Parnaso español 314

Toreador que cae siempre de su caballo y nunca saca la espada

(Parnaso español)

de Francisco de Quevedo


Si caístes, don Blas, los serafines
cayeron de las altas jerarquías;
y cuantas fiestas hay caen en sus días;
y porque caen las rentas, hay cuatrines.


Pues ¿qué mucho que caigan tres rocines,
por lo manchado y por lo hambriento arpías?
Si queréis remediarlo, gasta en lías
lo que gastaste en lacayos ruines.


Como si ellos cayeran, los enfada
veros caer; y no hay balcón sin fallo,
que el toro le obligó a sacar la espada.


Callen y guarden, como aguardo y callo;
que caerá de su asno, si le agrada,
quien tantas cae de su caballo.