Poesías del Inca Pachacutec

Poesías del Inca Pachacutec (1897)
de Clemente Althaus
Nota: Traducidas del quechua.

I

El varón de alma noble y animosa

se conoce en la indómita paciencia

que en las adversidades y desdichas

y en los reveses de fortuna muestra.


II

Siempre es señal la impaciencia

de un ánimo vil y bajo

que mal enseñado ha sido

y peor acostumbrado.


III

Los jueces sin conciencia que escondidos

las dádivas reciben de las partes,

pues son ladrones por justicia, sean

castigados con muerte como tales.


IV

La ira, la embriaguez y la locura

corren parejas; mas las dos primeras

voluntarias son siempre y pasajeras,

y la tercera involuntaria y dura.

Si a todos ves portarse de igual modo,

merézcante, por causa diferente,

desprecio el iracundo y el beodo,

y compasión el infeliz demente.


V

El herbolario o médico que sólo

de algunas hierbas la virtud alcanza

y saber no procura la de todas,

ese tal sabe poco o sabe nada.

Porfiar conviene hasta saberlas todas,

como las que aprovechan las que dañan,

para alcanzar el nombre que pretende

certera ciencia, no imperfecta y vana.


VI

Digna es de befa y risa la manía

del que contar procura las estrellas,

no sabiendo contar en su ignorancia

los ñudos de sus cuentas.


VII

Si al que la hacienda ajena a hurtar se atreve

justa ley al patíbulo condena,

con más justicia sentenciarse debe

a la postrera irreparable pena

al adúltero vil que roba aleve

la honra, la fama y la quietud ajena;

pues si riqueza aquel, éste honra y calma:

el uno roba al cuerpo, el otro al alma.