Mundo de siete pozos (1935) de Alfonsina Storni
Pasión

PASION

Unos besan las sienes, otros besan las manos,
otros besan los ojos, otros besan la boca.
Pero de aquél a éste la diferencia es poca.
No son dioses, ¿qué quieres?, son apenas
humanos.

Pero, encontrar un día el espíritu sumo,
la condición divina en el pecho de un fuerte,
el hombre en cuya llama quisieras deshacerte
¡como el golpe de viento las columnas de humo!

La mano que al posarse, grave, sobre tu espalda,
haga noble tu pecho, generosa tu falda,
y más hondos los surcos creadores de tus sesos.

Y la mirada grande, que mientras te ilumine
te encienda rojoblanco, y te arda, y te calcine
¡hasta el seco ramaje de los pálidos huesos!