Parnaso español 322

​Confusión por los mandamientos

(Parnaso español)​
 de Francisco de Quevedo


Padre, yo quiero al prójimo, y me muero
por cumplir lo que en esto se me ordena.
Yo no cudicio la mujer ajena,
que antes todos cudician la que quiero.


A mí solo me hurto yo el dinero.
Las fiestas guardo yo, no mi cadena.
No temo, por no honrar los padres, pena;
ni peco en la avaricia del logrero.


Por mí estarán eternamente echados
los testimonios, y mi lengua muda
para jurar ni aun reyes coronados.


¿Si gracia alcanzaré con esta ayuda?
Ya que no ha de absolverme mis pecados,
padre fray Gil, absuélvame la duda.