Pensé, mas fue engañoso pensamiento
Pensé, mas fue engañoso pensamiento, armar de duro ielo el pecho mío; porqu' el fuego d' Amor al grave frío no desatase en nuevo encendimiento. Procuré no rendir m' al mal que siento; y fue todo mi esfuerço desvarío. Perdí mi libertad, perdí mi brío; cobré un perpetuo mal, cobré un tormento. El fuego al ielo destempló en tal suerte, que, gastando su umor, quedó ardor hecho; y es llama, es fuego, todo cuanto espiro. Este incendio no puede darme muerte; que, cuanto de su fuerça más deshecho, tanto más de su eterno afán respiro.