Parte oficial del combate del Bellaco
Exmo Señor: El doce del que gobierna á las tres y media de la tarde tube parte por una de las guardias que amparan la boca de este Riacho, que dos buques enemigos estaban fondeados á su frente: á pocos momentos me avisa el Guarda-costa que en el puerto de Landa hacian pie cinco mas. Ya se presagiaba que los piratas de Montevideo maquinaban una formal expedicion con el designio de invadir á estos puntos, saquearlos y demolerlos: á esta amenaza era consiguiente una medida precautiva capáz de hacerle datar á la patria el nuevo triunfo con que se ha coronado. La gloria de pronunciarlo quizá me habrá quitado el placer de enriquecerlo con las maravillosas circunstancias que presenta su pormenor. Asi es que aprovechando todo instante pedí auxilio á la villa del Gualeguay: destiné 30 hombres de mi confianza á las órdenes del benemérito teniente de la primera compañia D, José Ignacio Gonzalez, y alferez de la segunda D. Nazario Gomez, á quienes debió reunirse la partida que mandaba el comisionado D. Bacilio Galeano por orden que le di oportunamente al efecto. El enemigo se habia entrado á un arroyo nombrado el Bellaco, en donde estaba abasteciendose de carbon. Incontinenti le ordené se pusiese en marcha y el 14 trato el enunciado Gonzalez de descubrir la situacion de éste y atacarlo. Su bizarria lo hubiera sin duda efectuado á no haber creido que las municiones le eran escasas para el logro de sus esperanzas. En este estado supe que se aproximaba el capitan de la tercera compañia del nuevo esquadron de mi mando D. Gregorio Samaniego con parte de su gente, y que le acompañaba el de igual clase D. Santos Lima, á cuyo cargo venian 25 hombres de auxilio de Gualeguay. Con este motivo ordené al enunciado Gonzalez se mantubiese especiando los movimientos del enemigo, y que no comprometiese accion alguna hasta tanto no llegasen los referidos oficiales debiendolo hacer solo en el caso que los buques hicieran el ademan de mudarse. La aspereza y escabrosidad del lugar formaban la esperanza del enemigo mas que sus propios esfuerzos: no obstante llegaron los nuestros, se reunieron y persuadidos de que perder la vida por la patria no era otra cosa que mejorarla, dieron la señal de alarma, lo provocaron, lo acometieron, y triunfaron: panegirizar el mérito de ambos capitanes seria entristecerlo; por esto es que lo dexo á su consideracion: pero aun hay mas que admirar: los soldados de la segunda compañia de este esquadron Antonio Gorosito y Matias Guzman, llevados del furor que les inspiraba la vista del enemigo acordaron entre si abordar á uno de los buques sin mas armas que el sable en la boca, se echaron á nado, y burlandose de su resistencia se hicieron dueños absolutos de él con dos mas que se habían apresado. Los tres son los siguientes. A saber la Goleta Nuestra Sra. del Rosario de 25 toneladas propiedad del gallego emigrado Domingo Biscaya con dos cañones de á 4, 14 balas de este calibre, otros tantos sacos de metralla y 8 fusiles cuyos enseres se detallan en la licencia que trahia el patron de este buque. Otro de dos palos perteneciente al gallego Vidal quien hacia de amo y patron de él segun consta de las declaraciones de los prisioneros con dos cañones de 8, 16 balas de igual calibre 6 bolsas de metralla, y 5 fusiles. Una balandra con un cañon de á 12, 11 balas correspondientes 6 bolsas de metralla y 6 fusiles. Los prisioneros que quedan en este quartel son 17, de los quales hay 3 gravemente heridos: 4 negros esclavos tomados; entre estos aseguran que los muertos fueron 6 contando con 2 que se precipitaron al Uruguay, y que probablemente han perecido: por nuestra parte no ha habido la menor desgracia: la precision de comunicar á vmd. esta tan importante noticia habrá tal vez dexado en olvido algunas circunstancias que merezcan anotarse; pero conforme se vayan presentando, tendré el honor de irselas transmitiendo. Está demas exajerar á vmd. el ardimiento, y serenidad con que la tropa sostubo los fuegos del enemigo, protestando ante las aras de la patria no perdonar su existencia hasta ver restablecida nuestra suspirada y santa libertad.—
Dios guarde á vmd. muchos años. Gualeguaychú Enero 20 de 1813.
—Jose Gutierrez.
—Sr comandante general de Entre Ríos D. Elias Galvan