡Soy invencible y grandes mis proezas!»
Duerme el pastor feliz en su cabaña,
Y el marino tranquilo en su bajel:
Á ese no alteran la ambición y saña;
El mar no inquieta el reposar de aquél.
Duerme la fiera en lóbrega espesura;
Duerme el ave en las ramas guarecida;
Duerme el reptil en su morada impura,
Como el insecto en su mansión florida.
Duerme el viento... la brisa vagarosa
Gime apenas las flores cariciando;
Todo entre sombras á la par reposa,
Aquí durmiendo, más allá soñando.
Tú, dulce amiga, que tal vez un día
Al contemplar la luna misteriosa
Exaltabas tu ardiente fantasía,
Derramando una lágrima amorosa:
Duermes tambíen tranquila y descansada,
Cual marino calmada la tormenta,
Asi olvidando la inquietud pasada,
Mientras tu amiga su dolor lamenta.
Déjame que hoy en soledad contemple
De mi vida las flores deshojadas;
Hoy no hay mentira que mi angustia temple...
Murieron ya mis fábulas soñadas!
Hoy en mi yermo espíritu no existe
Ese incesante sueño de ventura;
Ya el mustio tronco de mi vida triste
Lo ha desgarrado el rayo de tristura.
Llegué al instante postrimero, amiga,
Que mi destino cruel me señaló.....
Propicio el cielo siempre te bendiga!...
De mi vida la antorcha se apagó.....