Parnaso español 240

​Persevera en la exageración de su afecto amoroso y en el exceso de su padecer

(Parnaso español)​
 de Francisco de Quevedo


En los claustros de l'alma la herida
yace callada; más consume, hambrienta,
la vida, que en mis venas alimenta
llama por las medulas extendida.


Bebe el ardor, hidrópica, mi vida,
que ya, ceniza amante y macilenta,
cadáver del incendio hermoso, ostenta
su luz en humo y noche fallecida.


La gente esquivo y me es horror el día;
dilato en largas voces negro llanto,
que a sordo mar mi ardiente pena envía.


A los suspiros di la voz del canto;
la confusión inunda l'alma mía;
mi corazón es reino del espanto.