Parnaso español 312

A la hermosura que se echa a mal, prendada de un capón

(Parnaso español)

de Francisco de Quevedo


Amaras un ausente, que es firmeza;
o un muerto, que es piedad, cuando faltara
un presente y un vivo que te amara
con jugo y con sazón y con fineza.


¡Miren donde fue a dar con su belleza
la que al sol con melindre se compara,
sino en todo un capón, a quien la cara
tuerce, por no lo ver, Naturaleza!


La tuya es comenzón de sarna seca,
que, rascada, se irrita y se atribula:
capones nunca hicieron polla clueca.


Tu golosina mal se disimula,
pues, aunque torpe, en la lujuria peca:
mucho capón pecado es de la gula.