Plenitud/XXIII (Nada está lejos de ti)
Nada está lejos de ti. ¡Las distancias! ¿Qué importan las distancias? Bien sabes que las distancias sólo son para tu cuerpo. Tu alma se halla cerca de todas las cosas. Más aún: tu alma está en la esencia misma de todas las cosas. Sin tu cuerpo, ni la luz, con sus trescientos mil kilómetros por segundo de velocidad, igualaría el vuelo de tu pensamiento. Si bien se mira, todo se encuentra a tu alcance. No hay estrella a la que no puedas llamar tuya. Mueve tu pensamiento con libertad absoluta. Acostúmbralo a los altos vuelos progresivos. Intenta el record de altura ... Déjale ir y venir a través del universo, cada día te darás así más cuenta de la apariencia y la mentira de tu jaula. Con la noción de tu libertad inmensa, aumentará tu apetito de posesiones eternas. Y Hay, por cierto, una posesión que se te ofrece a cada instante y que no tiene límites: la posesión de Dios. Acéptala.