Pensando en su ganado, a la ribera

Pensando en su ganado, a la ribera
de Hernando de Acuña


 Pensando en su ganado, a la ribera   
 del mar, y no de amar, Silvano estaba   
 seguro, porque el triste no pensaba   
 que en él toda su fuerza Amor pusiera,   
 

 cuando vio a una pastora que pudiera,  
 con sólo la hermosura que alcanzaba,   
 hacer que, cuando el sol se nos mostraba   
 más claro, muy oscuro pareciera.   
 

 Quedó el pastor de sólo aquesta vista   
 herido de la muerte que aquí pinto,  
 con lágrimas los prados él bañando,   
 

 diciendo: «No hay sujeto que resista,   
 pastores, a mi mal, porque el distinto   
 que tengo se me va, triste, acabando».