Perlas negras/XXXIX
¡Cómo brama la tormenta!
¡Cómo agita, turbulenta,
sus oleajes, la mar...!
Luchando están dos titanes ...
Entretanto, sus afanes
me divierto en contemplar.
¿Qué me importa el paroxismo
de sus iras? Un abismo
hay arriba, otro a mis pies;
mas no temo sus fierezas:
el abismo de tristezas
que yo escondo... ¡mayor es!