Parnaso español 270

​A un tratado impreso que un hablador espeluznado de prosa hizo en culto

(Parnaso español)​
 de Francisco de Quevedo


Leí los rudimentos de la aurora,
los esplendores lánguidos del día,
la pira y el construye y ascendía,
y lo purpurizante de la hora;


el múrice, y el tirio, y el colora,
el sol cadáver, cuya luz yacía,
y los borrones de la sombra fría,
corusca luna en ascua que el sol dora;


la piel del cielo cóncavo arrollada,
el trémulo palor de enferma estrella,
la fuente de cristal bien razonada.


Y todo fue un entierro de doncella,
doctrina muerta, letra no tocada,
luces y flores, grita y zacapella.