Peregrino apasionado (fragmento)
VIDA Y MUERTE DE LA BELLEZA.
La belleza solo es un bien fútil y dudoso, luciente cristal que se empaña de improviso, flor que muere en cuanto empieza á abrir, frágil vidrio que se quiebra al menor golpe. Bien perdido, esmalte apagado, vidrio roto, flor muerta en un segundo!
Y como un bien que se pierde, rara vez ó nunca se halla, como no hay pulimento que renueve un esmalte empañado, la flor marchita viene al suelo ya seca, como ningun cimiento torna al vidrio su ser;
La belleza, una vez ajada, jamás se recobra, ni con drogas ni afeites, ni con afan ni dinero. — Peregrino apasionado: Est. 10.